DOMINGO Ť 18 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Existen diferencias sustanciales respecto de dónde tienen que salir los recursos
Presentan fracciones parlamentarias de PAN, PRI y PRD propuestas para la reforma fiscal integral
Ť El blanquiazul, por aplicar IVA a medicinas y alimentos Ť Los priístas piden se revisen las tasas impositivas Ť Legisladores del sol azteca plantean gravar utilidades de la BMV
DAVID APONTE Y CIRO PEREZ SILVA
Al margen de una propuesta definida del gobierno federal y de una negociación política del Ejecutivo con el Congreso de la Unión, las fracciones parlamentarias de PAN, PRI y PRD en San Lázaro ponen en la mesa sus propuestas, algunos enunciados, para la reforma fiscal integral. Las tres tienen diferencias sustanciales respecto de dónde tienen que salir los recursos.
Los panistas buscan gravar medicinas y alimentos. Los priístas quieren una revisión general de las tasas impositivas. Los perredistas, acabar regímenes que favorecen a los grandes consorcios y gravar las utilidades en la Bolsa de Valores, ''principalmente al capital especulativo''.
La meta de los grupos parlamentarios está orientada a conseguir recursos adicionales por más de 260 mil millones de pesos anuales, colocar el cobro de impuestos en 16 por ciento del producto interno bruto (PIB), para que vayan a parar al gasto programable del gobierno federal.
Actualmente, la nación pasa por una crisis de ingresos públicos ''sin precedentes''. La recaudación no ha crecido en la última década con respecto al PIB y los ingresos gubernamentales recaen en la venta de petróleo, que representa 32.5 por ciento del total de la captación, de acuerdo con un estudio del grupo parlamentario perredista.
El poco margen de maniobra del gobierno federal para obtener más dinero por la vía impositiva ha provocado en los últimos cuatro años -incluido el primero de la gestión foxista- que los líderes de las bancadas en San Lázaro negocien la reasignación de recursos hacia al gasto social, quitar del gasto del Ejecutivo y del Judicial para transferirlo a rubros como la educación, la salud y el campo, en lugar de encontrar mayores fuentes de ingreso para las arcas federales.
Escasez de fondos
Los diputados y la administración federales han desatendido la inversión productiva en rubros de vital importancia como agricultura, energía y comunicaciones y transportes, por la escasez de fondos, de acuerdo con la percepción de las bancadas de PAN, PRI y PRD.
A partir de la crisis de ingresos, el gobierno del presidente Vicente Fox lanzó al Congreso de la Unión la idea de una reforma tributaria o reforma fiscal integral, como uno de los proyectos de mayor envergadura de la nueva administración federal.
Pero hasta el momento, la Secretaría de Hacienda no ha presentado oficialmente la iniciativa, ni siquiera a la bancada panista, afín a los intereses del Ejecutivo. Solamente ha esbozado algunos aspectos relativos a la necesidad de eliminar la tasa cero del impuesto al valor agregado (IVA) a alimentos y medicinas, y gravar algunas prestaciones sociales de las empresas, como los vales de despensa.
Durante una reunión realizada en Ixtapan de la Sal, a principios de febrero, el titular de Hacienda, Francisco Gil Díaz, dijo a los legisladores del PAN que tenían que asumir los ''costos políticos'' derivados de la aprobación de la tasa de 15 por ciento de IVA a medicinas y alimentos, porque a la larga la situación financiera de México sería mucho peor.
El coordinador parlamentario del PAN, Felipe Calderón, aceptó ese reto cuando presentó las prioridades de la agenda legislativa, en noviembre del año pasado.
