JUEVES Ť 8 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Arafat se dice optimista para "la paz de los valientes" y felicita al primer ministro electo

Ariel Sharon proclama a Jerusalén como la capital "histórica e indivisible de Israel"

Ť Confrontación sangrienta si no se respetan los acuerdos firmados: negociador palestino

AFP, AP, DPA Y REUTERS

Jerusalen, 7 de febrero. El futuro primer ministro ultraderechista israelí, Ariel Sharon, quien ayer logró una aplastante victoria electoral contra el primer ministro laborista saliente, Ehud Barak, fue hoy a orar ante el Muro de los Lamentos, donde proclamó que esta ciudad es "la capital histórica e indivisible" de Israel.

MIDEAST_elmuroMientras tanto, el negociador palestino Nabil Shaat advirtió que habrá "una confrontación sangrienta" si Sharon intenta dar marcha atrás a los acuerdos firmados por otros gobiernos israelíes con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

No obstante, el presidente palestino, Yasser Arafat, se declaró "optimista" ante el proceso de paz con los israelíes y envió una carta de felicitación a Sharon, en la que le dijo que deseaba que este año se concrete "la paz de los valientes" y aseguró: "Continuamos tendiendo la mano a la paz para que ambos bandos puedan vivir, cada uno en su Estado, con paz y seguridad, en el respeto mutuo y en buena vecindad".

Sharon dijo repetidamente durante su campaña que, de ser favorecido en las elecciones, negociaría la paz con los palestinos, pero no sobre la base de las negociaciones entabladas anteriormente por Barak.

Sin embargo, el gabinete palestino celebró hoy su reunión de los viernes para analizar posibles estrategias ante un gobierno de Likud. En dicha reunión, el jefe de los negociadores palestinos, Saeb Erakat, dijo que "no se pueden empezar las negociaciones de paz con Israel partiendo de cero. Tenemos que retomarlas ahí donde se quedaron".

Los países árabes reaccionaron negativamente al triunfo electoral de Sharon, quien logró el respaldo de 62.5 por ciento de los votos, contra 37.4 por ciento conquistado por Barak, según el recuento de 99 por ciento de los votos emitidos ayer, en una jornada con una participación históricamente baja que se situó en 62 por ciento.

Mientras, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, afirmó que "respetamos la decisión del pueblo israelí y deseamos que el proceso de paz continúe por el buen camino, aunque las recientes declaraciones de Sharon no sean alentadoras", al tiempo que el gobierno de Siria afirmó que la elección de Sharon es "una declaración de guerra" contra todos los países árabes. Irak, a su vez, informó de la próxima creación de un ejército cuya misión será "la liberación de Jerusalén".

En todo caso, Sharon debe enfrentar ahora la formación de su gobierno. Barak anticipó desde anoche que no aceptará una coalición de su partido con la derecha, aunque también es cierto que renunció a su papel como presidente del partido Laborista. En cambio, Shimon Peres, quien podría ser elegido nuevo jefe de la formación, aseguró que dado que Sharon necesitará aliados, los laboristas estarían dispuestos a apoyarlo, siempre y cuando exista "un programa político conjunto y no la mera repartición de cargos en el gabinete".

Sin el apoyo de los laboristas, Sharon puede formar una coalición limitada, con entre 62 y 64 legisladores de los 120 que forman el Parlamento. Políticos de Likud dijeron que dadas las negociaciones entre Likud y los laboristas, es posible que Sharon forme un gobierno con un gabinete provisional, dejando margen para que sus rivales se unan más tarde a la coalición.

Según la ley israelí, los resultados oficiales definitivos de las elecciones se anunciarán el 14 de febrero, a partir de los cuales Sharon tendrá 45 días para formar gobierno, pues de lo contrario se disolverá el actual Parlamento y se convocará a nuevas elecciones.

El secretario general de la ONU, Kofi Annan, y la presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, instaron a Sharon a continuar el proceso de paz. A su vez, el presidente estadunidense, George W. Bush, afirmó que su gobierno desea "darle una oportunidad a la administración de Sharon", en lo que se interpretó como una manera de darse tiempo para decidir cómo abordará el tema de Medio Oriente.