MIERCOLES Ť 7 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Conferencia del embajador emérito Sergio González Gálvez, asesor especial de la SRE
Al conceder la extradición de Cavallo, México cumple obligaciones contraídas voluntariamente
Ť La lucha contra la impunidad, "la más legítima y válida que pueden emprender las naciones"
DAVID APONTE Y CIRO PEREZ SILVA
Al conceder la extradición del ex militar argentino Ricardo Miguel Cavallo, el gobierno de México no reconoce la jurisdicción internacional per se; cumple con obligaciones adquiridas en forma voluntaria para combatir la impunidad, dijo ayer el embajador emérito Sergio González Gálvez, asesor especial de la cancillería.
"La decisión de México, que ha sido calificada, no solamente por nosotros sino por instancias extranjeras, como histórica, es sin duda un paso muy importante. Pero en realidad lo que estamos haciendo es cumplir con obligaciones que hemos contraído conforme a tratados internacionales", argumentó.
Durante la conferencia Corte penal internacional, crímenes internacionales: genocidio, tortura, crímenes de guerra, organizada por el grupo parlamentario del PAN en San Lázaro, el diplomático dijo a legisladores y universitarios que la lucha contra la impunidad es la más "legítima" y "válida" que hoy pueden emprender las naciones.
Algunos asistentes le preguntaron qué precedente internacional podría sentar la decisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores de conceder la extradición de Cavallo, formulada por el gobierno de España por los delitos de genocidio, tortura y terrorismo, y si las autoridades mexicanas estarían dispuestas a entregar a otro país a un mexicano que fuera solicitado por otra nación.
El diplomático respondió que México ratifica con esta determinación el cabal cumplimiento de acuerdos internacionales. En el caso de la extradición de un mexicano acusado de delitos de lesa humanidad, podría darse bajo ciertos principios de legalidad, como el de la presunción de inocencia.
"Pero sí, lo que estamos haciendo es establecer un patrón de actuación de modo que no podamos decir en el nuestro que hay impunidad. La lucha contra ésta por todos los medios es quizá una de las luchas más legítimas, más válidas, en la que todos debemos participar", expuso.
Sería ideal que México contara con un sistema legal que permitiera juzgar a personas que incurren en crímenes de carácter internacional. Sin embargo, la creación de organismos internacionales, como la Corte Penal, es un elemento "disuasivo", cerró.
El diputado panista Tarcisio Navarrete, secretario de la Comisión de Relaciones Exteriores, manifestó que con el caso Cavallo y el proceso contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet se evidencia la necesidad y utilidad de un estado de derecho universal, en el que la soberanía no sea un obstáculo para la justicia.
Aquí hay un fallo de la cancillería, apoyado en las leyes mexicanas, que representa un gran paso contra la impunidad, agregó.
En su exposición, el embajador González Gálvez habló de las negociaciones diplomáticas para alcanzar el estatuto de Roma que dio origen a la Corte Penal Internacional, documento firmado por México el 7 de septiembre de 2000, pero aún no aprobado por la Cámara de Senadores.
Antes de la aprobación legislativa, las instancias correspondientes deben ajustar los códigos penales y militares nacionales (el último data de los años treinta), con el fin de tipificar e incorporar algunos de los delitos considerados en el estatuto internacional.
Legisladores y autoridades mexicanas deben también analizar otros casos de crímenes internacionales antes de sancionar el protocolo. "Quizás los casos Cavallo y Pinochet deben estar en nuestra mente, pero otros crímenes internacionales también, cuando analicemos la conveniencia de ratificar... el ataque estadunidense a Panamá, por ejemplo, cuando el caso Noriega, y el número de víctimas civiles. Todo esto justifica la creación de una corte penal internacional", añadió.