VISION DE ESTADO
Ayer, en el marco de la conmemoración del 84 aniversario
de nuestra Carta Magna, el presidente Vicente Fox convocó al país
a emprender una renovación constitucional y propuso, para ello,
lineamientos pertinentes y compartibles. En primer lugar, abogó
por la preservación de valores políticos fundamentales plasmados
en la actual Constitución: la no relección, la división
de poderes, el sistema representativo, el régimen federal, el municipio
libre, la vigencia de la soberanía, el Estado laico, la justicia
social, la educación laica y gratuita, el respeto a la diversidad
cultural y la defensa de los derechos individuales y sociales. La adhesión
presidencial a estos valores --que ya había sido manifestada por
Fox en su discurso de toma de posesión-- despejará, sin duda,
temores y percepciones en torno a una supuesta actitud regresiva, y hasta
restauradora, del actual mandatario.
Adicionalmente consideró que la ley fundamental
debe incorporar mecanismos que impidan la concentración de poder,
los abusos y la impunidad por parte de los funcionarios públicos.
En este aspecto --en el acotamiento del poder presidencial-- debe saludarse
que Fox retome las ideas de establecer el juicio político para el
presidente de la República en caso de violaciones a la Carta Magna,
y de incorporar en ésta las figuras de referéndum y plebiscito.
Delimitar los poderes presidenciales implica también robustecer
al Judicial y al Legislativo, así como establecer un nuevo marco
de relación entre la Federación y los gobiernos estatales;
en ese espíritu, el mandatario propuso incrementar los atributos
de fiscalización del Congreso de la Unión y fortalecer "los
medios jurisdiccionales entre todos los poderes públicos".
Otro punto nodal de la reforma delineada por Fox es la
consolidación de las instituciones y procesos comiciales a fin de
enterrar de una vez por todas las prácticas fraudulentas operadas
en el pasado reciente desde el poder público, y eliminar "la sospecha
social respecto a los resultados electorales". En este mismo sentido, es
plausible que el Presidente retome la idea de incorporar al texto constitucional
el derecho al sufragio de los mexicanos que residen en el exterior.
El jefe del Ejecutivo reiteró su convicción
de que el país, en su conjunto, tiene una deuda para con sus indígenas,
y que la reformulación constitucional debe incluir la incorporación
de "las autonomías étnicas" a la Carta Magna. Este propósito
resulta particularmente oportuno, en la medida en que no es visto únicamente
como un paso para solucionar el conflicto de Chiapas, sino también
como un componente fundamental en el nuevo pacto social a cuya construcción
convocó ayer el mandatario.
En otro sentido, Fox señaló la necesidad
de modernizar nuestra legislación fundamental sustituyendo "la lógica
tecnocrática que dejó todo al mercado" por una visión
de "Estado democrático comprometido, ante todo, con la justicia,
la educación, la distribución del ingreso y la igualdad de
oportunidades". Es oportuno señalar que por contraste, en los tres
sexenios anteriores, la distribución del ingreso fue colocada en
el último lugar de las prioridades y, en el mejor de los casos,
transformada en una muletilla del discurso oficial.
Ayer, en suma, el presidente Fox presentó una encomiable
suma de ideas y propuestas específicas y coherentes que podrían
plantear un rumbo institucional acorde con las nuevas realidades políticas,
sociales y económicas de la nación y de su entorno. En fondo
y forma, la alocución presidencial pone de manifiesto una auténtica
visión de Estado, que merece ser atendida y reflexionada por todas
las fuerzas políticas y la sociedad en su conjunto. |