DOMINGO Ť 11 Ť FEBRERO Ť 2001

Angeles Gonzalez Gamio

Las revistas

Verdaderamente sorprende que en este país, en el que hay tan pocas personas que tienen el hábito de la lectura, haya tantas revistas. Estas van desde las de cultura, hasta las que hablan de los temas mas frívolos. Aquí hablaremos de las primeras y de algunas especializadas, mencionando las librerías sobresalientes en el Centro Histórico, sin abarcar todas las que existen -de unas y otras- ya que llevaría varias crónicas.

En la antigua Ciudad de México sobreviven algunas de las librerías de más tradición en la capital. Un buen ejemplo es Porrúa, que en su casa matriz, situada en la esquina de las calles de Argentina y Justo Sierra, ofrece un impresionante surtido de libros de todos los géneros; cuenta con una sucursal en la avenida 5 de Mayo, donde se encuentran muchas librerías: las hay especializadas y de surtido variado. En esa vía se encuentra el Sanborns de los Azulejos, que tiene libros y una vastísima oferta de toda clase de revistas mexicanas y extranjeras.

La siguiente calle hacia el sur es la elegante avenida Madero, que tiene la librería Americana, la Británica y la Madero, ésta con excelentes libros antiguos y actuales, así como revistas de calidad, atendida por el conocedor Enrique Fuentes. A un par de cuadras, en San Juan de Letrán número 24, está una de las más hermosas: el Pórtico de la Ciudad de México, que ocupa la planta baja de las añejas capillas de San Antonio y el Calvario, que formaron parte del convento grande de San Francisco. En ese lugar hay libros, música, películas, artesanías, tarjetas postales y šrevistas!

Una breve reseña de una parte de las que ofrece: la UNAM, esa amada institución, que una vez más se encuentra amenazada, edita varias magníficas: Los universitarios, ahora bajo la dirección de la talentosa Malena Mijares, es una publicación de la Coordinación de Difusión Cultural. Por su parte, la Coordinación de Humanidades mantiene viva la ya clásica revista Universidad, que dirige atinadamente Alberto Dallal. Los contadores también cuentan con su opúsculo: Contaduría y administración, publicación de la Facultad de Contaduría y Administración. Estas son sólo una muestra, pues hay muchas otras, de las distintas áreas académicas.

La UAM no se queda atrás y, entre otras, publica Fuentes humanísticas, revista del Departamento de Humanidades, con excelentes artículos y fotografías.

La Casa de los Escritores de Lenguas Indígenas ya cuenta asimismo con su órgano de difusión, bien titulado La palabra florida. Resulta interesante y conmovedor leer poemas y ensayos en tojolabal, zapoteco, náhuatl, tzotzil, amuzgo y huasteco (con su traducción adjunta).

El Centro de Estudios del Porfiriato, que sostiene y dirige con pasión Ricardo Orozco, publica mensualmente la gaceta Nuestra historia, que además de interesantes artículos y entrevistas ofrece la secciones de: Libros nuevos y Noticias del medio, de enorme utilidad para los interesados en el tema.

Hay varias especializadas, como Cuadernos de derecho, que contiene compilación y actualización legislativa, seguramente esencial para los abogados, al igual que Emprendedores, dirigida a la pequeña y mediana empresas y que pronto deberá incluir a los changarros. La Red Nacional de Investigación Urbana edita Ciudades, que lleva a cabo un "análisis de la coyuntura e historia urbana". Y lo que parecería increíble para algunos: hay una revista de los charros: Charrería, que lleva š16 años!, de salir a la luz. Y hablando de luz, para los aficionados a la fotografía hay Cuarto oscuro y Foto zoom.

El patrimonio cultural tiene varias revistas, entre las que destacan México desconocido y la extraordinaria Arqueología, que dirige Mónica del Villar, que se ha constituido en la mejor publicación del género en América. El último número, dedicado a la astronomía, es peligroso leerlo en la noche, pues seguro se pega tremenda desvelada, porque no se puede soltar. Otra buena revista es Crónicas de la Ciudad de México, que publica el Consejo de la Crónica, en la que trimestralmente publica los frutos de su programa de Historia oral, con interesantes testimonios de los habitantes de más edad, que platican las leyendas, tradiciones y transformaciones que tuvo la capital en el siglo que recién concluyó. En el número de este trimestre hay además extraordinarias colaboraciones de Clementina Díaz y de Ovando y de Miguel León Portilla.

Y ya se acabó el espacio, así es que vámonos al Rey del Pavo, en la calle de Gante, a comer una rica torta, desde luego de....špavo!, con doraditos para que tenga más sabor, y las consabidas rajitas de chile verde. Para postre hay un pastel de elote sabrosísimo y tiene buen café.

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