Ť Desesperados esfuerzos por destrabar el proceso pacificador en Colombia
Siete horas dialogaron Pastrana y Tirofijo; la reunión continuará hoy
Ť "Lo tratado ha sido muy bueno", afirmó el líder de las FARC ante centenares de periodistas
Ť A las pláticas se incorporaron en la tarde el comisionado para la Paz y dos líderes guerrilleros
AFP, DPA, AP Y REUTERS
Los Pozos, 8 de febrero. El presidente Andrés Pastrana y el líder guerrillero Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, sostuvieron hoy una reunión de siete horas y decidieron continuar las discusiones este viernes, en un esfuerzo por destrabar el proceso de paz estancado desde noviembre pasado.
"Ha sido una reunión muy productiva y vamos a continuar el diálogo mañana", declaró al mandatario al término de esta tercera entrevista que sostiene con el má-ximo líder de las Fuerzas Arma-das Revolucionarias de Colombia (FARC), en el caserío de Los Po-zos, a unos 30 kilómetros de San Vicente del Caguán.
Tirofijo también se declaró "muy satisfecho porque mañana vamos a seguir conversando", pues lo tratado hoy "ha sido muy bueno". Ro-deado de un grupo de guerrilleros y ante una nube de periodistas, dijo que "estamos hablando de todos los temas" y subrayó que "la esperanza es lo último que se muere".
El presidente fue más parco al comentar sólo que "vamos a se-guir trabajando", sin entrar en de-talles de lo tratado, pero su decisión de pernoctar esta noche en la antigua sede militar del batallón Cazadores, en San Vicente del Ca-guán, bajo control de las FARC, fue interpretada como un afán de sacar resultados concretos.
Pastrana llegó desde Bogotá a San Vicente en avión por la mañana, y después se trasladó a Los Pozos en helicóptero y arribó allí a las 09:43 horas, y a las 10 se inició la reunión con Marulanda.
Ambos sostuvieron un diálogo ininterrumpido de siete horas, en cuya primera parte lo hicieron so-los, ya que en la tarde se incorporaron el comisionado para la Paz, Camilo Gómez, y los líderes rebeldes Jorge Briceño y Milton Toncel.
El canje, tema candente
Fuentes cercanas a las negociaciones indicaron que las partes discutieron sobre un posible intercambio de prisioneros enfermos (policías y soldados en poder de las FARC por guerrilleros presos), el tema de los derechos humanos y el paquete de mil 300 millones de dólares aprobado por Washington para ayudar a Colombia en el antidrogas Plan Colombia.
El canje de prisioneros es un tema que ya ha sido tratado reiteradamente sin arrojar resultados, por lo que algunos analistas co-mentaron que de concretarse ese punto ayudaría a Pastrana a presentar una "pequeña victoria" ante los tropiezos sufridos en el proceso de paz, congelado por las FARC bajo el alegato de que el gobierno hace muy poco para acabar con el paramilitarismo.
Por lo demás, el presidente está muy interesado en reactivar las negociaciones de paz, pues incluso este viernes vence el plazo que re-cién fijó para mantener la vigencia de la zona desmilitarizada de más de 42 mil kilómetros cuadrados en el sur del país sudamericano.
El encuentro se dio en medio de una cerrada guardia de militares y guerrilleros que escoltaban a Pastrana y Marulanda, tras lo cual ambos se dieron un abrazo protocolario y caminaron seguidos por los efectivos de seguridad. Pero, ante un ligera llovizna, la guerrilla le proporcionó al gobernante un poncho para evitar que se mojara.
La prensa destacó que el presidente y el líder rebelde sólo hicieron una breve pausa para degustar un variado menú, acompañados por sus asesores. Tras la comida, continuaron las pláticas, que se prolongaron durante siete horas.
Luego del anuncio de que las conversaciones continuarán este viernes, entre los sectores políticos y sociales se mantuvo la ex-pectación y la esperanza de que significa que las cosas "avanzan" y puede haber buenas noticias.
El líder opositor liberal Horacio Serpa comentó que la continuación de las pláticas indica que "las cosas van por buen camino", y el dirigente empresarial Jorge Visbal expresó el respaldo total a Pastrana, quien, dijo, "no puede salir de la zona de distensión (desmilitarizada) con las manos vacías".
Al mismo tiempo, se dijo que millones de colombianos participaron en una plegaria por la paz para pedir por un buen resultado en las "históricas" pláticas del presidente con las FARC.
Un sondeo de opinión difundido por emisoras de radio y televisión arrojó que sólo 41 por ciento de los ciudadanos tiene confianza en que la reunión servirá para relanzar el proceso pacificador, que a dos años y medio de iniciado no ha tenido resultados.
Vallenato como telón de fondo
Las pláticas entre el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Manuel Marulanda Vélez, con el presidente Andrés Pastrana, destinadas a reactivar el estancando proceso de paz, comenzaron en momentos que uno de sus comandantes locales lanzó un canto vallenato.
Julián Conrado, que se autoproclama "guerrillero cantante y compositor", no pudo contener el impulso. Recostó el fusil AK-47 sobre su pierna, tomó un respiro profundo y entonó algunas de las llorosas canciones vallenatas que lo han convertido en héroe folclórico dentro de las FARC. "Yo preferiría que en vez de este fusil en mis manos hubiera una flor --dice uno de sus coros --. Yo sé cómo es la guerra de terrible para la humanidad".
Los sentidos cantos de Conrado --incluido una oda de admiración por Marulanda-- son algunos de los hechos inesperados que ocurrieron en Los Pozos, sede de esta importante cumbre de paz.
Discos compactos con las canciones de este bigotudo comandante de 45 años están en venta en la tienda de recuerdos de las FARC, junto a un variado surtido de parafernalia guerrillera: botones, postales, videos, y viseras, como las que se regalan en los torneos de tenis.
Susana, guerrillera que usa lápiz labial y administra la tienda, dice que los objetos más populares son los discos compactos y libros, incluidas bibliografías de Simón Bolívar y Marulanda.
Mientras Susana hablaba, uno de los principales comandantes de las FARC, Joaquín Gómez, entró en la tienda con su nuevo conocido, el coronel de la policía encargado de la seguridad de Pastrana. Gómez le pidió a Susana que le diera al coronel Roiner Chávez varios regalos; un pequeño gesto de paz para adversarios de vieja data.
Ella empacó la biografía de Marulanda, algunos discos compactos y otro regalo que lo puede poner en algunos aprietos. Con la ayuda de decenas de millones de dólares que Washington entrega a la policía colombiana, Chávez tendrá que ser discreto a la hora de usar su camiseta, que dice "no a la intervención gringa en Colombia".
También los periodistas han recibido sus atenciones. La guerrillera ofreció un asado de pollo, carne y pescado para los centenares de ellos. (AP)