LUNES Ť 19 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Policías judiciales dejarán de perseguir delincuentes
Antes de junio, la agencia federal de investigaciones
Ť El nuevo órgano de la PGR busca sustituir el esquema de indagación de gabinete con métodos científicos
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
La agencia federal de investigaciones (AFI), que comenzará a operar antes de que concluya junio, será el eje fundamental de la nueva estrategia contra las organizaciones criminales; permitirá transitar ''de un esquema reactivo a un método de investigación científica, y los actuales integrantes de la Policía Judicial Federal (PJF) dejarán de perseguir delincuentes en hechos episódicos''.
Así lo informó Alfonso Navarrete Prida, subprocurador General de Coordinación Interinstitucional y Desarrollo de la Procuraduría General de la República (PGR), quien corroboró de manera oficial lo que La Jornada publicó como primicia el sábado pasado, respecto de la desaparición de la Policía Judicial Federal (PJF) y la instauración de la AFI.
La PGR, dijo, dejará atras "el modelo que hasta ahora han seguido todas las procuradurías en México: iniciar su labor en el momento en que conocen de un hecho ilícito y actuar sólo con investigaciones de gabinete por parte de sus elementos policiacos; en tanto que en la indagatoria de campo no se va más allá de la escena del crimen y se ponen en marcha labores de criminalística pericial, lo que deja procesos incompletos".
La AFI y la actividad de sus miembros estarán sustentadas en tres pilares: "un Ministerio Público con capacidad para conocer de forma integral el procedimiento penal; un perito con conocimiento técnico para dilucidar un acto ilícito, y una policía federal realmente investigadora".
Todo esto "con el compromiso ético y moral de cambiar situaciones arbitrarias y prepotentes en el ejercicio de la ley, para investigar delitos, y alcanzar un accionar serio, responsable y respetuoso, en todo los ámbitos, de las garantías individuales y los derechos humanos", indicó.
Estructura cental de inteligencia
El nuevo esquema de procuración de justicia trazado por el general Rafael Macedo de la Concha, titular de la PGR, "significa que se cumplirá cabalmente con los artículos 21 y 102 constitucionales. El primero se refiere a que los agentes federales deben estar sometidos a las órdenes de un Ministerio Público, el segundo establece las funciones del procurador, e implica regresar a la policía a su función esencial", mencionó.
Refirió que la nueva policía federal investigadora "se traducirá en una estructura central de inteligencia policial, de bases de datos que abarcan información táctica y operativa. Cada agente tendrá una tarea específica que se le asignarán día con día y que en ese mismo lapso deberá reportar a sus superiores para que se almacene en la base general de datos delincuenciales en la que cada organización criminal es tratada de manera individual.
"Esto tiene un doble propósito: saber qué hace el agente y medir su eficacia, pero además, si se corrompe sólo se permeará el tramo de la investigación a su cargo y se conocerá casi de manera inmediata su situación por medio de sus informes diarios.
"El esquema pretende convertir la labor de inteligencia, ministerial y policial en una espiral que permita almacenar datos concretos de una organización criminal en su conjunto.
"La carencia de agentes que padece la PGR se suplirá por una base de datos que al mismo tiempo establecerá objetivos específicos de ataque. Esto pasará por tres etapas, porque con ello se incrementará la capacidad de respuesta de la institución.
"La primera consiste en hacer un despliegue operativo para abatir los mandatos judiciales; reducir las actas circunstanciadas, que son un limbo, que dan poca certeza jurídica a un particular, a un denunciante o a un presunto responsable que ni siquiera tiene las ventajas de una investigación formal, por lo que se genera corrupción, y por eso se dejará en claro cuándo existen elementos para tipificar el delito o de plano la averiguación previa se tiene que enviar a la reserva; y al mismo tiempo, abatir el número de averiguaciones previas iniciadas bajo el esquema reactivo, mediante el método científico", aseguró.
La segunda y la tercera etapas, que "se realizan de manera simultánea con la primera, permitirán recuperar la capacidad de respuesta de la institución contra la delincuencia; por ello se están cubriendo las vacantes en la Policía Judicial Federal, el Ministerio Público y el cuerpo de peritos.
"Los primeros tendrán un curso intensivo de tres meses, pero durante un año seguirán capacitándose en academias de policía en el lugar donde se les asigne. Los MP recibirán cursos en las universidades; ya se firmaron convenios con las universidades estatales para tal efecto. En cuanto a los peritos, se ha solicitado a los gobiernos estatales que nos envíen personal de su confianza para que se les capacite aquí en criminología; se ha empezado con el área de medicina forense, pero además esto incluye que al terminar su curso automáticamente obtendrán una plaza en la PGR y que a su regreso a su entidad federativa se conviertan en capacitadores del personal de las procuradurías estatales.
''Los agentes del Ministerio Público más capacitados irán a las fiscalías especializadas, las cuales se encargan de lavado de dinero, migración, ecología, narcotráfico y otras, informó.
Pese que la PJF desaparecerá de manera oficial para dar paso a la AFI, se continuará trabajando con un mando único, aunque supervisado por la Dirección General de Inspección Policial, recientemente creada.
Como parte de estas acciones, Macedo de la Concha instruyó a sus colaboradores para restructurar cada delegación y subsede de la PGR.
El análisis ya se concluyó, y en fechas próximas se anunciará oficialmente que el tamaño de cada delegación y subsede dependerá de su índice delictivo, el número de órganos judiciales existentes en la zona y las prioridades de la entidad o área asignada. Esta medida se tomó porque hasta el momento la Secretaría de Hacienda no reconoce, de manera oficial, ninguna estructura estatal de la PGR. Lo único que tiene estipulado como plaza autorizada es la del delegado; agentes, peritos, MP y subdelegados no existen para la institución encargada de asignar el presupuesto federal.
Respecto de la función que desarrollará, el Centro de Planeación para Control de Drogas (Cendro), "será un instrumento de inteligencia real al servicio del Estado en materia de narcotráfico y droga. Por primera vez contará con una base de datos real y unificada, divida en tres secciones. Información táctica, que significa programa y objetivo de corto y largo plazos; un banco de información relativa a los mandamientos judiciales, y el Sistema de Identificación de Huellas Dactilares (APIS); esos elementos, unidos, permitirán contar con la capacidad para elaborar radiografías de las organizaciones criminales y sus ramificaciones en diversos delitos".