LUNES Ť 12 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Mundos corporales, del alemán Günther von Hagen

Berlín: muestra de cadáveres plastificados provoca debate

Ť Es indigna del hombre, "un circo macabro", dice la Iglesia

Ť Educadores y terapeutas recomiendan visitarla

MONICA MATEOS-VEGA

Un debate sobre la dignidad del hombre ha provocado la exposición de cadáveres plastificados Mundos corporales: la fascinación por lo real, ideada por el alemán Günther von Hagen y que en su periplo por Europa y Japón ha sido vista por más de 6 millones de personas.

Inaugurada este fin de semana en Berlín, la muestra de 200 partes de cuerpo plastificadas convocó en un solo día a 5 mil espectadores.

Mientras la Unión de Educación de Berlín y la Unión de Fisioterapeutas alemanes recomendaron ampliamente visitarla "para hacerse a la idea de cómo funciona el cuerpo", la Iglesia la consideró "no digna del hombre" y un "circo macabro".

Von Hagen, "autor" de las "piezas" expuestas, no es un artista. Se trata de un médico, profesor de la Universidad de Medicina de Heidelberg, un científico que desarrolló en los años setenta la "plastificación", una complicada técnica que permite conservar, por largo tiempo, cualquier parte del cuerpo en un estado rígido e inodoro.
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Ello remplaza los diversos líquidos en los que tradicionalmente se preservan los órganos humanos.

El investigador señala que se abocó a experimentar con diversas sustancias parecidas al silicón para conservar la totalidad de un cuerpo humano muerto, cansado de ver fotografías anatómicas en las que sólo los músculos y los huesos eran reales, "las vísceras o el cerebro siempre eran remplazados por objetos hechos de diversos materiales. Entonces, no estábamos viendo un cuerpo humano, sólo un maniquí."

Ubicada en el antiguo edificio de correos de Berlín, Mundos corporales provoca en el espectador una reflexión no sólo en torno a las características de la anatomía humana, sino acerca de la muerte.

Niños y adultos se detiene largas horas frente a los ya nombrados "cadáveres exquisitos" de Von Hagen, los cuales no muestran ningún signo de enfermedad o decadencia.

Venas, arterias, articulaciones, nervios, estómagos, riñones, hígados, pulmones y músculos en perfecto estado dan la impresión al visitante de estar "en un museo arqueológico, frente a momias encantadas, conservadas desde hace milenios. Aunque cuesta trabajo pensar que algún día estuvieron vivos", señaló uno de los asistentes.

Los cuerpos se muestran en diversas poses, desde el hombre literalmente despellejado que sostiene toda su piel en la mano, hasta otro montado a caballo (al animal también se le ven los músculos y vísceras), pasando por la mujer que muestra "los misterios" de su vientre. Se espera que las imágenes pronto remplacen los atlas médicos.

Detractores de "la obra" de Von Hagen señalaron que la manera "tan estética" de conservar los cuerpos era "casi burguesa y terrible", porque "se utiliza a la ciencia para embellecer la muerte, combatiendo su decrepitud natural."

Y especularon acerca de las futuras virtudes mercadotécnicas de la plastificación de cadáveres, diciendo que no faltará la campaña publicitaria que diga: "Usted morirá, pero conserve su belleza para siempre."

Los cuerpos utilizados por el médico alemán son de voluntarios que estipularon su voluntad de que al morir fueran utilizados para fines científicos. En la polémica tampoco faltan quienes se preguntan si las "piezas" de Mundos corporales pueden catalogarse como "artísticas"  .