''Se requiere hacer un gran esfuerzo fiscal, digamos todo el faltante del gobierno federal que simplemente se ocultó, se maquilló en la contabilidad pública o se echó debajo de la alfombra, implica una suma de alrededor de 4.5 puntos del PIB. Estoy hablando de los 260 mil millones de pesos más o menos que hay que conseguir para hacer frente a los Pidiregas (proyectos de inversión pública, fundamentalmente en el sector energético), deuda del rescate bancario, a los problemas financieros del gobierno federal, lo cual lleva a pensar que si se fuera realista y se llevara una contabilidad adecuada en administraciones pasadas, el déficit público no sería de medio punto, sino quizá de 5 puntos porcentuales'', ratificó el panista en la primera semana de febrero, al concluir una reunión de su bancada en Ixtapan de la Sal.
Sin una propuesta formal del Ejecutivo, mucho menos negociaciones políticas del secretario de Hacienda con PAN, PRI y PRD, los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados han dibujado o enunciado desde septiembre de 2000 algunas propuestas de reforma fiscal, ante la posibilidad de que el tema sea motivo de la agenda legislativa del periodo de sesiones que comienza el 15 de marzo.
La fracción del PAN va por elevar la recaudación a través de mayores tasas impositivas, incluida la homologación del IVA en los artículos exentos, entre ellos medicinas y alimentos.
En el rubro de captación, quiere incrementar la base de contribuyentes, establecer una simplificación administrativa, revisar los precios y tarifas del sector público y eliminar todo tipo de subsidios.
Como medidas adicionales, busca la revisión del esquema fiscal de Pemex y de CFE, la modernización en los procedimientos de fiscalización y reglas sencillas para el pago de impuestos.
Sobre el mejoramiento de la recaudación en las entidades, pretende abrir el abanico de opciones a los estados y dejar de dirigir todas las acciones y programas desde el centro del país. Bajo esa idea, impulsa un esquema que permita mayor poder de decisión a los estados y municipios en el manejo recaudatorio. En pocas palabras, brindarles potestad tributaria a esos dos niveles de gobierno.
De esa forma, propone la conclusión de los procesos de descentralización y la restructuración de las deudas de los estados con la Federación. Las entidades federativas tendrían 23 por ciento de la recaudación federal participable y no 20 por ciento que manejan en la actualidad.
La bancada del PRI orienta su propuesta a la reducción de la evasión fiscal y al aumento de la base de contribuyentes. En términos generales, plantea la revisión de las potestades tributarias y de participación de impuestos.
Ahora desde la oposición, pretende examinar las tasas impositivas, simplificar los trámites a los contribuyentes, modificar los precios y tarifas del sector público, eliminar los subsidios y crear nuevos impuestos, sobre todo en artículos de lujo.
Los priístas no están de acuerdo con la posición del Ejecutivo y de los legisladores del PAN en cuanto a eliminar la tasa cero a medicinas y alimentos. Van por aplicar 15 por ciento de IVA a toda la estructura de consumo, a excepción de esos dos rubros tan polémicos.
En el rubro de las medidas adicionales, el grupo priísta va también por modificaciones al esquema fiscal de Pemex y CFE, el estudio de los procedimientos de fiscalización, el establecimiento de reglas sencillas a los contribuyentes para el pago de los impuestos y la revisión de los esquemas de trabajo del Sistema de Administración Tributaria y el Tribunal Fiscal.
Del rubro federalismo, el PRI en San Lázaro expresa la necesidad de transformar el sistema de coordinación fiscal para incorporar las áreas de ingreso, gasto y deuda. Este tipo de reforma está encaminado a dar mayor autonomía financiera a los municipios y ampliar las atribuciones y responsabilidades en materia de deuda pública.
Los estados podrían, de esa forma, acceder a nuevas fuentes de financiamiento, como la emisión de bonos. Al mismo tiempo, tendrán posibilidad de restructurar sus deudas con la Federación, según los enunciados del grupo parlamentario priísta.
