DOMINGO Ť 18 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Los ataques, que dejaron dos muertos, a instalaciones civiles, acusa Bagdad
Analiza Saddam Hussein medidas militares en respuesta al bombardeo
Ť Amenaza Tony Blair con nuevas incursiones, en tanto que George W. Bush guarda silencio
Ť EU y Gran Bretaña siguen firmes en su postura de usar la violencia contra Irak, acusa Rusia
AFP, DPA, REUTERS Y AP
Bagdad, 17 de febrero. El presidente iraquí, Saddam Hussein, analizó hoy las "medidas militares" que adoptará en respuesta al bombardeo británico-estadunidense efectuado la víspera contra posiciones cerca de la capital, que dejó un saldo de dos muertos y 20 heridos.
Según Bagdad, los ataques fueron contra instalaciones civiles, mientras un portavoz militar de-nunció que las naves aliadas efectuaron nuevos ataques en el sur de Irak, sin causar víctimas, pero la versión iraquí no fue confirmada por Washington o Londres.
La Casa Blanca ignoró las amenazas del mandatario iraquí y el nuevo presidente, George W. Bush, no habló del ataque durante su mensaje semanal.
En Londres, el primer ministro Tony Blair amenazó con nuevos ataques y dijo que continuará su esfuerzo para impedir que Hussein cause "estragos sufrimiento y muertes", mientras continuaron las críticas y condenas al bombardeo por parte de Rusia, China, Francia e India, entre otros.
El gobernante iraquí se reunió nuevamente con el Consejo de la Comandancia de la Revolución y la dirección del partido en el po-der, Baas, "para examinar las me-didas militares que adoptará para responder a Estados Unidos y los países que les dan facilidades en caso de que se repitan las agresiones", informó la agencia iraquí Ina sin dar más precisiones.
En un comunicado difundido el viernes tras una reunión entre Hussein y el Consejo de la Co-mandancia, Irak se comprometió a "no inclinarse ante la criminal agresión estadunidense y lucharemos contra ellos en el aire, la tierra y el mar, y su agresión no llevará a otra cosa que el fracaso".
Además, responsabilizó de los ataques "al complot sionista-estadunidense", aunque Israel no ha estado involucrado el operaciones militares contra Bagdad en los úl-timos 10 años.
Advertencia e impunidad
En el documento, dado a conocer por la televisión, Irak acusó a Kuwait y Arabia Saudita, tradicionales aliados de Washington en la zona, por ofrecer bases para los aviones británicos y estadunidenses que vigilan las denominadas "zonas de exclusión" en el norte y en el sur del país.
Esas regiones de prohibición de vuelo fueron establecidas unilateralmente en 1991 tras la Guerra del Golfo, pero no son reconocidas por la Organización de Naciones Unidas.
En su editorial de este sábado, el diario Al-Qadissiya, órgano de las
fuerzas armadas iraquíes, afirmó que "el nuevo crimen estadunidense no quedará impune" y el gobierno de Bagdad está decidido a dar a George W. Bush, "hijo de la víbora George Bush, una lección que no olvidará".
Bush padre encabezó en 1991 una coalición internacional militar que expulsó a las tropas iraquíes de Kuwait.
El diario Babel, dirigido por uno de los hijos de Hussein, estimó que los bombardeos del pasado viernes darán paso a una operación israelí contra un país árabe cercano a Palestina, y podría estar dirigido contra "el Golán (Siria) o el sur de Líbano".
Estados Unidos y Gran Bretaña informaron el viernes que los bombardeos contra puestos de co-mandancia y radares cercanos a Bagdad y fuera de la "zona de ex-clusión", por primera vez en dos años, fue en respuesta al aumento de las operaciones iraquíes de de-fensa antiaérea.
Uno de los principales dirigentes del partido Baas, Saad Kassem Hammudi, llamó a los musulmanes "a dejar estallar su inmensa cólera atacando los intereses estadunidenses y británicos en el mundo árabe", y demandó a "los países árabes amigos" que no re-ciban al secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, en su gi-ra que realizará del 24 al 26 de febrero por varios países de Me-dio Oriente.
En tanto, miles de iraquíes y palestinos se manifestaron por las calles de Bagdad, y por la tarde se realizó el funeral de una adolescente que murió durante el ataque del pasado viernes.
También en la ciudad cisjordana de Nablus unos mil palestinos se manifestaron contra los bombardeos, quemaron banderas de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, y retratos de Bush hijo, en tanto que protestas similares se realizaron el viernes en las ciudades de Belén, Kalkilya y Ramallah.
En Israel, el primer ministro sa-liente, Ehud Barak, decidió no adoptar medidas especiales tras el ataque británico-estadunidense, en tanto que el viceministro de Defensa, Ephraim Sneh, rechazó que su país esté preocupado por un eventual conflicto en el golfo Pérsico, pero eso no significa que "debamos descuidar a Irak, que es una amenaza creciente".
Según Sneh, el gobierno iraquí fabrica clandestinamente armas químicas, biológicas y posiblemente nucleares ante la falta de inspecciones internacionales.
El presidente iraquí anunció este sábado la formación de 21 divisiones compuestas por voluntarios, que se integrarán al Ejército de Liberación de Jerusalén, creado el pasado día 7, informó Ina.
En tanto, continuó la contradicción de las autoridades en cuanto a las causas de la operación punitiva contra Irak.
El ministro británico de Defensa, Geoff Hoon, afirmó que los bombardeos se realizaron conforme al derecho internacional, ya que "nuestros pilotos tienen derecho a defenderse al estar en las zonas de exclusión aérea por razones humanitarias y en tales circunstancias lo que hacen está justificado legalmente".
Blair, a su vez, afirmó que "operaciones como las de ayer no se-rían necesarias si Saddam dejara de atacarnos; tuvimos que responder para reducir la probabilidad de que uno de sus misiles derribara un avión británico", y agregó: "Es-toy decidido a prevenir que este régimen tiránico ataque de nuevo a los vecinos de Irak".
Ayer, responsables estadunidenses aseguraron que todo el bombardeo no fue más que una "operación de rutina", y que no pensaba repetirse pronto.
Se aleja la solución
Rusia, Francia, Jordania, Turquía, India y Cuba coincidieron en que los ataques contra objetivos iraquíes aumentan la tensión en la zona y añejan la posibilidad de encontrar una solución al conflicto en esa conflictiva región.
El presidente ruso, Vladimir Pu-tin, condenó los bombardeos "no provocados" y señaló que demostraron que Estados Unidos y Gran Bretaña "siguen firmes en su postura de utilizar la violencia contra Irak", mientras Francia y España criticaron el hecho de que no fueron informados por sus aliados so-bre el ataque.
Turquía rechazó la eventual "repetición de tales actos", mientras la Liga Arabe sentenció que el ataque "viola las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas y el derecho internacional". Cuba, por su parte, señaló que el bombardeo fue "criminal", y la prensa local afirmó que "Bush ya enseñó las garras".
En Argentina, por último, diversos organismos defensores de los derechos humanos manifestaron su indignación por el ataque y en un comunicado afirmaron que "bombardear una nación de esta manera es un acto de cobardía y prepotencia del poder", informó la corresponsal Stella Calloni.