18 Ť FEBRERO Ť 2001 Ť POLITICA

PAGINA 9

Lourdes Galaz

Bush, más atento al bombardeo a Irak que en el interés de Fox

Nada nuevo bajo el sol de Guanajuato, sólo amarres para una alianza

Iniciativas de migrantes y de narcóticos, en el Senado de EU

šNos vemos en Quebec!

Por todo el mundo corrió la noticia: desde México, en un encuentro de amigos, el presidente Bush ordenó el bombardeo a Bagdad. Es la primera acción militar de su mandato y el primer operativo que avala Colin Powell, el héroe de la Guerra del Golfo Pérsico -en tiempos de Bush padre- y secretario del Departamento de Estado en la administración de Bush hijo. Los corresponsales extranjeros desestimaron el comunicado conjunto para "un siglo de prosperidad compartida" redactados por personeros de la Casa Blanca y de Los Pinos y cuestionaron al presidente de EU sobre el operativo del Pentágono contra Sadam Hussein. "Se trata de una misión de rutina... Hussein debe comprender que esperamos (los aliados, EU y Gran Bretaña) se conduzca de conformidad con los acuerdos firmados luego de la batalla tormenta en el desierto en 1991", dijo W. Bush. Y en tono cordial comentó de cara al mandatario mexicano: "...la intención es asegurar que el mundo sea tan pacífico como sea posible". En Bagdad, Hussein anunció el comienzo de la Guerra Santa y llamó a los árabes a revelarse contra los intereses estadunidenses en cualquier parte del mundo.

Ciertamente, como diría Fox, el interés de Bush no estuvo en el encuentro del rancho San Cristóbal. A su arribo a Guanajuato, el tejano estaba más pendiente del éxito del operativo militar contra Hussein que de concretar acuerdo alguno con los vecinos mexicanos. Un Bush de rostro ausente y cordialidad fingida fue recibido por Fox. Lo acompañaban el general Powell y la asesora principal en seguridad nacional, Condolezza Rice. La atención estaba en Irak y no hubo nada que concretar en las pláticas de San Cristóbal. Es claro que los pendientes de la administración estadunidense se atienden en una estrategia global de seguridad hemisférica que comenzó a diseñarse hace años y cobró vigencia en diciembre de 1994, cuando Bill Clinton se encontró en Miami con los 33 mandatarios de Canadá y América Latina durante la segunda Cumbre de las Américas. Entonces, los "líderes de las 34 democracias de la región" -Fidel Castro, de Cuba, no es considerado- acordaron establecer un Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que sería vigente en todo el continente en el año 2005. Luego, en reuniones ministeriales, se harían otros compromisos. En la junta de San José, Costa Rica, el 19 de marzo de 1998, los ministros de comercio aceptaron que la conclusión de los acuerdos para el ALCA sería el año 2004 en México, casualmente. Vale por la visión de los ministros, porque ya la nación vive "tiempos estimulantes, de cambio y de posibilidades... la puerta está abierta a una asociación más estrecha con Estados Unidos", como advirtió Bush la víspera de su encuentro con Fox.

La prensa extranjera difundió en el mundo que Bush autorizó desde México el bombardeo a Bagdad y, también, que no concretó iniciativa alguna en su encuentro con el Pres la erupcion del popo idente mexicano. Mientras, Fox leyó párrafos del comunicado conjunto, un texto común y corriente como el de cualquier reunión oficial. La Casa Blanca y Los Pinos prepararon el guión de las pláticas o al menos el libreto que los mandatarios darían a conocer públicamente. Y en ese texto, otra vez la casualidad, los puntos a tratar están contenidos en el "plan de acción" a seguir para el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA): comercio libre, migración (de la fuerza laboral), cooperación energética, narcotráfico, todo conjuntamente con la promoción de la democracia y los derechos humanos. Asuntos todos a tratar en la muy próxima Cumbre de las Américas de Quebec, donde Bush y Jean Chretien pretenden la alianza por el libre comercio y la estabilidad hemisférica.

Nada nuevo bajo el sol en el rancho San Cristóbal. El tema más publicitado del encuentro Bush-Fox es el relativo a la migración. Se dice que los mandatarios se proponen un "programa de trabajadores invitados" a EU. Lo cierto es que se trata de una iniciativa que un grupo de senadores estadunidenses, encabezados por Phil Gramm (republicano de Texas), podrían presentar en el actual periodo de sesiones de su Congreso. Más aún, Gramm y sus colegas del mismo partido, Pete Domenechi (Nuevo México), Jim Bunning (Kentucky) y el demócrata Zell Miller (Georgia) estuvieron ya en Los Pinos, y el 9 de enero (cuando Bush ni asumía el poder) se entrevistaron con Fox. Le explicaron el programa que concedería permisos de "trabajador legal" a los mexicanos que ya están en Estados Unidos como indocumentados y a trabajadores que, eventualmente y de manera temporal, quieran emplearse en el vecino país. En opinión de los senadores, de ser aprobado por su Congreso el proyecto de migrantes "le permitiría a EU mantener el control de sus fronteras, en tanto que México se beneficiaría con un trato menos agresivo a sus ciudadanos". La iniciativa senatorial ya es impulsada por el canciller Jorge Castañeda con el equipo de la cancillería, particularmente con Andrés Rozental y sus amigos académicos. La víspera de la junta Bush-Fox se entregó a la prensa un comunicado sobre migración, firmado por académicos de acá y de allá, todo muy al estilo de Castañeda.

