Ť Nostálgico concierto en el Auditorio
Si viviera la historia de Y cómo es él, no sería tan tierno: Perales
ARTURO CRUZ BARCENAS
En su paraíso, José Luis Perales aboga por la utopía, entendida como sueño, y pone en el centro al amor, fuerza con la que espera, con optimismo, que en el mundo de las diferencias haya un lugar para todos, pobres y ricos, feos y bellos, tontos e inteligentes. No es utopía; es, si acaso, mística ilusión, se comentó durante la conferencia de prensa del cantante español, 24 horas antes de su concierto en el Auditorio Nacional, en el día del amor y la amistad.
Las rueditas de prensa para 10 periodistas, ni exclusivas ni conferencias en sí, cansaron al cantautor a tal punto que a las 21:00 horas ya estaba harto, pero respondió de muy buena gana. Puso el acento en su nuevo material discográfico: Me han contado que existe un paraíso, título también del tema con el que inició su presentación el pasado miércoles, ante un Auditorio Nacional lleno. Lo que sorprendió fue ver a gente cuarentona y treintañera (y algunos abuelitos), pero también a chavitos hip-hoperos que cantaron a todo pulmón Y tú te vas.
La melodía que se traduce en torbellino provocó aplausos y gritos de jovencitas. Lejos de la parafernalia, Perales puede presumir, si quiere, que la gente va a oír su música, no a ver chispitas y escenografías del soldado del amor o los malabares no fortuitos de Arjona, de quien Perales no se siente cerca, aunque sí de otro cantautor: Serrat.
¿Y cómo es el?
Los remolinos circulares y una despedida. La intimidad revelada en la frase "Cuando estoy con ella, estoy contigo". El paso siguiente fue la architarareada Me llamas, un adiós y el celo de ver que ella ya no se pondrá bonita para uno, sino para el otro.
Vuelve al optimismo, a los ojos color de mar, "sí, ya se que el tiempo es algo que se va, que no lo para el llanto ni la risa". Viene la más polémica de sus creaciones: Y cómo es él, la del cornudo preguntón. En la rueda de prensa dijo que sí es un marido el que le pregunta a su esposa por el socio. Aceptó que luego de tratar el tema con su esposa, si a él le pasara eso en la vida real "no sería tan tierno".
Canta América y regresa una, dos, tres veces. Fue un concierto para varias generaciones de un cantante que afirma no saber cuál será su último disco o concierto. Que prefiere, añade, cuidar su viñedo, estar con su familia.
Finaliza con Te quiero, ese in crescendo que hizo llorar a dos jovencitas en el balcón del Auditorio Nacional.