MARTES Ť 20 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Creó empresas con dinero de víctimas de la dictadura

Cavallo posee negocios millonarios en España, revela la revista Interviu

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 19 de febrero. El presunto torturador y genocida argentino Ricardo Miguel Cavallo tiene "intereses millonarios" en España, a través del entramado empresarial que creó gracias al expolio a que sometió a sus víctimas, según reveló hoy el semanario español Interviu.

Cavallo, que está pendiente de ser extraditado a España por el gobierno mexicano, tejió una red empresarial en cuatro continentes (América, Europa, Africa y Asia), gracias a los cerca de 40 millones de dólares que obtuvo de las mismas personas que sometió a vejaciones y torturas antes de que en la Escuela Mecánica de la Armada (Esma, el centro de represión más activo de la dictadura argentina) fueran finalmente ejecutadas.

Las empresas de Cavallo en España tienen inversiones millonarias en el sector inmobiliario y en la construcción.

El documentado reportaje que publica el semanario relaciona con nitidez la presencia en España del capital que Cavallo y sus cómplices expoliaron a sus víctimas bajo los métodos más sanguinarios.

En la citada información se establecen los vínculos de Cavallo y sus socios, José Carlos Redice, compañero en la Esma del represor argentino, y Miguel Angel Egea, empresario vinculado al sector más reaccionario del peronismo y quien mantuvo estrechas relaciones con los servicios de espionaje de la dictadura y con el posterior gobierno de Carlos Saúl Menem, concretamente con su secretario particular, Alberto Kohan, con el que colaboró en el financiamiento de campañas proselitistas.

"Según ha podido saber Interviu, desde 1998 Miguel Angel Egea, socio de Cavallo en media docena de empresas con sede en Argentina, mantiene también intereses millonarios en nuestro país. Desde ese año es consejero de la sociedad Acedos Trading, S.L., ubicada en Madrid y con capital social de casi mil millones de pesetas, según los datos que figuran en el Registro Mercantil", dice el semanario español.

La investigación de Interviu parte de la empresa Martiel S.A., la primera piedra del futuro emporio empresarial de Cavallo y sus cómplices, que elaboró y creó una serie de filiales en México, Centroamérica, Europa, Asia y Africa. Si bien fue hasta 1988 cuando se aprobó la Ley de Obediencia Debida, que se formalizó en empresa el dinero que los genocidas de la Esma quitaron a las víctimas de la represión. Entonces comenzó la internacionalización de este empresa con dinero de origen ilegal.

"El botín obtenido -electrodomésticos, vehículos, casas, tierras, cuentas corrientes- se mantuvo oculto hasta 1988, año en que se aprobó la Ley de Obediencia Debida, por la que sólo los mandos de alto grado tenían responsabilidad penal en los crímenes. El resto -Cavallo y Redice- no tuvieron que enfrentarse a procesos judiciales bajo la excusa de que habían seguido órdenes", explica Interviu, que detalla que "la empresa española participada por Egea depende de una matriz domiciliada en la Rue de la Chapelle, número 3 (Luxemburgo), presidida por el ciudadano español con residencia en Bolivia, Pedro Juan Blach Severa. Dedicada oficialmente a la adquisición y construcción de bienes inmuebles, explotaciones forestales, turísticas y comerciales, Acedos Trading figura como vicepresidente de otras firmas españolas, como Ibercubana de Cementos e Ibercubana de Tecnologías para la Construcción. Se trata de dos firmas relacionadas con la construcción".

Añade que Acedos Trading es también la socia de una inmobiliaria en Palma de Mallorca -Newblamar, S.L.-, con un capital social suscrito de 500 mil pesetas. Para sus negocios españoles a través de Acedos Trading, Miguel Angel Egea aporta como domicilio la calle Sarmiento 1820, de Buenos Aires. La dirección es la misma que su socio Ricardo Cavallo facilitó a la policía federal bonaerense cuando el 27 de junio de 1997 acudió para renovar su pasaporte. Además es la sede de Martel, empresa fundada en 1988 y de la que forman parte Egea, Cavallo y Radice, con lo cual parece, según el semanario, que el circulo se cierra.