MARTES Ť 13 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Las deportaciones que México realiza aumentaron 70% entre 1998 y el año pasado

Crece el flujo migratorio de centroamericanos

Ť El comisionado del INM reconoce que "cada día se cierra más la frontera norte"

ALONSO URRUTIA

Tema añejo en la agenda bilateral México-Estados Unidos, las muertes y deportaciones mantienen al problema migratorio como una prioridad mexicana. Las cifras oficiales dan cuenta: 565 decesos de indocumentados en el 2000, 50 por ciento mayor al año anterior, y el número más elevado desde que se contabilizan oficialmente.

migrantes34 El problema es cada vez más regional, ante la creciente migración de indocumentados centroamericanos, cuyos flujos hacia México -en su afán de llegar a Estados Unidos- se han incrementado sustancialmente. Las deportaciones de territorio mexicano de centroamericanos crecieron 70 por ciento entre 1998 y el año 2000, al pasar de 84 mil 212 a 144 mil 255.

El comisionado del Instituto Nacional de Migración, Felipe de Jesús Preciado Coronado, resume el fenómeno: "decir migración es decir sufrimiento". Y anticipa una realidad que se impone día a día: los millones de dólares que invierte Estados Unidos en su frontera hacen cada día más difícil su cruce, con la cauda de muertes y de problemas que tiene para México.

Así lo muestran las casi seis millones de deportaciones que realizó Estados Unidos en los últimos seis años de endurecimiento de las acciones de ese país.

Tal es el escenario del fenómeno migratorio en vísperas del encuentro presidencial entre Vicente Fox y George Bush, en el que se espera la ratificación de la postura mexicana de buscar un pacto que reduzca los conflictos derivados de los flujos migratorios. Es difícil que tras el encuentro en el rancho San Cristóbal, México se levante con un acuerdo, pero se podrán ir dando los primeros pasos para que a futuro se concedan permisos regulados a trabajadores mexicanos, estima Preciado.

Encuentros interinstitucionales

El comisionado del INM señala que en las últimas semanas se han sostenido encuentros interinstitucionales que involucran a todas las dependencias relacionadas con el asunto migratorio -Relaciones Exteriores y Gobernación, entre otras- para definir nuevas políticas y abordar esa problemática en esta nueva administración.

En vísperas del encuentro presidencial, la postura de incorporar la migración laboral al Tratado de Libre Comercio -como lo planteó Fox en Estados Unidos- sigue vigente, aun a pesar de las dificultades que se enfrentarán para su aprobación.

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La parte mexicana está consciente de la oposición de muchos sectores, y no pocos legisladores estadunidenses a esta propuesta. Sin embargo, para Preciado la realidad migratoria terminará por imponerse y deberemos avanzar hacia un pacto entre ambos países, postura que es reforzada, dice, por la demanda laboral de indocumentados mexicanos en Estados Unidos.

"De hecho el interés enorme de esta reunión es porque se ha incorporado en la agenda de Bush y Fox el hablar de documentar trabajadores mexicanos. Sabemos que en Estados Unidos requieren más de un millón de trabajadores migrantes, y que México necesita de más empleos y mejor pagados", afirma Preciado.

En la "lógica como funciona el mundo de la migración -agrega- se hace un arreglo como lo tenemos con Canadá, que otorga 70 mil permisos anuales y que funciona perfectamente".

No obstante admite: "no somos ilusos para pensar que el presidente Fox se levante del rancho San Cristóbal con un arreglo firmado, porque no están dadas las condiciones, pero creemos que vamos a dar pasos sustanciales con el fin de que, en la lógica de México, el TLC sirva no sólo en cuanto a cosas y bienes, sino fundamentalmente para las personas".

cuadro-1 Preciado admite que se requiere cabildear mucho para superar las posturas de algunos legisladores de Estados Unidos que son duros, pero en contrapartida las organizaciones mexicano-americanas y los legisladores con este origen pueden impulsar estos cambios.

Los últimos reportes oficiales de México sobre las tendencias migratorias revelan un ligero decremento de 5 por ciento de quienes intentan cruzar la frontera, aunque los informes de la Patrulla Fronteriza señalan que los intentos de indocumentados mexicanos se redujo arriba de 25 por ciento en el 2000.

En contraste, las deportaciones de mexicanos se mantienen constantes durante los últimos tres años: un millón 99 mil en 1998, un millón 171 mil en 1999 y un millón 182 mil en el 2000.

"No tiene remedio -concede Preciado-, cada día se cierra más la frontera norte para quienes quiere ir sin papeles para allá". Luego subraya que "la increíble cantidad de recursos que están destinando los ha hecho cada vez más eficientes", con lo que prácticamente han sellado ya los cruces tradicionales, dejando como opción los lugares agrestres por el frío y el calor, o las "turbulentas aguas del río Bravo, que ya han devorado a varios connacionales".

La política migratoria estadunidense comienza a repercutir en México, puesto que ha aumentado el número de indocumentados centroamericanos que optan por permanecer en nuestro país, con consecuencias inmediatas para nuestro país al generarse problemas que tienen que ver con salud, criminalidad o desempleo, entre otros.

Las deportaciones de centroamericanos de nuestro territorio van en aumento, lo que refleja el incremento de la migración, principalmente de Guatemala, Honduras y El Salvador, en ese orden, aunque en las últimas semanas, a raíz del sismo en este último país, ha crecido.

Los indocumentados centroamericanos en México están muy localizados: Cancún, la zona conurbada de la ciudad de México y Chiapas. En los dos primeros casos, para incorporarse en la construcción, mientras que en Chiapas para hacerlo en el campo. Ello, a pesar de los 70 mil permisos que concede anualmente México para trabajadores centroamericanos, en lo que define como "predicar con el ejemplo".

Negocio altamente rentable

migrantes Las cifras mexicanas ubican al 2000 como el año de mayores fallecimientos derivados del cruce de indocumentados: 565. La estadística incorpora tanto los 265 muertos en Estados Unidos, como los 300 que ocurrieron en México.

Son las estadísticas frías de un negocio altamente rentable. "Aseguran los que saben -dice Preciado- que es el segundo más rentable después del narcotráfico", y en donde participa un sinnúmero de bandas de polleros.

"No hay una cifra oficial de bandas ni de ganancias", reconoce Preciado, quien argumenta que existen pocas denuncias de los indocumentados contra quienes, si bien en algunos casos los cruzan a Estados Unidos, en muchos otros casos los asaltan, los explotan o los abandonan en condiciones inhumanas.

La escasa denuncia es atribuida a varias causas: el amedrentamiento, las deportaciones -en el caso de los centroamericanos-, que impiden los testimonios o la oferta misma que tienen los indocumentados "pues con un pago tienen derecho a tres intentos".

Sin embargo, los abusos no son sólo de polleros, también se admite que las autoridades mexicanas de diversas dependencias contribuyen a ese mundo de explotación y abusos contra los indocumentados.