Ť No está en venta, advierte el investigador John Sulton
Científicos exigen libre acceso al mapa del genoma humano
Ť El desciframiento, realizado por una instancia que cuenta con financiamiento público y por una empresa privada
AFP, REUTERS, DPA Y AP
París, 12 de enero. El desciframiento del genoma humano, dado a conocer este lunes, se vio empañado por las disputas entre el Proyecto Genoma Humano (PGH), de financiamiento público internacional, y la empresa privada Celera Genomics respecto a dinero y libre acceso a la información.
El PGH comenzó sus investigaciones en 1990; está integrado por científicos de 18 países que trabajan con financiamiento público y ha dado a conocer sus resultados en forma parcial en los últimos años, que han sido consultados en todo el mundo por unas 10 mil organizaciones en forma gratuita, de acuerdo con un informe del Wellcome Trust.
Por el contrario, la estadunidense Celera Genomics, con sede en Rockville, Maryland, empezó sus trabajos hace dos años con recursos privados, y menos de 50 suscriptores han consultado, previo pago, su banco de datos.
Tras la publicación del código genético,
las acciones de Celera subieron 7.9 por ciento para cotizarse en 44.90
dólares en la bolsa de Nueva York. Sus clientes son institutos de
investigación científica y universidades, que emplean sus
datos para el desarrollo de nuevos medicamentos y en investigación
médica.
Expertos del PGH acusaron a la empresa de utilizar la
información del proyecto público, y el científico
Helmut Bloker, de la Sociedad de Investigación Biotecnológica
de Alemania, afirmó que los datos de Celera son menos precisos que
los del Proyecto Genoma.
El coordinador del equipo del PGH británico, John Sulton, afirmó que "el genoma humano no está en venta", y advirtió que abandonar las investigaciones genéticas al sector privado habría sido "criminal".
En la conferencia de prensa realizada en Londres para presentar los resultados del PGH, Sulton denunció que "hay quienes quieren hacer pagar una fortuna al resto de la humanidad para permitirle leer su propio código genético".
En París, el investigador Jean Weissenbach, director del Centro de Secuencias francés, acusó a Celera de utilizar los datos del servicio público. "Sin ellos no habría tenido éxito", y calificó el hecho como "una impostura".
Facilidades y restricciones
Para el ministro francés de Investigación, Roger-Gérard Schwartzenberg, los datos proporcionados por Celera podrían haber sido "confiscados" sin la investigación pública en vista del comportamiento de empresas privadas dedicadas a la genética.
El profesor del Instituto Japonés de Investigación Química y Física Yoshikuyi Sakaki subrayó que existen pocas diferencias en los resultados de ambos equipos, y calificó como un "perjuicio" la decisión de la empresa privada de permitir a los demás verificar sus datos.
El Proyecto del Genoma Humano presentó sus resultados en la revista británica Nature; todos los científicos pueden acceder a esa información libremente, mientras que Celera Genomics dio a conocer su trabajo en la revista estadunidense Science, con restricciones sobre su redistribución.
Mike Dexter, director del Wellcome Trust, una organización sin fines de lucro que participó en el financiamiento del PGH, señaló: "Al mantener el principio de acceso igual y gratuito para todos, estamos ayudando a reducir las diferencias entre los países ricos de occidente y nuestros colegas de las naciones pobres del mundo".
Sulton subrayó que la información del mapa del genoma humano es relevante para todos los pueblos y debe emplearse en beneficio de los mismos porque "es de propiedad pública e internacional. Es lo que estamos celebrando hoy: libertad de información y libertad de acceso".
Los investigadores europeos fueron más allá y advirtieron que los datos de las secuencias del genoma humano no son un invento, por lo que los genes no son patentables.
En medio de la polémica generada en Europa, los responsables de las investigaciones en Estados Unidos, Francis Collins, del PGH, y Craig Venter, de Celera Genomics, minimizaron su rivalidad y sostuvieron que el futuro de su colaboración es "prometedor". Ambas partes se reunirán en abril para comparar resultados.
Collins resaltó que existe "una gran cantidad de similitudes en las conclusiones, pese al distinto enfoque" con el que se realizaron las investigaciones, mientras Venter señaló: "Es uno de esos raros momentos de la ciencia en que uno recibe confirmación instantánea de su información", y aseguró que "algunos de nosotros hubiésemos preferido encontrar algunas diferencias".
Collins pronosticó que en unos diez años podrá estar disponible medicina preventiva personalizada, pero advirtió que ello se verá obstaculizado si las empresas no están dispuestas a invertir capital.
Venter destacó: "No hay suficientes científicos vivos en este planeta como para realizar avances significativos en la comprensión de toda esta información en su real complejidad por muchas décadas". La competencia en esta carrera, agregó, "es contra la muerte y el cáncer y otras enfermedades".
En tanto, el primer ministro británico, Tony Blair, felicitó al equipo de expertos de su país que participó en las investigaciones de una tercera parte del mapa genético. Declaró: "hoy estamos presenciando una revolución en la ciencia médica, cuyo impacto puede sobrepasar al descubrimiento de los antibióticos. El mapa detallado del genoma humano es el primer gran triunfo tecnológico del siglo XXI".