JUEVES Ť 22 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Niega la SRE que el CICR haya solicitado anuencia para apoyar a los zapatistas
Pide el gobierno federal al EZLN no enrarecer el clima que se requiere para el proceso de paz
Ť Quienes participen en la marcha serán responsables de sus actos: Luis H. Alvarez
Ť La Cocopa definirá hoy qué acciones emprenderá para esclarecer el diferendo
ROBERTO GARDUÑO, ANDREA BECERRIL Y BLANCHE PETRICHX
El gobierno federal pidió al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) "evitar cualquier acción que pueda enrarecer el clima requerido para el proceso de paz".
El diferendo entre el EZLN y el gobierno federal propició que la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa) tenga que definir, durante una reunión que se realizará hoy, las acciones encaminadas a esclarecer el problema y a contribuir para que la marcha zapatista se inscriba en los esfuerzos de paz en Chiapas.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) negó que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) haya solicitado a las instancias gubernamentales su anuencia para colaborar en la movilización de los rebeldes.
En la residencia de Los Pinos, Luis H. Alvarez, comisionado para la paz, y Rodolfo Elizondo, comisionado para alianza ciudadana del gobierno de Vicente Fox, dieron a conocer la postura oficial en torno a la reacción del Ejército Zapatista por la negativa del CICR a participar en la marcha que empezará el sábado próximo en la selva y los Altos de Chiapas rumbo a la ciudad de México, y recordaron que la institución de auxilio adujo que no se han reunido las condiciones para colaborar con la movilización:
"Si el CICR hubiera considerado que la solicitud del EZLN tenía como base el derecho internacional humanitario y, por tanto, le permitía ejercer sus buenos oficios con relación a la marcha, el gobierno mexicano, de haber sido consultado, habría analizado la situación y emitido una respuesta pública al respecto."
La participación de la CRI en México
Como se recordará, en dos fases anteriores del proceso de negociación entre el gobierno federal y el EZLN, el CICR pudo garantizar la neutralidad de los corredores de salida y la seguridad del traslado de los comandantes zapatistas que acudieron a los diálogos de la catedral de San Cristóbal en 1994 y a la mesa de San Andrés Larráinzar en 1995-1996.
En el segundo proceso, ya en el sexenio de Ernesto Zedillo, la organización internacional presentó formalmente su solicitud durante la reunión del ejido San Miguel, en la que se firmó el protocolo para la mesa de San Andrés. Aunque en medios del gobierno federal, en aquel momento, había una fuerte corriente de opinión contraria a la presencia del CICR o de cualquier otro organismo internacional, por lo que implicaría "darle carácter internacional a un conflicto estrictamente interno", el mediador Samuel Ruiz, obispo de San Cristóbal de las Casas, solicitó el acompañamiento de la Cruz Roja Internacional. El entonces delegado gubernamental para las negociaciones de paz (fallidas), Gustavo Iruegas, otorgó en ese momento el visto bueno, y las ambulancias y el personal del CICR fueron, a pa rtir de entonces y hasta la última sesión de San Andrés, los garantes de la seguridad de los jefes indígenas.
Durante la lectura del comunicado oficial, Luis H. Alvarez insistió en que cualquier participación del CICR en territorio nacional deberá tener la anuencia del gobierno mexicano, y "en ningún momento el EZLN ha hecho saber al gobierno federal que requería la participación del Comité Internacional de la Cruz Roja para poder realizar su marcha".
Sobre el particular, el comisionado para la paz dijo que el gobierno federal manifestó la necesidad de realizar un encuentro, "que no la reanudación del diálogo formal", para atender de común acuerdo los temas relacionados con la marcha zapatista. No obstante, "el EZLN no aceptó la posibilidad de celebrar dicho encuentro para tratar estos temas, ni siquiera con la Cocopa".
Quienes participen en la marcha serán responsables de sus acciones
El documento que se presentó ante los medios de comunicación justifica la postura oficial, y a pesar de no acordarse las condiciones básicas para garantizar el éxito de la marcha, "el gobierno federal ha manifestado que garantizará su libre tránsito y, en consecuencia, en ejercicio de sus atribuciones constitucionales y legales, tomará las medidas necesarias para establecer las condiciones de seguridad y de paz pública que permitan el mejor desarrollo de la misma, las cuales se harán del conocimiento público el próximo viernes 23 de febrero".
Según la postura gubernamental, será el ejercicio de las garantías de libre tránsito y reunión pacífica lo que permite la marcha del EZLN:
"En este sentido, el EZLN puede manifestarse con las mismas libertades que cualquier organización o movimiento lo puede hacer en el país. De estas garantías se desprende también que todo individuo que participe en esta marcha es responsable de sus personales acciones. De lo que no puede hacerse cargo el gobierno federal es de la responsabilidad que tiene cada individuo u organización, al ejercer sus libertades."
