Ť Solicita el gobierno mayor ayuda internacional
Sin techo ni alimentos más de 160 mil salvadoreños
Ť Pérdidas superiores a 2 mil 600 mdd por los terremotos
CARLOS RAMIREZ CORRESPONSAL
San Salvador, 15 de febrero. Más de 160 mil damnificados por el terremoto del pasado martes, que dejó 283 muertos y casi tres mil heridos, según el último balance, enfrentaban hoy en la región central de El Salvador la falta de techo, alimento y agua potable, mientras reinaba en todo el país un ambiente de nerviosismo, luego que expertos admitieran que seis de las decenas de réplicas ocurrieron en el mismo lugar donde tuvieron su epicentro los terremotos del 1965 y de1986.
En los departamentos más golpeados por el sismo del martes, que tuvo lugar exactamente un mes después de otro terremoto que dejó más de 800 muertos, el dolor es el pan de cada día.
En Cuscatlán, San Vicente y La Paz, miles de damnificados duermen a la intemperie, muchos a la par de los ataúdes que guardan los restos de familiares. En al menos 25 poblados, 80 por ciento de las viviendas se han derrumbado, y no hay esperanzas de reconstruirlas a corto plazo.
Importantes carreteras continúan obstruidas por los derrumbes o con grietas de consideración. La única habilitada es la del Litoral.
Muchos cadáveres aún no han sido rescatados.
Según las autoridades en San Vicente se han reportado 32 sepultados
bajo los escombros y en La Paz 37.
Y esta capital, gravemente afectada en el pasado sismo
del 13 de enero, no está a salvo. Un grupo de expertos admitió
que no puede hacer pronósticos sobre el comportamiento telúrico,
y por ello no puede asegurar a la atemorizada población que no habrá
otro sismo.
El director del Comité de Emergencia Nacional (CEN), Mauricio Ferrer, admitió por su parte que la institución recibió unas 400 llamadas telefónicas de personas que viven en las faldas del Cerro San Jacinto, en la periferia de la capital, reportando ruidos que provenían del subsuelo; lo mismo sucede en otros puntos del país: la gente asegura que antes de las réplicas se escucha una especie de "rugido".
Aunque la mayor parte de las veces los llamados a la calma no surten efecto, ya que quienes los hacen no lucen convencidos, también muchos manifiestan resignación, como si todo fuera un castigo divino.
Los rumores se multiplican. Circula uno según el cual el gobierno tenía un informe de lo que sucedería; otro que dice que Estados Unidos ha ordenado al personal de su embajada abandonar el país. Laincertidumbre es la constante en la capital, mientras el luto y el dolor lo son cotidianos en la zona central del pulgarcito centroamericano.
Por otro lado, las clases continúan suspendidas en los tres departamentos más afectados por el último terremoto, mientras se reportaba una saldo preliminar de 50 escuelas destruidas.
Mientras, funcionarios de la cancillería se reúnen con el cuerpo diplomático para exponerle la situación de emergencia, ya que la ayuda fluye lentamente. La canciller María Eugenia Brizuela precisó que "se necesitan víveres", así como donaciones de sangre y asistencia médica. En tanto, la reina Sofía de España visitó zonas devastadas por los dos terremotos, que según cálculos divulgados hoy dejaron pérdidas por más de 2 mil 600 millones de dólares.
Pese a la tragedia, que puede desembocar en una catástrofe social debido a los daños a una economía ya en crisis, las divisiones políticas se hacen patentes. Así, el gobierno del presidente Francisco Flores rechazó una propuesta del izquierdista FMLN (opositor), de unificar criterios para llevar un planteamiento único a la reunión del grupo consultivo en Madrid, donde se espera obtener financiamiento para la reconstrucción nacional.