JUEVES Ť 8 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Bush hacía ejercicio en ese momento, pero nunca estuvo en peligro: seguridad
Herido, un hombre que disparó frente a la Casa Blanca
AFP, AP, DPA Y REUTERS
Washington, 7 de febrero. Agentes de seguridad hirieron hoy en una pierna a un hombre que hizo varios disparos frente a la Casa Blanca, en lo que describieron como un posible intento de suicidio. El pistolero fue identificado como Robert Pickett, hombre blanco de 47 años, residente de Evansville, Indiana.
Voceros presidenciales dijeron que en el momento en que ocurrió el incidente, a las 11:36 horas, Bush hacía ejercicio en uno de los jardines de la Casa Blanca, pero nunca estuvo en peligro.
Existen versiones encontradas sobre cuántos disparos logró hacer Pickett, pues testigos hablan de entre una y cuatro detonaciones, antes de que los agentes rodearan al pistolero, con quien trataron de razonar durante unos 10 o 15 minutos. Finalmente, los agentes dispararon contra él, pues se negaba a soltar el arma.
Se informó que el individuo fue enviado al hospital, aunque no trascendieron sus motivos o las acusaciones que se presentarán en su contra.
Funcionarios del Servicio Secreto afirmaron que existe la seguridad de que sólo un hombre estuvo involucrado en el incidente, que ocurrió en el ala de la mansión presidencial opuesta a la que da a la avenida Pennsylvania, cerrada después de que en 1995 los agentes de seguridad balearon a un hombre que escalaba la barda.
Nueve meses antes, un piloto murió al estrellar su avioneta contra la fachada sur de la Casa Blanca, y un mes después de eso un hombre fue detenido tras disparar varias veces contra la mansión con un fusil.
Por otra parte, el diario The Washington Post sostuvo que poco antes de que Bush asumiera la presidencia, su antecesor Bill Clinton y el candidato demócrata derrotado, el ex vicepresidente Al Gore, tuvieron un enfrentamiento verbal "despiadado" en el que se acusaron mutuamente de haber provocado la derrota demócrata.
El rotativo sostiene que la reunión se llevó a cabo a finales de diciembre a instancias de Gore, quien acusó agriamente a Clinton de haber provocado su derrota al dañar la campaña con sus escándalos sexuales, especialmente el de Monica Lewinsky. A esto, Clinton respondió airadamente que fue Gore quien provocó su propia derrota al no haber aprovechado los logros de su administración.
Las fuentes afirmaron que Gore y Clinton, quienes tenían una fuerte amistad, se habían distanciado y que el año pasado se hablaron sólo lo indispensable. Agregaron que Gore manifestó que estaba muy satisfecho de haber tenido oportunidad de "dar rienda suelta a sus sentimientos".