Por lo que toca a los anteproyectos del PRD, aspira en sus objetivos generales a la redefinición del pacto federal a través de un nuevo instrumento de coordinación fiscal con los estados. De los gravámenes, pugna por la eliminación de los regímenes especiales, fundamentalmente el de consolidación fiscal -que según el PRD beneficia a grandes corporaciones y empresas, cuando registran bajas ganancias- y el simplificado.
El PRD no está de acuerdo en la eliminación de la tasa cero en medicinas y alimentos. En cambio, aprobaría una tasa del IVA de 20 por ciento en los artículos de lujo, y elevaría el impuesto sobre automóviles nuevos -gravamen que el presidente Vicente Fox dijo que desaparecería- a los vehículos de lujo y deportivos, y lo eliminaría en las unidades austeras.
Entre las medidas adicionales, busca la revisión de los esquemas fiscales de Pemex y CFE. En el caso de la primera, intenta que la inversión anual sea al menos igual a la renta petrolera, el usufructo del crudo que extrae la paraestatal, la utilidad de la venta de petróleo, es decir, unos 100 mil millones de pesos anuales.
Al mismo tiempo, va por la revisión de la Ley de Derechos (el cobro de los servicios de las oficinas de gobierno), mejorar los procedimientos de fiscalización, establecer reglas claras a los contribuyentes, ofrecer seguridad jurídica a los causantes y mejorar la eficiencia en las acciones del SAT y el Tribunal Fiscal.
Sobre federalismo, proponen establecer un nuevo pacto fiscal Federación-estados, para dotar de más autonomía financiera a municipios y entidades. Al igual que el PAN, proyectan un aumento en la Recaudación Federal Participable de 20 a 23 por ciento y la restructuración de las deudas de los estados con el gobierno federal.
Los partidos afinan sus propuestas, anteproyectos, con base en estos enunciados, la víspera del próximo periodo de sesiones. Hasta la fecha, el Ejecutivo no ha contactado a los representantes de los grupos parlamentarios de PAN, PRI y PRD para comenzar el debate, de acuerdo con las versiones de diputados de las tres bancadas.
Hacienda tampoco ha presentado su proyecto de reforma fiscal.
LINEAS GENERALES
Los grupos parlamentarios de PAN, PRI y PRD no han presentado aún una propuesta terminada para la reforma fiscal que pretenden discutir en el periodo ordinario de sesiones que comienza el 15 de marzo. Sin embargo, han lanzado propuestas generales sobre algunos impuestos que pretenden crear o gravámenes que quieren modificar. Estas son algunas:
Ť Los panistas apoyan la iniciativa foxista de eliminar la tasa cero a medicinas y alimentos, y proyectan la revisión de todos los gravámenes, algunos para aumentarlos y otros para reducirlos, y la eliminación de las exenciones en ciertos niveles salariales. Para el PAN, la revisión del esquema tributario incluye aplicar el pago de impuestos a cualquier percepción, incluso a los salarios mínimos. La bancada del PAN tiene prevista la eliminación del IVA en la adquisición de autos nuevos, porque en la compra ya viene otro gravamen, el ISAN.
Ť Los priístas tratan de reducir el IVA a una tasa general de 13 por ciento, para dejar el 2 por ciento restante a la potestad de los estados de la Federación.
Ť La fracción del PRI busca también la revisión general de los impuestos existentes y aplicar fuertes medidas para combatir la evasión.
Ť Los diputados perredistas, quienes ya terminaron un proyecto, proponen la reducción del IVA a 13 por ciento, y gravar todas las utilidades en la Bolsa de Valores, ''principalmente al capital especulativo''. Además, quieren aplicar impuestos a las herencias; limitar las exenciones a los donativos entre familiares y tarifa progresiva a personas físicas y morales, mayor a 34 por ciento.
Ť El grupo parlamentario del PRD aspira a la aplicación de 20 por ciento de IVA a artículos de lujo (todavía no los define), y elevar el ISAN en los autos de lujo y deportivos y eliminarlo en los vehículos austeros. (David Aponte y Ciro Pérez Silva)