MARTES Ť 6 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť El Progresa y los textos de la SEP, ejemplos, asegura la especialista Laura Hernández

Un fracaso, los programas sociales que excluyen el aspecto sicológico

Ť No basta satisfacer las necesidades de la gente si no se potencian sus capacidades, afirma

CAROLINA GOMEZ

De no tomarse en cuenta el aspecto conductual y mental de la población beneficiaria de los programas sociales gubernamentales, éstos estarán destinados al fracaso, advirtió la doctora Laura Hernández Guzmán, presidenta de la sociedad Mexicana de Sicología.

migrantes50Al ser entrevistada durante la inauguración del noveno Congreso Mexicano de sicología, en el Centro Médico Nacional Siglo XXI, la especialista consideró paradójico que teniendo México uno de los niveles más altos a nivel mundial en sicología, esta rama del conocimiento sea ignorada a la hora de elaborar los planes de desarrollo nacional, más aún, cuando estudios han comprobado que satisfacer únicamente las necesidades materiales de las clases menos favorecidas sin potenciar en ellas la capacidad de superar su situación económica, carece de éxito.

En ese marco, la experta hizo un llamado al gobierno de Vicente Fox a fin de que en el Plan Nacional de Desarrollo ?para el cual el mismo jefe del Ejecutivo hizo un llamado a la población para aportar ideas? se incluya este importante aspecto.

Expertos deben aportar ideas

Asimismo, agregó que aunque la administración foxista hasta el momento no ha solicitado a la comunidad de psicólogos nacionales que aporten sus ideas al mencionado plan, se le hará llegar al Presidente un escrito con las principales conclusiones emanadas del citado congreso.

Resaltó que la mayoría de los países que tienen interés porque los programas sociales reviertan la pobreza se asesoran, además de con expertos en salud, economía y educación, también con sicólogos.

Hernández Guzmán citó como ejemplo del fracaso de proyectos que no tuvieron una visión multidisciplinaria como el Programa Nacional de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), instaurado en el gobierno de Ernesto Zedillo, así como los libros de texto de la Secretaría de Educación Pública.

Respecto a estos últimos, la especialista expuso que en este material educativo no se aplican los avances científicos en materias conductual y mental, por lo que "los niños no los aprovechan", pues no les resultan motivantes.

En cuanto al Progresa, dijo que uno de los principales factores que lo han hecho ineficaz ha sido desconocer la heterogeneidad de la población a la cual está dirigido.

Cosmovisión y entorno

Sobre ello, detalló que estos planes deben partir del supuesto de que no es lo mismo subsanar las carencias "de los marginados urbanos que de los indígenas, los campesinos o las clases medias, esto en virtud de que cada estrato tiene diferentes demandas, expectativas y cosmovisión de su entorno".

Aseveró que por experiencia (participó en un programa piloto para incluir en el Progresa el aspecto psicológico) sabe que "sí hay recursos" para elaborar programas integrales pero lo que ha faltado es sensibilidad y disposición para aplicar estos métodos.

Derivado de ello, Hernández Guzmán indicó que los funcionarios tomadores de decisiones de los tres niveles de gobierno "deberían asesorarse por sicólogos, esto, para que alguna vez tomen en cuenta los elementos conductuales y mentales de las poblaciones que gobiernan".

Por último, resaltó que pese a que la ONU declaró a la actual década como la de la conducta, en México este lineamiento parece no tener eco.