SABADO Ť 17 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Con Martín Castro Rocchi, suman ya 71 los jóvenes que recuperan su identidad

Abuelas encuentran otro hijo de desaparecido

Ť Artistas, intelectuales, periodistas y escritores argentinos se oponen a voto contra Cuba

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 16 de febrero. Después de años de búsqueda, Martín Castro Rocchi pudo co-nocer la identidad de sus padres, desaparecidos durante la pasada dictadura militar (1976-1983), y rencontrarse con un tío pa-terno, quien vive en España.

Sin embargo, el caso del joven de 26 años es diferente al de otros hijos de desaparecidos que fueron robados durante la dictadura, ya que sus padres adoptivos, Hebe de Pascuale y Marcos Mayta, habían recibido al niño de manos de una pareja amiga de los progenitores del menor, cuando éstos ya habían sido detenidos.

La pareja también fue detenida y al parecer desaparecida. La familia Mayta sólo sa-bía que el niño de tres años se llamaba Martín Castro y que tenía familiares en España.

El caso llegó a Abuelas de Plaza de Ma-yo, pero fortuitamente --como relató Martín al periódico Clarín-- el líder de la Confederación Intersindical Gallega, Luis Pé-rez Lleira, que trabaja con derechos humanos, atendió la denuncia de Fermín Castro, sobre la desaparición de su hermano Ru-bén, su esposa Isolina Rocchi y su hijo Martín, en Argentina, durante la dictadura.

Así, mientras los padres adoptivos y Martín buscaban la verdadera identidad del joven, en España se desarrollaba paralelamente otra intensa búsqueda, en la que co-laboró el abogado Carlos Slepoy, quien ha apoyado las investigaciones que permiten al juez Baltasar Garzón seguir los hilos del genocidio latinoamericano.

Slepoy aconsejó a Fermín Castro que se pusiera en contacto con las abuelas. De esa colaboración y entrecruzamiento de datos llegaron finalmente a la verdad, dijo Martín, quien desde pequeño supo de su origen gracias a sus padres adoptivos.

La historia inconclusa

De acuerdo con los hechos, el 26 de mayo de 1977, Rubén Castro y su esposa Isolina llevaron a Martín a casa de unos compañeros para luego ir a una fiesta de cumpleaños, pero ya no volvieron y el niño se que-dó allí. Esa misma noche Rubén e Isolina fueron detenidos y "desaparecidos".

Después del golpe militar, la vida de la familia transcurría en la clandestinidad y por esa razón el hijo de la pareja no fue anotado en el Registro Civil. La primera pareja que se hizo cargo de Martín lo entregó al matrimonio Mayta para así salvarlo.

Lo que ellos no sabían, por hechos de clandestinidad, era el nombre de los padres de Martín, que, como la mayoría de los de-saparecidos, no estaban en ninguna lista y se desconocían su destino.

Finalmente la historia fue reconstruida. Las abuelas suponían que Martín era el hijo de Rubén e Isolina, pero había que esperar los exámenes de ADN: los resultados confirmaron la identidad del joven como hijo de Castro y Rocchi. Hoy, con Martín, son 71 los niños encontrados; los familiares han decidido dar a conocer la historia para alentar a otros jóvenes a buscar su identidad.

Desde España, Pérez Lleira dijo a Clarín que en la Fundación contra la Impunidad que preside hay otros casos de hijos de de-saparecidos que no desean mencionar para así llevar a buen término las investigaciones.

Desde 1983 las abuelas han logrado en-contrar a dos o tres niños por año, pero en los últimos dos y "a medida que se iba co-nociendo más sobre este trabajo, que es len-to, silencioso y muy doloroso" como señala Estela de Carlotto presidenta de las abuelas a La Jornada, "la cantidad de datos e información que nos llega se ha multiplicado y el año pasado encontramos a seis niños y ahora ya hay dos confirmaciones más de los exámenes de ADN".

Varios organismos y funcionarios políticos han propuesto a la organización Abuelas de Plaza de Mayo como candidata al Nobel de la Paz, postulación que es apoyada por el presidente Fernando de la Rúa.

En otro orden, el ex banquero Raúl Mo-neta, estrechamente relacionado con el ex mandatario Carlos Menem, negó cualquier relación de sus antiguas instituciones bancarias con el lavado de dinero, y pidió a la justicia argentina que cite a declarar a los senadores estadunidenses Susan Caollins y Carl Lervin, así como a la asesora Lina Gustitus, quienes lo están investigando.

En este marco, De la Rúa negó haber recibido presiones del sector financiero pa-ra mantener en el cargo al titular del Banco Central, Pedro Pou, quien ha sido cuestionado por presunto encubrimiento en el la-vado de dinero ilegal en bancos argentinos.

Tras reiterar la confirmación de Pou, justificó su posición al señalar que por el mo-mento no hay ningún elemento objetivo que compruebe las denuncias que acusan al funcionario por presunta ineficacia para controlar las maniobras de blanqueo de fondos.

De otro lado, artistas, intelectuales, periodistas, poetas y escritores argentinos emitieron una declaración con más de 350 firmas para oponerse a todo voto punitivo contra Cuba en la reunión de Ginebra de Naciones Unidas, en abril próximo.