VIERNES Ť 16 Ť FEBRERO Ť 2001
Thomas F. McLarty III
Fox y Bush, tráfico de soluciones y posibilidades
La reciente candidatura al Oscar de la película Tráfico seguramente motivará que miles de personas vayan a verla y se queden con la impresión de que el tráfico de drogas corrompe a personas en ambos lados de la frontera de México y Estados Unidos, y que existen personas honestas en los dos países, que trabajan arduamente, día con día, para ganar esta lucha.
A la luz del viaje de George W. Bush a México, el primero que hace con la envestidura de presidente, es significativo cómo la misma lógica reverbera en la relación bilateral, los retos y las oportunidades en cada país atraviesan la frontera que nos divide, y juntos podemos avanzar con esperanza o desesperarnos por nuestras fallas.
Consideremos algunos pronunciamientos recientes de los presidentes Fox y Bush. Como candidato a la presidencia, el año pasado Bush habló sobre una política energética hemisférica, en la que participen Canadá, México y Estados Unidos. Y como Presidente, enfrentando la crisis energética en California, abiertamente sugirió que la energía de México podría ayudar a resolver el problema de ese estado. Ambas posiciones son sorpresivas, porque Estados Unidos ha buscado la autosuficiencia energética y adquirirla de México ahora concatena con ese punto de vista.
Paralelamente a esto, el presidente Fox ha ofrecido a Estados Unidos ayudar a regular el problema del flujo de inmigración. Durante su visita a Washington, en agosto del año pasado, declaró que no es la política correcta construir muros, militarizar la frontera y gastar millones de dólares para prevenir la migración. Fox ha manifestado que el problema migratorio no sólo es de Estados Unidos sino que es un problema compartido. Las familias mexicanas sufren angustia mientras que muchos estadunidenses carecen de sensibilidad para entender las causas que provocan estos peligrosos cruces de la frontera.
Estas dos vertientes -la nueva manera de pensar uno sobre el otro y la conciencia popular de que la frontera liga vidas en ambos países- construyen las bases para una relación mucho más madura y equitativa entre México y Estados Unidos. Los dos presidentes parecen ser socios naturales: ambos son ex gobernadores con sensibilidad hacia las políticas y necesidades de los estados; son ex-empresarios, con un amplio entendimiento de asuntos laborales, y tomaron posesión casi de manera simultánea, por lo que su relación empieza con una nota especial de compañerismo. La pregunta crucial es, dadas todas estas coincidencias, Ƒque será de la relación entre Bush y Fox?
Podemos suponer que en su primer encuentro tratarán los temas usuales de la relación bilateral, como son combate al narcotráfico, comercio y asuntos económicos, y destacan dos áreas de importancia creciente y con muchas posibilidades de éxito:
Asuntos laborales. Un estudio realizado a principios de semana por el Panel Migratorio México-Estados Unidos, conformado por líderes de los sectores político, laboral y empresarial, ofrece una guía para identificar medios para facilitar el tránsito de personas en la frontera de manera segura y legal. La migración no es sólo un asunto referente a gente pobre en busca de mejores oportunidades, sino referente a los flujos de trabajadores de una nación a otra. El reto inmediato es tratar de encontrar el balance justo para que el éxito de una nación no se convierta en pérdidas para la otra. En Estados Unidos, entes tan diversos como Alan Greenspan, el sindicato laboral AFL-CIO y la Cámara de Comercio concuerdan que durante la siguiente década habrá más oportunidades laborales en Estados Unidos que trabajadores para ocuparlas. Sin embargo, México no puede perder a sus mejores trabajadores, los cuales emigran a Estados Unidos en busca de oportunidades y prosperidad. El reporte del panel les pide a los Presidentes Fox y Bush trabajar en una estrategia donde la migración legal sea la norma, el paso ilegal de personas termine, las condiciones de vida en ambos países mejoren y el desarrollo económico de México se expanda para evitar que los mexicanos necesiten emigrar al norte por razones netamente económicas. El secretario de Estado, Colin Powell, ha declarado que la frontera entre México y Estados Unidos debería ser vista como una oportunidad y no como un problema. El panel considera que la frontera es una zona donde las ideas convergen y no donde los intereses nos separan. De cualquier forma, al término de su reunión, los dos presidentes deben coincidir en que la migración será el área donde la dignidad humana, el sentido común y el estado de derecho coincidan.
Energía. Actualmente, México provee suficiente energía a California para darle electricidad a 50 mil hogares. Sin embargo, la demanda de electricidad en Estados Unidos registra un crecimiento anual de 6 por ciento, mientras las necesidades energéticas de México también se incrementan año con año. Obviamente, el requerimiento de fuentes confiables de energía en ambos países crecerá dramáticamente en los próximos años, y México bien pueda ser nuestro proveedor. Los recursos mexicanos de petróleo y gas natural abundan, aun así Pemex no cuenta con recursos adecuados para explotarlos debido, en parte, a restricciones constitucionales. La legislación fiscal mexicana requiere que Pemex financie la tercera parte del gasto federal dejando poca liquidez para la modernización o desarrollo de este sector. El resultado es la sub-utilización de un gran recurso nacional. Sin embargo, el presidente Fox por primera vez ha buscado apoyo del sector privado para lograr que Pemex modernice su organización para aprovechar mejor sus recursos energéticos y también ha hablado sobre cooperación fronteriza en este sector, lo cual ha sido aceptado con gran entusiasmo por el presidente Bush y ligado a su propuesta de un mercado energético común estadunidense. Los presidentes Fox y Bush deben trabajar de manera creativa para modernizar la industria energética en México y responder a las necesidades energéticas de Estados Unidos, abasteciendo así el crecimiento económico por muchas generaciones.
El presidente Fox y su equipo de asuntos internacionales han dicho que su administración será un participante activo en asuntos internacionales y líder para la globalización. México ha tomado medidas muy positivas como abrazar el cambio, abrir sus mercados y demostrar un verdadero compromiso democrático, y la frontera con los Estados Unidos es parte de un potencial lazo billonario para la cooperación y el talento, y no solamente fuente de problemas. Es por esto que México, como buen vecino, ha señalado que está listo para ayudar a Estados Unidos a afrontar sus propios retos. Este es el más claro ejemplo de cómo ha cambiado la relación bilateral en los últimos 150 años, y deberá ser, sin duda, la pieza central de esta cumbre de cowboys entre George W. Bush y Vicente Fox.
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Thomas F. McLarty III fue el primer jefe de asesores de Clinton y posteriormente fungió como enviado especial para las Américas, el representante personal del presidente para todas las naciones del continente. Actualmente es vicepresidente de Kissinger McLarty Associates, un despacho de asesoría estratégica con sede en Washington, y funge como co presidente del Panel México-Estados Unidos para la Migración