JUEVES Ť 15 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť También acuerdan convocar a más tardar en enero de 2002 a la 18 Asamblea Nacional
Dos grupos de poder determinan la permanencia de Sauri al frente del PRI
Ť Intensas negociaciones entre Francisco Labastida, Manuel Bartlett y Humberto Roque
ENRIQUE MENDEZ Y ANDREA BECERRIL
Luego de 24 horas de negociaciones, dos grupos de poder en el PRI determinaron anoche la permanencia de Dulce María Sauri como dirigente nacional del tricolor, convocar a más tardar en enero de 2002 a la 18 Asamblea Nacional, ampliar el Consejo Político Nacional y definir un método democrático para la posterior designación de un Comité Ejecutivo Nacional.
Estos acuerdos, tomados por la cúpula del partido, serán ratificados en la sesión extraordinaria del consejo, que sólo será deliberativa, porque la discusión sobre la dirigencia se agotó con el consenso asumido en los primeros minutos de este jueves.
Al terminar una reunión de más de siete horas en las oficinas senatoriales del PRI, en la torre El Caballito, Francisco Labastida Ochoa negó que hubiera tenido un candidato y señaló que al final del encuentro la mayoría coincidió en pedirle a Sauri Riancho permanecer como presidenta del PRI. "Le planteamos que no era conveniente su renuncia". El senador Humberto Roque, uno de los que intentaron que se nombrara como interino a Manuel Bartlett, reconoció también que la tendencia general fue a favor de que el tema de la dirigencia no sea debatido en el consejo.
Todos se allanaron a esta propuesta, incluido el gobernador de Oaxaca, José Murat, con el argumento de que una dirigencia de transición podría convertirse en una definitiva, y porque no había el compromiso de convocar a un proceso abierto.
Ixtapan de la Sal, sede del consejo
Las negociaciones, al margen del Consejo Político Nacional (CPN) -que se reunirá a partir de mañana viernes en Ixtapan de la Sal-, se iniciaron a la medianoche del martes en la casa del ex candidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, en Lomas Virreyes, se suspendieron a las 4:00 horas de ayer, y se reanudaron a las cinco y media de la tarde en las oficinas del PRI en la torre de El Caballito.
El punto que dividió aún más a los priístas fue el nombre de quien podría suceder en la presidencia del PRI a Dulce María Sauri Riancho. Un grupo -que primero se reunió en la casa de Manuel Bartlett Díaz, en las Lomas- llevó a la casa de Labastida la propuesta de que el propio Bartlett fuera el presidente ''de transición'' del tricolor.
La iniciativa, que llevó personalmente el gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, fue rechazada por Labastida Ochoa, con el argumento de que los estatutos del partido no prevén la figura de una presidencia interina, sino de cuatro años, y que el dirigente del organismo político no debía ser ninguno de los cuatro que compitieron por la candidatura presidencial en 1999.
En ese momento, Labastida propuso a Mariano Palacios Alcocer como presidente del PRI; a Rafael Rodríguez Barrera como secretario general, y al ex subsecretario de Asuntos Religiosos, Guillermo Jiménez Morales, como secretario técnico del Consejo Político Nacional.
Por la tarde, Murat, el senador Ulises Ruiz, el diputado Carlos Jiménez Macías, Samuel Aguilar, el ex diputado José Manuel García García y el senador Humberto Roque Villanueva, se reunieron en la casa de Bartlett. A la medianoche, Murat se trasladó a la residencia de Labastida, y a las cuatro de la mañana de ayer no se logró ningún acuerdo, a pesar de que el gobernador sugirió un pacto político.
Anoche, después de cuatro horas de "fuertes jaloneos", cuatro gobernadores -de los diez que asistieron al cónclave en El Caballito- optaron por retirarse de la reunión. Los de Quintana Roo y de Campeche, Joaquín Hendricks Díaz y José Antonio González Curi, expresaron que Sauri podría quedarse en la presidencia del tricolor.
''Muy probablemente, Ƒpor qué no?", dijo Hendricks. "Tenemos una dirigencia", reforzó González Curi. Ambos gobernadores expresaron que los mandatarios estatales del PRI no pretenden suplantar al Consejo Político. El gobernador de Guerrero, René Juárez Cisneros, de plano no quiso continuar debatiendo. "Van muy lentos. šTengo mejores cosas que hacer en Acapulco!", exclamó.
A la medianoche, Humberto Roque Villanueva informó que no había acuerdos, y que la tendencia que percibió es por la permanencia de Sauri Riancho, ya sea hasta el límite estatutario de cuatro años o cuando se lleve a cabo la 18 Asamblea Nacional, y confirmó que serán invitados a la sesión del CPN tanto Labastida, como Roberto Madrazo y Bartlett Díaz.
A esa hora, el salón de reuniones del PRI estaba casi vacío. En el presidium quedaban Labastida, Sauri Riancho, Sergio García Ramírez y los coordinadores parlamentarios, Enrique Jackson y Beatriz Paredes Rangel. Bartlett Díaz se había retirado, quedaban unos cuantos presidentes de comités estatales, los gobernadores de Oaxaca, José Murat, y del estado de México, Arturo Montiel Rojas, y el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Leonardo Rodríguez Alcaine.
Además de la disputa por la dirigencia, surgió otro punto de conflicto por la sede del CPN, que se cambió a Ixtapan de la Sal. "Lo sacaron de su escenario natural para hacerlo en lo oscuro", dijo un consejero anoche.
A su llegada a la reunión, Labastida Ochoa expresó su desacuerdo con la propuesta de Manuel Bartlett, Humberto Roque Villanueva y Roberto Madrazo de designar una dirigencia "de transición".
"Los estatutos -dijo el sinaloense- nunca hablan de que haya una dirigencia interina. Podría decidirse con un acuerdo político, pero si queremos un presidente del partido fuerte, es necesario que lo sea por cuatro años, no sólo por uno".
Rechazó encabezar un grupo que pretenda apoderarse del PRI. "Yo no puedo formar parte de ningún grupo, tengo mi propia opinión y la defiendo. No se trata de qué grupos se queden en el partido, sino que todas las corrientes estén representadas, que sea un organismo que agrupe y una, no que separe y divida", afirmó.
Horas antes de participar en el cónclave de priístas en el quinto piso de la torre de El Caballito, Sauri Riancho dijo que esta reunión sólo tenía calidad de "preparatoria" al CPN, y que en ella no se decidiría el nombre del próximo presidente del partido.
"No pretende, y no lo permitiríamos, usurpar una decisión que es exclusiva del Consejo Político Nacional. Pero sí tenemos que hablar entre nosotros. La dirigencia debe ser para reforzar la unidad del partido. Nosotros no proponemos ni obstaculizamos a nadie. No podemos sacar conejos de la chistera, por eso estamos poniendo a consideración (de los grupos) la agenda del consejo", expresó.
Una vez más, la dirigente del PRI afirmó que tanto Francisco Labastida Ochoa como Roberto Madrazo Pintado tienen "el legítimo derecho de buscar alianzas y negociar", pero que no serán ellos quienes decidan el cambio de presidente del partido, sino el Consejo Político.
"Quienes no son consejeros pueden opinar, pero no decidir. Nadie, por más importante que sea o se sienta, puede imponer o avasallar al consejo".
-ƑY la posibilidad de un albazo?
-No hay oportunidad para albazos. Eso sí, todos somos muy madrugadores, y sobre todo cuando se trata de temas importantes. Pero no habrá ni madruguetes ni albazos en el consejo.
La sesión iniciará la tarde del viernes. Continuará el sábado, y sólo si no se han agotado los temas seguirá el domingo.