MIERCOLES Ť 21 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Anuncio en el primer congreso nacional del Consejo Mexicano del Ahorro y el Crédito

Habrá apertura y apoyo inicial del gobierno a instituciones financieras no bancarias: Cortés

Ť Podríamos considerar la experiencia de cooperativas alemanas: el funcionario de la Sagarpa

MATILDE PEREZ U.

El subsecretario de Planeación de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Juan Carlos Cortés, esbozó los lineamientos de lo que será la política financiera para el campo en esta administración: apertura a instituciones financieras no bancarias -- como cajas de ahorro y cooperativas-- con apoyo inicial del gobierno para reducir costos de transacción y bajo un esquema de supervisión y regulación, porque actúan con la fe pública.

Agregó que el financiamiento rural no debe ser sólo agropecuario, "tiene que englobar al resto de los agentes económicos que viven en zonas rurales y que no necesariamente se dedican a agricultura, ganadería, forestal o acuacultura. Los esquemas financieros deben tener otra línea de actividad para poder estabilizar la composición y comportamiento de esos portafolios".

Durante el primer congreso nacional del Consejo Mexicano del Ahorro y Crédito Popular, y luego de escuchar las experiencias de las cajas de ahorro y crédito en Alemania y Francia, Cortés comentó que "la banca comercial debe ser un instrumento importante en el desarrollo de un mercado financiero rural; sin embargo, existen diversos costos de transacción que no permitirán a los bancos tener la penetración que quisiéramos para el país".

Por ello, la presencia de los bancos -- que es fundamental-- debe complementarse y consolidarse con un sistema de cajas o cooperativas o instituciones financieras no bancarias, es decir, intermediarios financieros, en los que gran parte de los accionistas sean los habitantes de zonas rurales. "La gente no sólo quiere el cómo, sino el quién, y en zonas rurales hay la posibilidad de que los intermediarios financieros puedan obtener información que existe, pero no está disponible, de quién es quién en la parte moral".

Luego de mencionar que el campo está totalmente descapitalizado, con actividad usurera, sin presencia amplia de la banca ni garantías reales, ya que los tractores, casas, beneficios cafetaleros o empaques, si existen, "no quieren ser tomados como garantía por los bancos porque ya no valen", el funcionario consideró que dichos intermediarios financieros "pueden darle enorme valor a los activos locales existentes y limitarlos en donde ya no son tan disponibles. Las cajas de ahorro o cooperativas tienen amplísimas posibilidades" de ayudar a capitalizar a las zonas rurales.

Interesado en el caso de las cooperativas raiffaissen de Alemania, Juan Carlos Cortés dijo que México podría tomar los puntos valiosos de esa experiencia, pero no copiarlos. "El modelo tiene que ser adaptado a las condiciones y características del país".

Insistió en que la presencia del gobierno en el financiamiento al campo es indudable, y así lo muestran las distintas experiencias de Alemania, Francia y España, pero --insistió-- ese "esquema debe ser finito, de una sola vez. La participación de largo plazo del gobierno no es la mejor forma de hacer un sistema financiero rural eficiente, competitivo, que pueda permanecer".

La obligación del Estado es que los recursos para el sector rural sean eficientes. No es permisible que la mayor proporción de ellos sean para gastos de operación o administración de instituciones financieras: "ya no puede ser así, por eso hay que redimensionar y redefinir el papel del Estado, sin sacar del mercado a agentes que puedan participar en el sistema financiero".

En menos de cuarenta minutos, Helmut Pabst, jefe de Proyectos y representante de la Deutcher Genossenschafts und Raiffeisenverband de Alemania, resumió los 150 años de historia de los bancos cooperativos, parte vital del sistema financiero de ese país. "Estamos dispuestos a asesorar esta iniciativa del gobierno mexicano (otorgar microcréditos). Les damos la receta para que la cocinen a la mexicana", dijo.

Dijo que en Alemania, el desempleado o el millonario pueden tener una cuenta corriente para acceder a un crédito o financiamiento, y subrayó que las cajas de ahorro atienden a 55 por ciento de la población y las cooperativas a 35 por ciento, y ambas están sujetas a la fiscalización bancaria.

Por su parte, Jacques Pesteau, representante para América Latina del Banco de Crédito Agrícola de Francia, habló de esa institución con 105 años de vida, primera de su país y sexta en el mundo: uno de cada cinco franceses tiene una cuenta en ella.