También el asunto de la certificación anual del gobierno de EU a otros países en la lucha contra el narcotráfico apenas si se abordó en San Cristóbal. Y es que ya es un asunto que está en manos del Senado de EU y que, casualmente, será tema central de la Cumbre de las Américas. Hace dos semanas, el senador Christopher Dodd (demócrata de Connecticut) presentó una iniciativa que suspendería dos años el proceso de certificación. Según el proyecto -tiene el aval bipartidista- las ganancias generadas por el tráfico de drogas se calculan en 400 mil millones de dólares anuales. Además, el comercio mundial de drogas ilegales "plantea una amenaza directa a EU y a los esfuerzos internacionales para promover la democracia, la estabilidad económica, los derechos humanos y el imperio de la ley". Ni más ni menos alega el senador Dodd, optimista porque la iniciativa se aprobaría en las próximas semanas. Seguro será antes de la Cumbre de las Américas, pues en Quebec el ex presidente colombiano César Gaviria, hoy secretario general de la OEA, entregará a los presidentes de las "34 democracias" los informes nacionales de la lucha antinarcóticos, preparados de conformidad con un Mecanismo de Evaluación Multilateral (MEM), aceptado por las naciones del hemisferio. Ciertamente, no hay nada nuevo bajo el sol.

EN 3 TIEMPOS

Los changarros de fox, en una "estrategia hemisferica"


Los cascos blancos, un ejercito hemisferico contra la pobreza


En la cumbre de Quebec, un plan energetico de las Americas

POPO1 Parece increíble que el ex gobernador de un estado pobre, que ya expulsó a dos millones de individuos a la economía más grande del mundo, haya imaginado un plan para retener en su tierra, con empleo e ingresos, a miles, millones de trabajadores. Y hasta risa da enterarse que los changarros ofrecidos por Fox están considerados en el Plan de Acción del acuerdo para el ALCA. Y es que para el ALCA es preciso el fomento de las micro y pequeñas empresas, pues representan un gran porcentaje del empleo para los pobres. Además, los changarros pueden contribuir de manera importante al producto interno bruto de los países de la región. Más aún, como lo ha dicho el Presidente, "el apoyo fortalecido a los changarros es uno de los elementos claves para el desarrollo sostenible" , y tal cual se lee en el punto 19 del plan de acción del ALCA... C'est la vie.

POPO 2 Y ya entrados en historias de ficción, resulta que aquella petición de Fox al secretario general de la ONU, Kofi Annan, para que promueva el ingreso de México al Consejo de Seguridad de la ONU (como en tiempos del embajador Porfirio Muñoz Ledo), podría estar también inmersa en esa estrategia hemisférica para cerrar los acuerdos del ALCA. Y es que, en el plan de acción del ALCA, a seguirse en la Cumbre de las Américas de Quebec, se contempla la "iniciativa de los cascos blancos". Se trata de un proyecto regional concertado para facilitar la erradicación de la pobreza y fortalecer la respuesta de la comunidad internacional en casos de emergencias humanitarias, sociales y de desarrollo. Los gobiernos del hemisferio crearían cuerpos de voluntarios que, eventualmente, se pondrían a disposición de la ONU. Como los cascos azules, acá los cascos blancos serían los guardianes de la seguridad hemisférica... Por si no lo sabe, la pobreza es ya un asunto de seguridad nacional.

No, no es kafkaniano pensar POPO3 que el proyecto energético del foxismo tiene qué ver con los acuerdos para el ALCA, que se negocian desde diciembre de 1994, cuando Zedillo aceptó en la Cumbre de las Américas, de Miami, el plan de acción propuesto por el gobierno de Clinton. Desde entonces, el gobierno mexicano en turno (primero Zedillo y ahora Fox) acepta promover la inversión privada y fomentar el uso de mecanismos financieros innovadores (Ƒserán acaso los Pidiregas? ƑTal vez el nuevo consejo de Pemex?) para desarrollar el sector energético. Es un asunto de seguridad hemisférica. Hace unos días, Bush y Chretien fijaron la agenda para acordar con Fox un plan energético para América del Norte.

Ilustración: Joel Rendón / La erupción del Popo

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