Ť "Echenla del estadio", ordenó Germán Palomares
Vigilantes y jefe de prensa de Pumas obstruyen labor de la reportera Hartz
El
jefe de prensa de los Pumas de la UNAM, Germán Palomares, y vigilantes
del Estadio Olímpico Universitario impidieron ayer la labor informativa
de Frida Hartz, reportera gráfica de este diario. Con prepotencia,
Palomares la amenazó primero con "echarla del estadio" y después
la despojó de la acreditación para ingresar al inmueble.
"Fueron muy agresivos desde un principio, cuando le estaba tomando algunas fotos al entrenador Miguel Mejía Barón, quien fue el último en salir a la cancha", señaló Hartz Rocha. Dijo que antes del encuentro entre Pumas y Necaxa dos vigilantes increparon a los cuatro fotógrafos que laboraban cerca de las bancas.
"Nos dijeron 'ya quítense' y uno de ellos me aventó. Yo ya me iba a retirar, porque sé que al iniciar el partido tenemos que estar atrás de las porterías, pero le dije que no eran modos de tratarnos. Entonces se acercó ese señor Palomares y en forma grosera nos dijo que ya nos quitáramos. Le aclaré que no debían tratarnos así, que no debían empujarme porque sólo estába trabajando. Me respondió que no le importaba y les dijo a los vigilantes que me echaran del estadio", relató Frida.
La reportera de La Jornada ocupó su lugar detrás de la portería "y uno de los vigilantes me fue a seguir hasta allá, se puso enfrente de mí y no me dejaba tomar fotos; me decía que tenía que salir. Llegaron más y me dijeron que me iban a sacar a la fuerza. Yo les respondí que estaba trabajando".
Unos 20 minutos después llegó Palomares, le preguntó a la reportera si tenía su acreditación y Frida le enseñó el gafete respectivo. "Y sin decir nada lo arrancó de mi mochila y se fue. Hasta entonces dejaron de molestarme. Yo no sé por qué fueron tan prepotentes.
"He cubierto muchos partidos de futbol, hasta mundiales, y sé que al iniciar el juego tenemos que estar en nuestros lugares asignados, pero ayer me empezaron a molestar y el partido todavía no empezaba", expresó la reportera.