Cinco millones de mexicanos carecen de vivienda: MUP

Ť El gobierno de Fox pretende que para el 2006 haya en el país 26 millones 448 mil 60 inmuebles habitacionales

ALMA E. MUÑOZ Y JOSE GALAN

El actual gobierno estableció como meta que en el año 2006 habrá 26 millones 448 mil 60 viviendas. Es decir, confía en una tasa anual de crecimiento de 3.16 por ciento en materia de habitación, pero la realidad es que en el país hay un rezago en la materia.

De mantenerse las actuales tendencias demográficas, para el 2030 habrá 123 millones de mexicanos en 45 millones de hogares. El último censo de población reporta que en el país hay 97.4 millones de personas y sólo 22.6 millones de casas.

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso) señala que el reto es implementar "un cambio estructural que lleve al sector a establecerse como un giro industrial único y definido". Pretende abatir los costos de transacción para registrar y transferir títulos de propiedad, a fin de proveer mejores garantías jurídicas, tanto en la tenencia como en la compraventa de inmuebles.

Pero para las organizaciones sociales, el déficit de la vivienda en México va en aumento cada día: más de 5 millones de familias no tienen vivienda y se espera la incorporación de 700 mil nuevos matrimonios anuales, además de los cuatro millones de casas que se encuentran deterioradas y deben ser reparadas, según el Movimiento Urbano Popular (MUP), de cara a la elaboración del Programa Nacional de Vivienda.

El MUP considera que al no haber respuesta de los gobiernos para abatir la falta de habitación para las familias más pobres del país, éstas buscan resolver su necesidad a través de los denominados asentamientos irregulares, que incluyen la ocupación de zonas de alto riesgo y regiones de reserva ecológica.

Según organizaciones sociales, como el propio MUP y la Asamblea de Barrios, 70 por ciento de la población mexicana que vive en las ciudades tiene ingresos menores a cuatro salarios mínimos. En los datos, incluso del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, "se reconoce que en los últimos tres años la pobreza ha ido en aumento de 4.5 por ciento promedio" por lo que, ante esta situación, los organismos de vivienda produjeron en 1999 aproximadamente 300 mil viviendas, 90 por ciento de interés social.

A nivel mundial, 47 por ciento de la población vive en localidades urbanas. Actualmente, hay alrededor de 325 ciudades con más de un millón de habitantes. En México, hace prácticamente 30 años existían cuatro zonas metropolitanas y en la actualidad el número ascendió a 32. En ellas habita 43 por ciento de la población del país.

Las propuestas para abatir el rezago en este terreno son muchas: evitar la proliferación de asentamientos urbanos irregulares; la ocupación ilegal en áreas protegidas o de alto riesgo; la inseguridad jurídica en la tenencia de la tierra y la vivienda; tomar acciones concertadas, encaminadas a la regulación e incorporación de suelo apto para el desarrollo urbano; desalentar la especulación de la tierra, adecuar el marco jurídico para el desarrollo urbano estatal y municipal, entre otros.

El Programa de Desarrollo Social 1999-2000 establece que hay tres Méxicos distintos: el moderno, vinculado a la exportación, lo cual le permite ser sumamente desarrollado; el tradicional, a donde pertenecen los involucrados con la industria, el comercio, los servicios y la actividad agropecuaria; y finalmente el marginado, que está fuera del mercado y, entonces, conjuntaba a 26 millones de mexicanos en extrema pobreza. Hace dos semanas, el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) dio a conocer que el número de nacionales en esta última situación creció en el último año 4.7 por ciento, lo que implicaría un aumento de un millón 222 mil personas.

Para el Banco Interamericano de Desarrollo, según uno de sus últimos estudios respecto a la situación económica en México, las diferencias de comportamiento habitacional sobre 20 por ciento de las familias más pobres y diez por ciento de las más ricas del país se establece de la siguiente manera: 

Respecto al primer estrato, 82.7 por ciento cuenta con electricidad, 61.2 con agua potable; 44 tiene piso de tierra y hay cinco personas por habitación. En contraste, 99.6 por ciento de los ricos tiene electricidad; 97.4 agua potable; uno, piso de tierra y hay 1.8 personas por habitación.

Alberto Mulás Alonso, subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Sedeso, reconoce que la política habitacional en el país "no ha logrado satisfacer la demanda" en la materia. Y sostiene que dichas acciones fueron afectadas por las diversas crisis económicas y financieras padecidas en la nación.

La Sedeso estima que en los próximos 20 años habrá un requerimiento anual del orden de 800 mil casas y defiende la decisión del presidente Vicente Fox Quesada por "enfocar la construcción de vivienda con un sentido empresarial". Mediante el Plan Nacional de Desarrollo se pretende construir y financiar 750 mil viviendas de aquí al 2006. Esto requiere una inversión aproximada de 20 millones de dólares, y atraer esos recursos implica cambios en la operatividad del sector, que inicia con "el reconocimiento de la construcción de vivienda como un sector industrial y económico independiente, que debe fortalecerse en sus dinámicas esenciales: demanda, oferta, regulación, tecnología y calidad".

El Estado pronostica que en México habrá, dentro de seis lustros, un crecimiento anual de habitación de 3.16 por ciento. De tal suerte el comportamiento para los años venideros sería como se muestra en el recuadro Los años y las casas.

Expertos en la materia establecieron en días pasados que es insuficiente el apoyo económico de la banca de desarrollo para satisfacer las necesidades. El programa de financiamiento para el 2001 se establece de esta forma: Infonavit, 39 mil 871 millones de pesos; Fovi, 26 mil 65 millones y Fovissste, 4 mil 370 millones, aunque se requieren por lo menos 26 mil 444 millones de pesos adicionales para cumplir con el requerimiento que 70 por ciento de 750 mil familias harán de ese servicio durante el presente ejercicio.

Las cifras no varían mucho respecto a los dos años anteriores. Las metas de entonces establecen que los organismos de apoyo crediticio actuaron como se muestra en el recuadro Recuento de créditos.

Para el programa de vivienda 1995-2000 se establecieron como lineamientos generales, la ampliación de la posibilidad de acceso al servicio para la población rural y urbana de menores ingresos; coordinar las acciones de las dependencias de la administración pública federal, estatal y municipal con los sectores social y privado vinculados con la producción habitacional; adecuar los mecanismos de financiamiento, según los ingresos de la población demandante; constituir reservas territoriales de suelo apto para casas y propiciar con ello el crecimiento ordenado de las ciudades; fomentar la edificación con base en el desarrollo urbano planificado, preservando el medio ambiente de las zonas rural y urbana; así como el mejoramiento tecnológico para producir materiales de construcción y sean parte de los procesos de edificación de vivienda de interés social y popular.

El subsecretario de la Sedeso, Alberto Mulás, plantea la necesidad de cambios, después de no satisfacerse esta demanda social. Para esta dependencia, "se hace imperativo evaluar el apoyo institucional del gobierno al desarrollo del sector y replantear su participación, de tal forma que el Ejecutivo sea líder de una política de Estado efectiva y rectora del sector".

En los dos últimos años se otorgaron préstamos de la siguiente forma.  
 
 

Los años y las casas
El comportamiento de crecimiento anual de habitaciones será, según cálculos oficiales, tal como se muestra

Año Habitaciones

2001 22 millones 641 mil 8

2002 23 millones 355 mil 833

2003 24 millones 93 mil 227

2004 24 millones 853 mil 903

2005 25 millones 638 mil 594

2006 26 millones 448 mil 60