MIERCOLES Ť 21 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Estorba el pistolero, gritó Juan Pueblo
Arde El Chapo Guzmán en Carnaval de Veracruz
ANDRES T. MORALES CORRESPONSAL
Veracruz, Ver., 20 de febrero. El Rey Momo sentó sus reales en el puerto jarocho y desenfadado condenó a la hoguera al Chapo Guzmán, acusado de "meterle goles" al presidente Vicente Fox con su fuga de Puente Grande.
A la vez, Juan Carnaval ordenó el desafuero de todos los integrantes del "Congreso de la Desunión" por "chismosos, argüenderos y hasta piojosos que cobran sin trabajar". Todos ellos, "al averno fueron a parar".
La quema del Mal Humor, representada por un monigote de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán, marcó en este puerto el inicio de "la fiesta de la carne y el desmadre", donde el Bando Solemne Juan Pueblo impide, durante los próximos ocho días, cualquier expresión de tristeza, estrés, enfado, trabajo y preocupación. Lugareños y visitantes tienen la orden superior de abocarse al relajo, el "chupe" y a la diversión, si quieren salvarse de ser candidatos a la hoguera el próximo año.
A las 20:00 horas, la "turba" exhibió por la calle principal de la ciudad al personaje que durante el año provocó el odio popular, en esta ocasión fue Joaquín El Chapo Guzmán, y más tarde la Plaza de Armas se convirtió en una gran corte y la muchedumbre, en juez al estilo de la Santa Inquisición.
Allí, sobre un templete artistas locales representaron la parodia del enjuiciamiento al Chapo sobre cuyas espaldas pesaban los "graves delitos" de "fomentar la violencia, los balazos, el polvo blanco y dañar con adicciones a los jóvenes".
"De mi reino Carnavalero sólo quiero alegría, pero me estorba un pistolero con drogas y agonía que ronda estos senderos causando antipatías", gritó el patiño Juan Pueblo.
Por chismosos y argüenderos
En el bando, leído a todo pulmón frente a unas 10 mil personas que se dieron cita en la plaza principal, también se ordena el desafuero de diputados y senadores que integran el "Congreso de la Desunión" en vista de ser "chimosos, argüenderos, latosos y algunos hasta piojosos y cobrar sin trabajar".
Al dar la media noche, y una vez concluido el juicio sumario, los asistentes transformados en "súbditos del destrampe" gritaban enardecidos.
Los destellos de los juegos pirotécnicos que hicieron dúo con la hoguera donde era quemado el Mal Humor, iluminaron el cielo jarocho y se escuchó la última orden de Juan Carnaval: "Terminada la amargura, con rumba, salsa y meneo, gocen con gran sabrosura, y le entren al carnavaleo, invadan calles, playas y portales, cumplan bien con armonía, Veracruz es la capital mundial de la alegría".