MARTES Ť 13 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť La deportistas está dispuesta a hacer carrera en EU
Gloria Ríos regresa al boxeo después de un año de no subir al cuadrilátero
JORGE SEPULVEDA MARIN
Luego de un año de ausencia de los cuadriláteros, la púgil Gloria Ríos regresará a los golpes el próximo sábado, cuando enfrente a su "gran amiga Adriana Chamosa, a quien quiero mucho como persona y como compañera, pero allá arriba a las dos nos perdemos hasta el respeto", estima.
Con el cabello pintado de rubio, casi blanco, la cara y el cuerpo delgados, pero el tono de voz vivaracho, la boxeadora sufrió tres operaciones a la vez; peritonitis, apendicitis y la extirpación de un tumor, por lo que debió pasar tres meses de reposo absoluto en su casa, sin hacer nada, salvo respirar y vivir, "porque mis amigos, mis vecinos y mi familia me ayudaron en todo lo que hacía falta para el quehacer de la casa y atender a los míos".
Sentada tranquilamente, la peleadora de 28 años de edad se animó bastante en diciembre cuando trabajó como ayudante de la campeona mundial Laura Serrano, quien estuvo aquí, ya que con ella platicó de la difícil situación que ambas han pasado, "pero eso me da ánimos a pensar que si hubiera una buena oportunidad, también yo podría irme del otro lado a buscar suerte".
Lo que pasa es que a las mujeres son los papeles (pasaporte, visa de trabajo) lo que las detiene, además de que antes de irte debes tener un buen contacto para que se conecten con la gente que hace las funciones, porque de otra forma sea acaban (físicamente) de esperar -buenas peleas y hacer un poco de dinero antes de regresarse.
La madre de dos hijos; Omar y Yadira, asegura que estaría dispuesta a sacrificar ambos para irse un tiempo al vecino país del norte, "a sabiendas de que cuando regresara, en dos o tres años quizá, ya tendría algo de dinero y les podría dar una mejor forma de vida, con más opciones para su futuro, pero sobre todo, con la idea de que fueran mejores de lo que ahora pueden ser".
Aunque admite que cuando entrenó con Laura sintió un poco de inseguridad, de temor sobre lo que podría hacer arriba del cuadrilátero, recuerda que pronto se le pasó, y se dio cuenta de que todavía tenía mucho que aprender, pero sobre todo, bastante que dar, porque el boxeo es una parte importante de su vida y quiere llegar a la cima en esta profesión, "aunque no se me olvida por nada que los golpes duelen mucho, pero hay que soportarlos".
Con su pasado en las drogas totalmente olvidado, la pintora y diseñadora de interiores asegura que ya ni piensa en aquello que tanto daño le hizo, ya que ahora su forma de escape (el boxeo) le exige que se meta totalmente, que piense, que se prepare, que salga a ganar, aunque las pagas recibidas no son muy buenas, pero por algo se tiene que empezar.