MIERCOLES Ť 7 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Hoy, huelga nacional, a 9 días del movimiento indígena

Se reanudó el diálogo en Ecuador, pero sin resultados

Ť El Ejecutivo no quiere ceder en nada, acusa Vargas

AFP, REUTERS Y DPA

Quito, 6 de febrero. La posible firma de un acuerdo entre el presidente Gustavo Noboa y el líder indígena Antonio Vargas, al reanudarse el diálogo tras la violenta jornada del lunes, seguía en suspenso esta noche, a pocas horas del inicio de una huelga general con la que importantes sectores sociales de Ecuador se sumarán al levantamiento indígena contra la política económica.

Vargas aseguró que las conversaciones iniciadas esta mañana aún no arrojaban resultados, pues se desarrollan en medio de un ambiente "tenso" porque el Ejecutivo "no quiere ceder en nada" para encontrar una salida.

Un esperado diálogo cara a cara entre Noboa y Vargas quedó descartado luego de que las partes coincidieron en que se reunirán sólo para firmar el eventual acuerdo que se logre a nivel de comisiones.

El líder de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaei), acompañaba hoy a una treintena de indígenas que realiza una huelga de hambre en la sede de la Universidad Politécnica Salesiana, al norte de Quito.

"Veo muy difícil reunirme con Noboa hoy, tal vez sea hasta mañana", apuntó Vargas, mientras recibía informes de los representantes de la comisión indígena que conversaba con el vicepresidente Pedro Pinto.

La negociación, "frente a frente"

Al iniciar la tarde, el alcalde indígena de Cotacachi, Auki Tituaña, quien preside la comisión mediadora en las conversaciones, había explicado que el diálogo se daría "frente a frente" entre Vargas y Noboa.

Las negociaciones se desarrollan en el noveno día del levantamiento indígena que, con bloqueos de carreteras y la concentración de unos 5 mil indígenas en la universidad, protesta contra las alzas del cien por ciento en los precios de los combustibles y del 75 por ciento en las de transporte público.

Desde un teléfono celular, Vargas daba instrucciones a los miembros de la comisión indígena para que insistieran en lograr al menos que los precios de los combustibles "se congelen por unos cinco años", y les pidió insistir en el asunto de las tarifas de transporte.

El diálogo a nivel de comisiones se había interrumpido la víspera, luego de que se produjeron violentos choques entre manifestantes y militares en la provincia de Napo y en la de Tungurahua, con un saldo de tres manifestantes muertos y 59 heridos, entre indígenas y policías. Sin embargo, un balance de la Cruz Roja habló de cuatro muertos.

Las autoridades anunciaron hoy la aplicación de un toque de queda para la localidad de Tena, capital de Napo, mientras el país continúa en estado de emergencia nacional.

Los enfrentamientos se registran un año después que otra protesta derivara en un levantamiento indígena que, con apoyo de mandos militares medios, derrocó en enero de 2000 al entonces presidente Jamil Mahuad, asumiendo el cargo el vicepresidente Gustavo Noboa.

Entretanto, sectores sociales ratificaron una huelga general para este miércoles. "El propósito es radicalizar las protestas contra las medidas económicas y exigir la libertad de más de 150 detenidos en el país", manifestó Luis Villacís, dirigente del Frente Popular, que aglutina a estudiantes, maestros estatales,.comerciantes y jubilados. Trabajadores petroleros y de la salud pública señalaron que se sumarán a la huelga.

Los indígenas de América Latina también se solidarizaron con sus hermanos de Ecuador, sumándose así al pronunciamiento hecho la víspera por la Premio Nobel de la Paz 1992 y líder indígena guatemalteca Rigoberga Menchú.

En Bolivia, el líder de los campesinos aymaras, Felipe Quispe, llamó a los indígenas del continente a la rebelión contra el imperialismo del "gringo yanqui de Norteamérica", al que identificó como el enemigo común, al tiempo que el líder de los quechuas cultivadores de hoja de coca, Evo Morales, llamó al movimiento indígena latinoamericano a realizar acciones "conjuntas" para evitar que "el sistema noeliberal masacre y humille" a los pueblos nativos.

Una comisión que representa a los 250 mil indios brasileños dijo en un comunicado que la respuesta del gobierno de Noboa, "apoyado por el FMI", a los indígenas ecuatorianos, "sigue siendo la represión militar criminal". Pronunciamientos similares hicieron grupos indígenas de Guatemala, El Salvador, Honduras y Chile.

Por su parte, la Iglesia católica ecuatoriana llamó a la reconciliación, pero los bloqueos indígenas de carreteras en diversos puntos del país, especialmente en el norte, se mantenían esta noche, lo que ha provocado un desabastecimiento de productos agrícolas y la especulación de precios.