En la conferencia de prensa, en la que no se permitieron preguntas de los reporteros, Luis H. Alvarez resaltó en siete puntos que el gobierno foxista mantendrá sus acciones de distensión para alcanzar la paz y, "en ese sentido, manifestamos nuestra sorpresa ante las declaraciones vertidas por el EZLN en el último comunicado, por lo que le hacemos un atento llamado para evitar cualquier acción que pueda enrarecer el clima requerido para el proceso de paz".
La Cocopa definirá acciones para contrarrestar la tensión
La Comisión de Concordia y Pacificación definirá hoy, en sesión plenaria, acciones encaminadas a lograr que se aclare el diferendo entre el EZLN y el gobierno de Fox, y a contribuir para que la marcha zapatista se inscriba dentro del conjunto de esfuerzos a favor de la paz en Chiapas.
Los legisladores discutirán la pertinencia de pedir al CICR que precise en que basó su negativa para ser la instancia encargada de dar seguridad a la movilización del grupo rebelde.
La respuesta del CICR motivó que el presidente en turno de la Cocopa, Demetrio Sodi de la Tijera, llamara el martes por la tarde a una reunión de emergencia a la que ayer sólo asistió menos de la mitad de los miembros de la comisión. No hubo, por tanto, el quórum requerido en el organismo de coadyuvancia para definir su postura ante las nuevas circunstancias que los propios legisladores calificaron ayer de "preocupantes".
El senador Sodi de la Tijera pasó un mal rato, ya que intentó localizar vía telefónica a diputados y senadores que estaban en sus respectivas entidades para ponerse de acuerdo y dirigir un comunicado al EZLN, pero antes de lograr la anuencia de todos los legisladores el documento fue entregado a la prensa.
El perredista se vio obligado a aclarar que el documento, de dos párrafos, no tenía validez, ya que aún no era aprobado por todos los legisladores, los que decidieron reunirse este jueves para analizar a fondo la nueva coyuntura en Chiapas, a partir de la acusación del EZLN a Fox de ser responsable de que el CICR desistiera de acompañarlos en el viaje con rumbo a esta capital y también a partir de la respuesta que ayer dio Luis H. Alvarez.
Sodi sostuvo en conferencia de prensa que no hay diferencias de fondo al interior de la Cocopa y que sólo se aplazó para hoy la discusión y aprobación del documento filtrado, en el que el organismo de coadyuvancia informa al EZLN que está de acuerdo en que se reúnan el próximo 12 de marzo y reitera la "disposición para apoyarlos en su recorrido por diversos estados del país y durante su estancia en la ciudad de México".
Otros legisladores consultados, entre ellos el diputado del PRD, Emilio Ulloa y el senador del PAN, Felipe de Jesús Vicencio Alvarez -éste último no pudo asistir a la reunión de ayer- coincidieron con Sodi en que no hay diferencias en la Cocopa y el único problema fue que muchos de sus miembros no pudieron trasladarse a tiempo desde sus entidades. Se mencionó el caso de la senadora panista Luisa María Calderón, que fue internada de urgencia la víspera.
El senador Vicencio Alvarez consideró que el "fuerte" comunicado de ayer del subcomandante Marcos es motivo de inquietud y preocupación. Sin embargo, agregó, "en la Cocopa seguimos determinados a hacer lo que nos corresponde, que es llamar a la responsabilidad y la prudencia a ambas partes en conflicto".
Señaló que la Cocopa "no puede permitir que se rompan los frágiles vínculos que se empezaban a tejer" entre el EZLN y el gobierno de Fox. A su juicio, el CICR "haría una saludable contribución para distender el ambiente" al precisar públicamente en qué basó su negativa a la solicitud de los zapatistas.
Igualmente, Sodi de la Tijera habló sobre la pertinencia de que la Cruz Roja Internacional aclare cuál es la realidad, pues la acusación del EZLN a Fox "es una sombra que confunde el camino hacia el diálogo".
Otro de los puntos que los legisladores tratarán de consensuar hoy es pedir una reunión urgente con el secretario de Gobernación, Santiago Creel, quien los había citado para el próximo lunes.
El CICR no solicitó la anuencia del gobierno federal, dice la cancillería
En ausencia del secretario de Relaciones Exteriores, quien se encuentra precisamente en Ginebra, sede de la casa matriz del CICR, la vocera de la dependencia, Liliana Ferrer, negó que el organismo internacional haya consultado o solicitado al gobierno federal su anuencia para acompañar a la marcha zapatista como instancia neutral en misión de buenos oficios.
Ninguna oficina del gobierno federal, dijo la vocera, recibió "en ningún momento absolutamente" una solicitud en este sentido. Interrogada sobre cuáles serían las líneas de acción de la SRE en caso de que se presentara una petición de este tipo, respondió que la cancillería "nada tiene que decir" al respecto.