MIERCOLES Ť 21 Ť FEBRERO Ť 2001

ASTILLERO

Julio Hernández López

EN LAS reglas no escritas del periodismo hay una que dice: "lo que no entiendas, entre comillas". Tal mandamiento es aplicado por angustiados reporteros de guardia cuando, a medianoche, les cae en sus genéricas manos algún muy específico comunicado o boletín de prensa que fija una determinada postura en lenguaje técnico incomprensible o difícilmente desentrañable.

CUANDO ALGO no se entiende, entre comillas... y entonces se tiene que reproducir con fidelidad el amasijo de palabras enviadas por alguna oficina cuyo titular no quiso ser explícito o pretendió emitir algún texto de última hora con ambigüedades circunstancialmente modificables.

EL EJEMPLO más reciente de esa imprecisión intencional lo está dando la cancillería mexicana en el caso del ataque aéreo estadunidense y británico a Irak. Tal vez para que no se fuera a ofender el visitante que había decidido hacer coincidir la orden de fuego contra Bagdad con su visita al Camp San Cristóbal, la cancillería mexicana produjo 12 horas después del ataque -es decir, alrededor de las 23 horas de ese viernes- un boletín de prensa que fijaba su postura con tanta precisión y claridad que hubo de ser reproducido en varios diarios... entre comillas.

ƑEXACTAMENTE CUAL era la postura de la cancillería mexicana? No era posible saberlo en esa noche de agitación periodística. Funcionarios de la cancillería aceptaron de manera extraoficial desentrañar las claves de Tlatelolco para La Jornada. Uno aseguró de manera tajante que México apoyaba el ataque a Irak y, más tarde, otro negó tal versión. México "ni apoya ni condena el hecho", dijo con echeverrística prosapia una de esas gargantas semiprofundas. La interpretación política del hecho fue, sin embargo, generalizada fuera del ámbito oficial: escondiéndose en palabrería, México apoyaba de hecho el ataque a Irak.

AYER, CUATRO días después del bombardeo y el boletín, la cancillería mostró preocupación por la lectura que se podría estar haciendo de sus enredados signos. (El lunes, para no ir tan lejos, Helguera publicó en La Jornada una caricatura, intitulada El temible amigo de EU, en que un Castañeda sentado en una silla que le queda demasiado grande advierte: "šY que se cuide ese tal Saddam!")

ASI, ENTRE otros destinatarios de una estrategia aclaratoria, el autor de estas líneas recibió ayer la llamada telefónica del embajador Carlos Marín Bosch, quien es subsecretario de Relaciones Exteriores para asuntos de Africa, Asia y el Pacífico. El motivo de la distinción era precisar sin lugar a dudas: México no apoyó, ni apoya, el ataque a Irak. Ciertamente había confusiones y malas interpretaciones, pero lo cierto, según la interpretación adecuada del jeroglífico del viernes casi a medianoche, era la que expresaba por teléfono el embajador y subsecretario.

SIEMPRE BIEN educado como es este diplomático tecleador, preguntó al funcionario la razón por la cual tan contundente precisión individual no era extendida a algunas otras decenas de millones de mexicanos, mediante un comunicado firme, inequívoco, clarísimo, que estableciera la ejemplar puntualización de Tlatelolco. "Es posible. Habrá que considerarlo", dijo el señor subsecretario. Además -planteó este jefe de la oficina de pasaportes de la república de Astillero- sería importante saber por qué razón no se había hecho un comunicado directo, ajeno a interpretaciones, el mismo viernes, del ataque a San Cristóbal, es decir, a Bagdad: Es que fue el mismo día... quisimos ser... diplomáticos, explicó Marín Bosch.

NO QUISO dejar pasar tan preclara oportunidad este futuro embajador del Astillero en el exilio, sin mencionar al sub (es decir, al subsecretario) el riesgo de que se estuviese utilizando un doble lenguaje: uno, para consumo interno, para llamadas telefónicas individuales, asegurando que México no apoyó el ataque a Irak; y otro, el real, el formal, el oficial, para el extranjero, y específicamente para Washington, en que la letra del boletín multimencionado sea traducida como apoyo al ataque.

PERO, SEGURAMENTE, los malos pensamientos habrán de ser diluidos y pronto tendremos categórico e indudable pronunciamiento de Tlatelolco, para que nadie crea que se apoyó el citado ataque. A menos que en realidad estemos en presencia de un doble lenguaje y de una política de boletines para ser reproducidos... entre comillas.

OTRO ASUNTO que requiere explicación es el anunciado anoche por el Comité Internacional de la Cruz Roja, al señalar que "no están actualmente reunidas" las "condiciones" para proteger el traslado de la delegación zapatista del sureste a la capital del país. Uno de los puntos necesarios para que esa institución pudiera intervenir es que hubiera "acuerdo de las partes concernidas". Es evidente que no lo hay, porque el gobierno mexicano no desea reconocer al movimiento zapatista como una fuerza beligerante, y tampoco está dispuesto a solicitar formalmente a la Cruz Roja Internacional que intervenga. La postura del foxismo es someter la marcha del sureste a la vigilancia de la policía federal y, en todo caso, a la atención de la Cruz Roja Mexicana (institución esta que no ha acreditado en años recientes neutralidad, imparcialidad e independencia, metida c0omo ha estado en escándalos de corrupción y sometida frecuentemente a los designios del poder presidencial).

ASTILLAS:

ANTES DE que otros lo corrijan, los propios lectores de Astillero se apresuran a alertar a este tecleador de sus errores. El más reciente se ha dado irónicamente cuando aquí se censuraba el uso que hace la vocera presidencial de un término inglés para dar breviarios o resúmenes informativos. Breafing, se dijo aquí que decía la señora Sahagún, cuando, en realidad, la palabra usada es briefing, que quiere decir orientación, introducción, o familiarización, según reporta Miguel A. Gómez Lim desde Irapuato, y que es un derivado de brief, que quiere decir corto, breve e incluso, como lo menciona Angel Contreras Manzanilla desde Toluca, "aplícase coloquialmente también a la ropa interior masculina de las mismas reducidas dimensiones"...Víctor Cervera Pacheco ya está desesperándose. Ayer movilizó, con dinero público, a miles de yucatecos para defender la "soberanía" de esa entidad. Dijo que no se aceptará "una posible desaparición de poderes" y llamó a los magistrados del tribunal electoral federal a reconocer sus errores. Luego, en un tono emparentado con aquella advertencia de Carlos Salinas a Ernesto Zedillo, de que "mis enemigos serán tus enemigos", aseguró que quienes le mueven el tapete "son esos que hoy se dicen los amigos de Fox, y que antes fueron los amiguísimos de Salinas, y de Zedillo, y que al rato, si el presidente Fox no les permite hacer sus negocios, se volverán sus peores enemigos, y entonces sí, pobre Presidente"... Para mayor preocupación del todavía gobernador, la directiva nacional del PAN aprobó impulsar una alianza con el PRD para las elecciones de aquella entidad... Pues sí. Un juez hubo de devolver a la PGR los expedientes de los 73 involucrados en la fuga de El Chapo, pues no tenían el fundamento legal adecuado. Una conocidísima práctica con la que la PGR ha beneficiado a los narcotraficantes es justamente la de integrar mal los expedientes para que, más delante, los jueces deban absolver a los acusados. Los juzgadores suelen ser advertidos, además, del enojo que causaría a esos procesados el que se pretendieran corregir o soslayar esos equívocos intencionales...La del estribo: que dice el PAN que aceptará el costo político de gravar medicinas y alimentos.

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