Ť Hay más de mil heridos y centenares de viviendas destruidas, informan autoridades
Nuevo terremoto de 6.6 grados deja al menos 157 muertos en El Salvador
Ť "Nos estamos concentrando en salvar vidas y atender a los heridos", dijo el presidente Flores
Ť Brigadas del ejército trabajan para rescatar a un número indeterminado de personas enterradas
CARLOS RAMIREZ CORRESPONSAL
San Salvador, 13 de febrero. Un terremoto de 6.6 grados en la escala Ritcher sacudió esta mañana El Salvador y dejó al menos 157 muertos, más de mil heridos y centenares de casas destruidas, justo un mes después del devastador sismo que el 13 de enero resultó en 847 muertos, miles de heridos y más de un millón de damnificados.
"Nos estamos concentrando en salvar vidas y poder atender a los heridos, pero también hay necesidad de remover escombros en va-rias vías importantes porque hay lugares incomunicados", dijo el presidente Francisco Flores al vi-sitar una de las zonas afectadas, el departamento de San Vicente, al este de la capital.
En rueda de prensa Flores dijo que el informe preliminar de víctimas era de 92 muertos y 714 heridos, pero más tarde el vocero de la presidencia, Luis López Portillo, afirmó que "lamentablemente si-gue aumentando, los muertos son ya 157 y los heridos sobrepasan los mil. Los damnificados todavía no están precisados, pero sabemos que son miles", refirió Afp.
El presidente confirmó además que brigadas del ejército trabajan para rescatar a un número no de-terminado de personas que quedaron enterradas en los derrumbes en poblaciones rurales de la zona central: "El impacto en estas po-blaciones es mayor que lo que su-cedió el 13 de enero".
En este sentido señaló que hay municipios en donde han quedado destruidas hasta 80 por ciento de las casas, mientras que la carretera panamericana "ha colapsado, se hundió una parte de los carriles".
Confirmó que el servicio de agua potable de San Salvador su-frió "graves daños" al quedar destruida una tubería de la zona norte.
Llamado urgente al mundo
El mandatario, consignó Afp, lan-zó un urgente llamado a la comu-nidad internacional para crear "una nueva fuerza de trabajo" pa-ra atender a las víctimas del nuevo terremoto, y precisó que se necesitan hospitales móviles y tiendas de campañas para atender a los heridos, al aclarar que otras brigadas no pueden descuidar las áreas si-niestradas el 13 de enero.
"Estados Unidos, Guatemala y Nicaragua ya colocaron en el país los helicópteros que necesitamos para establecer los puentes aé-reos" con las comunidades que quedaron aisladas, dijo Flores, en tanto se informaba que la Comisión Europea anunciará este jueves un nuevo paquete de ayuda para el país centroamericano.
El Ministerio de Educación de-cidió por su parte suspender las clases y ordenó la evacuación de escuelas públicas y colegios privados, mientras se conocía que una veintena de niños y su maestra murieron al caerse una escuela del municipio de Candelaria, a unos 40 kilómetros de la capital.
La televisión mostró esta noche imágenes de la escuela, construida con adobe y administrada por la Iglesia católica.
"Los niños de parvularia y se-gundo grado estaban dentro de sus aulas, en eso vino el temblor y las paredes y el techo comenzaron a caer", declaró la directora de la es-cuela, quien se encontraba en es-tado de shock, mientras que un pequeño de unos ocho años relataba cómo había visto desaparecer a sus compañeros de estudio.
El Centro de Investigaciones Geotécnicas dijo que la magnitud del sismo fue de 6.1 grados Richter, mientras que el Ministerio de Obras Públicas habló de 6.3, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos lo situó en 6.6, mientras que el Servicio Nacional de Información de Sismos de ese país se-ñaló que fue de 5.7 grados.
Más allá de la cifra exacta, los salvadoreños vivieron esta mañana a las 8:22 hora local un sismo de 20 segundos, suficientes para provocar pánico en una población que todavía no se recupera del trauma del sismo de hace un mes, que además fue seguido por un centenar de réplicas.
En esta capital, los empleados de los edificios gubernamentales fueron desalojados, mientras mu-cha gente lloraba u oraba por las calles; otros trataban inútilmente de llamar a sus familiares, ya que el servicio telefónico quedó inutilizado por más de dos horas.
En el centro de San Salvador, la mayoría de los comercios cerraron sus puertas, y se registró un caos vehicular cuando los semáforos de toda la ciudad dejaron de funcionar por más de una hora.
En áreas residenciales la gente salió de sus casas, particularmente en la colonia Zacamil, donde vi-ven una 30 mil personas en edificios multifamiliares.
San Vicente, el más golpeado
Los daños en el área metropolitana fueron mínimos, según la alcaldía. Una de las zonas más golpeada fue el departamento de San Vicente, donde el centro de su ca-pital quedó en pocos segundos convertido en polvo: la alcaldía, el centro judicial y el mercado resultaron con severos daños.
Con ayuda de las autoridades, parte de los 40 mil habitantes de esa ciudad montaron tiendas de campañas en parques o estadios deportivos, pero el pánico persistía porque hubo varias réplicas.
Los movimientos telúricos produjeron derrumbes en el volcán Chicontepequec, que tiene enormes grietas y amenaza con nuevos deslizamientos de tierra.
"Quisiera saber cómo están nuestros familiares en San Vicente", repetían los mensajes que llegaban a radios locales. Además, el terremoto causó daños en las vi-viendas de las aledañas poblaciones de San Cayetano, Guadalupe, Verapaz, San Esteban Catarina, Ixtepeque y Santa Cruz Michapan.
"Una pared se me vino encima, pero mis nietos me sacaron rápido", dijo una anciana que resultó con fracturas y lesiones, al ser atendida en San Vicente, donde decenas de personas caminaban esta mañana en busca de sus familiares y de ayuda.
En uno de los parques ya se encuentra instalado un contingente de socorristas venezolanos, en-tre médicos y militares, que llegaron desde el pasado terremoto.
Cabe recordar que El Salvador aún permanecía en estado de emergencia desde el 13 de enero, tras el violento sismo que además de muertos dejó pérdidas económicas preliminares de mil millones de dólares.
Este día estaban programados servicios religiosos en las iglesias del país para recordar esa tragedia, pero debieron ser suspendidos tras este nuevo golpe de la naturaleza.