Ť A cambio pagará una multa de 147 mil dólares

Archivan en Alemania investigación de malversación contra Helmut Kohl

DPA Y AFP

Düsseldorf, 8 de febrero. La fiscalía alemana aceptó hoy archivar las investigaciones por malversación de fondos contra el ex canciller federal Helmut Kohl a cambio del pago de una multa de 300 mil marcos (unos 147 mil dólares), anunció hoy el Ministerio de Justicia de esta ciudad.

Esto implica que el también ex dirigente democristiano se ha salvado por tercera vez de cargos de corrupción, y ni siquiera tendrá antecedentes penales.

Las investigaciones comenzaron a fines de 1999, cuando un periódico descubrió que la Unión Cristiana Demócrata de Kohl poseía varias cuentas secretas en el extranjero, lo que obligó al ex canciller a confesar que entre 1993 y 1998 había recibido donativos en dinero de "ciudadanos respetables y prominentes", que no había declarado co-mo lo exige la legislación alemana de los partidos políticos.

Kohl declaró esto ante un tribunal investigador, pero rechazó siempre revelar el nombre de sus benefactores.

Aunque existía la sospecha de que varias de sus decisiones políticas durante su go-bierno --de 1982 a 1998-- fueron tomadas a cambio de esos favores, y que él mismo echó mano de ese dinero para fortalecer su posición dentro del partido, los investigadores no encontraron prueba alguna de estos hechos.

Los abogados defensores de Kohl señalaron que están dispuestos a pagar la multa impuesta por la fiscalía y comentaron que lo que más importaba al ex gobernante era no tener antecedentes penales. De la misma forma terminaron otras dos investigaciones contra él, cuando aún era canciller federal.

El reciente escándalo político, sin embargo, obligó al ex canciller federal a renunciar a la presidencia honoraria de su partido.

Tosudo hasta el extremo, rechazó pedidos incluso de líderes de su partido para identificar el origen del dinero, lo que le valió la ruptura con la Unión Cristiana Demócrata, y abandonar su papel histórico como el pa-dre de la unificación alemana.

Una y otra vez Kohl había hecho hincapié de que no quería ser tachado de criminal, y los fiscales parecieron escucharlo. De haber solicitado orden penal, se hubiera convertido en el primer jefe de gobierno alemán con antecedentes penales.