JUEVES Ť 15 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Se oponía al desalojo de 17 familias en el barrio Confluencia, en Neuquén

Enfrentamientos en Argentina tras la muerte de un joven desempleado que se prendió fuego

Ť Cuestiona Madres Fundadoras de Plaza de Mayo la indiferencia ante el suceso

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 14 de febrero. Cientos de personas se rebelaron esta tarde y se enfrentaron con policías en la provincia sureña de Neuquén, al enterarse de que por la tarde murió un joven desocupado que ayer se prendió fuego tratando de resistir el violento desalojo de 17 familias pobres refugiadas en humildes casas del barrio Confluencia. La imagen sobrecogedora fue filmada por camarógrafos que fueron a observar el desalojo dispuesto por el juez Roberto Abeleira, quien llegó acompañado por fuerzas de elite de esa provincia.

Mientras los policías golpeaban a las familias, el joven los enfrentó con un bidón de gasolina en la mano advirtiendo que no sacaran a los niños porque se iba a prender fuego. Nadie hizo caso y finalmente cumplió con su palabra arrojándose al suelo, convertido en una tea humana y gritando desesperado. Sólo unos minutos después alguien reaccionó, pero era tarde. Las imágenes y fotografías dieron la vuelta al país, sin embargo, muchos periódicos importantes esta mañana guardaron silencio frente a un drama que es cotidiano aquí.

"¿Dónde están los derechos humanos cuando cada día cientos de desocupados son arrojados a las calles, dejando a niños en el desamparo? ¿Qué sucede en este país y con qué moral van los organismos humanitarios a condenar a otros cuando estamos viendo esta imagen?", se preguntó Nora Cortiñas de Madres Fundadoras de Plaza de Mayo. En Neuquén el enfrentamiento de la policía con los enfurecidos vecinos, dejó un saldo de varios heridos y detenidos.

La soledad y desprotección de estas familias se hizo evidente: sólo se menciona el apellido Arias del joven muerto. "Sin nombre, como sin trabajo, sin casa, sin vida digna, el es el ejemplo más terrible de la tragedia que se está viviendo y el desamparo de millones de personas que el sistema arrojó a las calles. Este sistema es el mayor violador de los derechos humanos y esto sucede a casi un mes de que se recuerde aquí el genocidio de la dictadura militar (1976-1983). Ahora estamos ante otro genocidio y nadie hace nada", dijo Adolfo Pérez Esquivel, quien junto a dirigentes de diversos organismos humanitarios prepara los actos del próximo 24 de marzo, cuando se cumplan los 25 años del golpe militar.