MIERCOLES Ť 14 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Henrique González Casanova se declara por la concordia y el respeto mutuo en la UNAM

Acto masivo en Ciencias Políticas contra la violencia y para reivindicar la razón

Ť Afloran divisiones en el seno del CGH: El Mosh y Mario Benítez, en pugna con El Diablo


KARINA AVILES

Desde un pasillo de la Facultad de Ciencias Políticas que sirvió de balcón, el maestro emérito Henrique González Casanova se dirigió a los universitarios, quienes con pancartas y libros en alto aguardaban abajo, en la explanada de la escuela, para rechazar la violencia y reivindicar la razón.

"Quiero votar por la palabra, como fundamento de la democracia; quiero afirmar que la mayoría de votos decide dentro de la ley la designación de representantes públicos, pero no resuelve los problemas que competen al conocimiento y a la razón", expresó el académico, mientras unos gritos de "šhuelga!", desde un extremo de la plancha intentaban, sin lograrlo, acallar la voz.

Con tono enérgico continuó: "Por mayoría de votos se llevó a cabo la condenación de Galileo, por mayoría de votos llegó Mussolini y el fascismo a Italia, por mayoría de votos llegó Hitler y el nazismo a Alemania, por mayoría de votos llegó Franco y la Falange a España".

El de ayer fue un acto de "desagravio" a los profesores y funcionarios agredidos por miembros del CGH, en el que las rencillas existentes entre los miembros de la comunidad no pasaron de ahí. Y, en cambio, sí se evidenció la pugna entre el grupo del CGH para el que, según Alberto Pacheco, El Diablo, el hecho de "encuerar a los profesores estuvo bien -y no fue un error-, porque fue una decisión democrática de una comisión de asamblea", y el sector -de El Mosh y Mario Benítez- que asume "el error pero porque se cayó en la provocación".

La manifestación con pancartas y libros, aunque llenó la explanada de la facultad, apenas duró media hora para evitar la exacerbación de los ánimos. Poco antes de las 11 de la mañana, micrófono en mano, el consejero técnico Héctor Zamitiz comenzó con una síntesis curricular de los 32 agraviados. En seguida se pidió un minuto de silencio, respetado por unos y roto por los del CGH, quienes ni siquiera coincidían a la hora de lanzar sus consignas.

Las pancartas con la leyenda: "razones sí, violencia no" y los libros -algunos llevaron la legislación universitaria- fueron levantados por 60 minutos. Después tomó la palabra la profesora Teresa Lozada, quien antes de presentar al orador, González Casanova, hizo un llamado para no permitir que la intolerancia domine la academia.

En el pasillo, flanqueado por el director de la Facultad de Ciencias unam-4 Políticas y Sociales, Fernando Pérez Correa, González Casanova prosiguió con su mensaje. Uno de los paristas gritó: "šFascistas que nos quieren ver desde arriba!".

-ƑPerdón? -dijo González Casanova. Desde arriba los veo y desde abajo los oigo y les hablo y los invito a hablar...

Tronaron los aplausos y los "cachún, cachún, ra, ra", mientras los paristas vociferaban: "šQue se bajen, que se bajen!". La voz continuó: "Voto por el diálogo y la conversación, por la concordia entre los universitarios y el respeto mutuo... Estoy con Justo Sierra cuando define a la universidad como una república dentro de la república. Admito el derecho a equivocarse de todos los aquí presentes, incluyéndome a mí, pero no admito el que se use la libertad de la universidad para violarla en su derecho social", individual, como institución nacional y en su derecho a ser una institución pública.

Conminó a los que dicen "querer hablar y dialogar" a evitar el ruido como medio de persuasión. También invitó a hacer de aquel espacio un patio de la palabra viva para convivir en concordia, con el objeto de entender y entendernos, "de comprender y enriquecer nuestro espíritu para que la raza hable efectivamente por el espíritu". Para concluir el acto, un profesor pidió un minuto de silencio más por la "paz, la tolerancia y el valor universitario". Y volvieron a levantarse las pancartas y los libros. Atrás, miembros del CGH gritaban: "šDiálogo, diálogo, diálogo!", "huelga, huelga, huelga" y coreaban "porque el color de la sangre jamás se olvida...".

Diálogos subterráneos

De inmediato, los cegehacheros formaron un círculo en el que los dirigentes pasaron en medio a hacer declaraciones, no sin antes vociferar: "šFuera Pérez Correa!". El Mosh calificó al director como "el genio de la provocación" y según él "la comunidad se siente agraviada porque sabe que la provocación se montó para que se nos expulse".

Jorge Martínez Valero apuntó: "Nos deslindamos -de la agresión contra profesores-, no caemos en ese cinismo, esa es una posición de quienes dicen primero que no van a ir a firmar y luego lo hacen (El Mosh, Benítez y La Pita)... Y no consideramos que fue un error (la vejación). Nosotros sí sostenemos nuestras acciones porque (los agraviados) no estaban en calidad de académicos".

Aparte, El Mosh y El Diablo discutieron sus diferencias. El Diablo reclamó a El Mosh "no reinvindicar" el agravio a los profesores. "ƑEl CGH no puede reconocer errores?", increpó El Mosh. "Cuando tú dices 'sí, cometí un error', eso quiere decir 'sí, discúlpenme, soy culpable'", replicó El Diablo, y le dijo que él no tenía por qué aclarar decisiones tomadas por el grupo de El Mosh y de Mario Benítez como la de no acudir a firmar al Reclusorio Norte y después retractarse. O qué -replicó El Diablo-, "Ƒquerían que sacara un volante diciendo que yo no decidí ir a firmar?".