VIERNES Ť 9 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Posibles presiones de grupos anticastristas a unos días de la asamblea en Ginebra
Una amenaza a Pascoe inquieta a la diplomacia
Ť México mantiene su distancia con disidentes cubanos; son grupitos, se dice en la cancillería
BLANCHE PETRICH ENVIADA
La Habana, 8 de febrero. El mensaje amenazante llegó al fax de la embajada mexicana el 1o. de febrero, aunque la fecha que acusa el único párrafo escrito a máquina es del 31 de enero. Está dirigido al representante del país en Cuba, Ricardo Pascoe.
''Kamarada embajador mexicano:
''Jorge G. Castañeda y usted parecen confundidos en relación con la política a seguir en Cuba. Para aclararles, ya están en La Habana Nazario y Alpha.
''No se me ponga nervioso."
Es todo. El texto, desde luego, ha sido sometido al conocimiento de la inteligencia militar, a la seguridad del Estado y al Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Según las autoridades, si bien una amenaza de este tipo es de tomarse en cuenta, la advertencia no representa grandes riesgos. Ellos consideran que tanto el viejo grupo terrorista anticastrista Alpha como otros similares no tienen gran capacidad de acción en territorio cubano y están desarticulados.
Entre el cuerpo diplomático acreditado aquí, en especial los embajadores latinoamericanos, la amenaza ha causado algo más que un simple revuelo. En medios diplomáticos se reconoce que en las embajadas y los consulados hay preocupación. El propio Pascoe, recién llegado y por primera vez al frente de una misión diplomática, no es inmune al nerviosismo que una nota como estas puede generar.
Pero asegura que la orden recibida desde Tlatelolco ha sido "seguir en la misma línea de acción establecida", y eso es lo que hará.
México, ni a favor ni en contra de Cuba en Ginebra
En el contexto de esta amenaza se encuentra el clima de irritación que acusan las distintas organizaciones de oposición que existen y actúan en Cuba al margen de la legalidad. Desde su arribo aquí y aun antes, a raíz de su nombramiento como embajador, Pascoe aseguró que el gobierno mexicano no establecería relaciones de ningún tipo con estos grupos disidentes.
A contracorriente de algunas expectativas, el propio secretario de Relaciones Exteriores, Jorge Castañeda, ha afirmado, en México y en Washington, que la administración de Vicente Fox no hará contacto ni cabildeará en favor de los sectores anticastristas, desistiéndose de la postura que sobre el tema había sostenido antes de asumir el cargo. Son, se opina en medios oficiales mexicanos, "grupitos que ni dentro ni fuera de Miami influirán en una posible transición ni pueden convencer".
Pero la amenaza de presuntas fuerzas anticastristas se hace presente en momentos en los que el gobierno mexicano ha dado a conocer, ante el gobierno de La Habana, cuál será la posición que asumirá en algunos días en Ginebra, durante la asamblea anual de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que año con año se convierte en una prueba de fuego para Cuba frente al concierto internacional.
Como ha ocurrido en años anteriores, Estados Unidos presentará, mediante la República Checa, una enérgica condena contra Cuba por la violación a los derechos humanos en la isla. La propuesta de resolución muy previsiblemente atraerá el voto mayoritario de los gobiernos que se ven presionados para manifestarse en contra del único país que Washington sigue viendo como su enemigo natural en el continente.
Conforme a su tradicional solidaridad con el gobierno cubano, México se resistió año con año a estas presiones y votó en contra. Pero en las dos últimas asambleas, producto del deliberado enfriamiento de las relaciones bilaterales que se produjo durante el gobierno de Ernesto Zedillo, Tlatelolco ordenó no votar en contra sino abstenerse. Y en la última ocasión acompañó su abstención con una nota de reserva que en su texto resultó aún más agresiva para Cuba que la propia resolución checo-estadunidense.