LUNES Ť 12 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť "Especifica el camino para hacer realidad la justicia social en el agro": Ramírez
Llaman a promulgar Ley de Desarrollo Rural
Ť La reforma constitucional de 1992 no cumplió las expectativas, dice el líder de la CNC
La Confederación Nacional Campesina (CNC) y el Congreso Agrario Permanente (CAP) demandaron la inmediata promulgación y publicación de la Ley de Desarrollo Rural en el Diario Oficial. "Esta es una de las prioridades de los campesinos", dijo Heladio Ramírez López, dirigente de la CNC.
Primero está dicha ley y después habría que iniciar la discusión en torno a la reforma de la Constitución, como lo propuso el presidente Vicente Fox, señalaron. La Ley de Desarrollo Rural -aprobada en diciembre pasado por la 58 Legislatura- concreta y especifica el camino para hacer realidad la justicia social en el agro. Entrega a ejidatarios, comuneros y al gobierno los instrumentos necesarios para abrir fuentes de trabajo y generar riqueza.
La Ley de Desarrollo Rural "no es una camisa de fuerza ni ata las manos de nadie", indicó Ramírez López, en alusión a los señalamientos que hizo el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Javier Usabiaga, ante los integrantes de las comisiones de Ganadería y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados.
Esa ley, insistió, "abre nuevos cauces para que el Estado cumpla el mandato constitucional de fomentar el desarrollo productivo y económico del campo; además, establece las bases legales para que las decisiones y propósitos del gobierno puedan contar con los recursos institucionales y financieros que son necesarios".
Tampoco es "una improvisación ni responde a los intereses de alguien o de un pequeño grupo. Tuvo los consensos y fue largamente trabajada por genuinos representantes campesinos, muy enterados por su experiencia de lo que esa clase padece y necesita para incorporarse al progreso general de la nación".
Ramírez López aceptó el inicio de un debate en torno a reformar la Constitución, ya que con ello, expresó, podría "modificarse el artículo 27 constitucional, porque después de los cambios de 1992 los hombres del campo no han recibido los beneficios que se esperaban".
A nueve años de la reforma a dicho artículo constitucional, Ramírez López expuso que no se cumplieron las expectativas que fundamentaron las reformas de 1992. No han fluido los capitales ni se ha producido el desarrollo que se esperaba; las fuerzas del mercado sólo han entrado al campo para destruir la propiedad social, para fomentar el rentismo y la venta de parcelas.