Ť Al salir con pasajero deben colocar la palma de su mano izquierda en un lector electrónico
Opera en el aeropuerto capitalino un sistema para la plena identificación de los taxistas
Ť Se busca con ello acabar con asaltos y cobros indebidos por parte de los llamados piratas
TRIUNFO ELIZALDE
Ante los cobros exagerados y los atracos que frecuentemente ocurren en el interior de taxis piratas que operan a las afueras del aeropuerto internacional de la ciudad de México, entró en funcionamiento un sistema biométrico que, mediante la lectura electrónica de la palma de la mano izquierda, identifica si el operador que conduce la unidad está debidamente autorizado para prestar el servicio.
En adelante, cuando el conductor de taxi salga de la terminal aérea con un pasajero, deberá deslizar el boleto previamente adquirido por el viajero ?el cual registra la zona a donde se dirige? en una lectora de código de barras, a la vez que teclea su número de identificación y coloca su mano izquierda en el lector biométrico. Si los datos son correctos, la pluma de salida se abre automáticamente; de lo contrario, el vehículo no podrá abandonar el aeropuerto.
El Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México anunció desde el pasado 11 de enero la puesta en marcha del nuevo sistema de venta de boletos de taxis autorizados, en seis equipos instalados en las salidas nacional e internacional, en los cuales el pasajero anota su destino, cuánto equipaje lleva y cuánto le corresponde pagar por el servicio. También se informó sobre el sistema de verificación de los taxis mediante el lector biométrico.
Este programa de control vehicular y personal requirió del registro numérico de los mil 37 taxis del llamado Sitio 300, integrado por la agrupación Taxistas Agremiados para el Servicio de Transporte Terrestre, los propietarios-concesionarios y los más de mil 300 choferes.
Sin embargo, el sistema falló durante casi tres semanas por dos razones básicas: una, la ''llave de mano'' o registro de la palma izquierda del operador resultó incómodo para el manejador, pues tenía que presentar la mano con la palma hacia arriba, lo que dificultaba la acción; segundo, porque no se había terminado con el registro de todos los choferes. Por si fuera poco, los aparatos dejaron de funcionar por razones técnicas y porque hubo que cambiar la posición del aparato lector.
Ahora, las fallas se corrigieron y el sistema ya opera normalmente.