Ť Para el sexoservidor es igual su cumpleaños, día de las madres o del amor

Hoy la gente que está sola vendrá a pedir cariño, aunque sea comprado: Liliana

ARTURO CRUZ BARCENAS

 Hoy, para Liliana, el Día del amor y la amistad será, sin más, como cualquier otro. En su esquina, sobre Tlalpan, a un lado del hotel del mismo nombre, esperaba ayer en la noche a uno de los clientes que le dejan entre 500 y 3 mil pesos por jornada, con los cuales se mantendrán ella y su pareja, por quien "da todo".

A sus 22 años no cree en eso que llaman amor, ni espera recibir chocolates ni globos ni ir al cine. "Si en eso creen unos, pues está bien". Es más, recuerda que el año pasado tan le tienen sin cuidado esos festejos que se la pasó con su familia, en Veracruz. "Mañana (hoy) será como mi cumpleaños... sin importancia".

Regala sus encantos por 300 pesos

Operada de todo, menos de "ahí", regala sus encantos, su cuerpo, su tiempo, su compañía, por 300 pesos. "Incluye sexo oral y penetración... profesional"; esto último lo dice cotorreando el título de una película de próximo estreno.

"Para algunos este día debe ser bonito. La gente como yo vendemos amor, que es algo por lo que se sufre mucho... la verdad".

A unos pasos, sus compañeros de esquina se ríen de ella. "¿No que ese ?el entrevistador? era un cliente? Hasta dijiste 'ahí viene mi amor'. ¡Bah!". Ella también ríe, se carcajea.

-¿Haz querido mucho?

-Sí, mi amor, dos veces me he enamorado y me ha ido muy mal. Ya ves, todo lo que empieza, termina.

-¿Vale la pena celebrar al amor, un día?

-Sí, claro, pero sólo cuando eres correspondido, pero cuando das amor sin recibir nada a cambio, pues es mala onda, ¿no?

-¿Hay clientes que se enamoran de ti?

-Todos pasan y te dicen estás muy bonito, que qué guapa, que te van a poner casa y que te van a sacar de aquí, pero, pues, no pasa de palabras. Eso me lo dicen todos, no solamente los borrachos.

Dice que nació hombre, "pero desde el principio me gustó la putería y aquí estoy. ¿Qué si me gusta que me digan puta? Pues soy sexoservidora, ¿no? ¿Eh? Claro que todos tenemos derecho a amar; somos personas.

-¿Aumenta el trabajo en el día del amor?

-Sí, eso me han dicho, porque yo sólo llevo en esto un año y medio. El año pasado la pasé en donde nací, en Jalapa, Veracruz. El que quiera pasarla bien mañana (hoy, hoy, hoy) nomás necesita venir, solicitar su servicio y nos vamos. Cobramos 300, mi amor.

-¿Por qué los hombres prefieren los servicios de ustedes y no los de una mujer?

-Porque en su casa no les dan lo que aquí obtienen. Hay mujeres que son tan... simples. Yo cuando me enamoro lo doy todo sin recibir nada a cambio. No siempre me va bien.

-¿Por qué te fue mal?

-Pues porque soy hombre. Si a las mujeres las dejan... yo qué me puedo esperar. ¡Yo no espero nada de nadie! ¡Para nada! Hoy, por ejemplo, será un día normal, como el de mi cumpleaños, como el de la Navidad, como el de las Madres. Cada cabeza es un mundo y puede ser que a los otros (a unos pasos) les pasen ideas diferentes.

-¿Te amargaste por los dos fracasos que citaste?

-¿Se nota que estoy amargada? No, para nada. Hoy, la gente que está sola vendrá a pedirme cariño, aunque sea comprado.

-¿Te haz enamorado de un cliente?

-No. Lo ves un día y no lo vuelves a ver nunca. Hay unos que regresan.

-¿Te hubiera gustado nacer mujer?

-Claro, por eso es esta apariencia.

-¿Quiénes sufren más, los hombres o las mujeres?

-Los gays; somos discrimiandos por la sociedad. Un gay lo da todo cuando se enamora. Dinero, el cuerpo, sin recibir nada a cambio. Yo no quiero que me quieran; sólo quiero gozarla, pasármela bien, gozar del momento.

-¿No crees en el amor eterno, como dice Juan Gabriel?

-¡No! Para nada. Si te digo que a las mujeres las dejan. ¿Qué me puedo esperar yo? El día del amor debe ser todo el año, no nada más hoy.