jueves Ť 22 Ť febrero Ť 2001

Juan Antonio VegaŤ

Un ombudsman alternativo del espejo

El debate público acerca del papel de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) frente a las cárceles de "alta seguridad" ha sido malinterpretado por algunos como una campaña de desprestigio contra su titular. Nada más alejado del ánimo de quienes han sostenido una postura crítica. Por el contrario, se trata de encontrar fórmulas para la superación de esta crisis de credibilidad y de su pérdida de liderazgo en temas de la agenda nacional.

Como una vergüenza nacional, enero pasado nos presentó dos situaciones que tenían que ver con los derechos humanos en los Centros Federales de Readaptación Social (Ceferesos). Por una parte, las escenas de la vida cotidiana e íntima de los internos del penal de La Palma sólo reafirmaban la denuncia que durante varios años grupos de derechos humanos y abogados habíamos hecho: el reglamento de Almoloya viola garantías constitucionales y derechos procesales fundamentales. Sin embargo, el escándalo se multiplicó con la fuga de El Chapo y las posibles irregularidades, aún no esclarecidas, en la actuación de los visitantes de la CNDH que "investigaron" las denuncias de los custodios.

Nadie deseaba que esta nueva discusión acerca del papel de la CNDH se diera en ese contexto. El debate tiene un origen circunstancial, por lo que nada justifica hablar de una "campaña de desprestigio" que se deba combatir con una "contracampaña publicitaria".

No obstante, y más allá de la discusión acerca de si se trató de "goles" o "autogoles", según la expresión foxista, quedan en el aire diversas preguntas que la institución del ombudsman federal deberá contestar, y que hacen referencia a su menguado liderazgo respecto de los asuntos penitenciarios a nivel nacional: Ƒqué postura tuvo la CNDH durante todo este tiempo en el tema de los Ceferesos? ƑEs justificable que ante las reiteradas quejas contra estas instituciones los quejosos recibieran por respuesta: "poco podemos hacer contra el reglamento, ya que no podemos actuar contra el marco legal vigente"? Si desde el año pasado el doctor José Luis Soberanes aseguró que nada impedía que los visitadores hicieran del conocimiento del Ministerio Público posibles hechos delictivos, Ƒpor qué no se denunciaron a la PGR las presiones contra los custodios de Puente Grande?

Recordemos que según la investigación titulada El papel del ombudsman en América Latina (marzo de 2000), de la prestigiada Asociación para la Prevención de la Tortura, el ombudsman "teóricamente tiene la capacidad para organizar de manera regular visitas a los centros de detención con fines preventivos, e inclusive de disponer de un representante en los diferentes establecimientos de policía".

Expresamente para nuestro país, el citado estudio concluye que es deseable "que la CNDH y en general las instituciones que componen el sistema no jurisdiccional de protección de los derechos humanos en México (realicen)... investigaciones independientes, interdisciplinarias y preventivas que no se reduzcan a la mera revisión de información proveniente de las mismas instituciones oficiales sospechosas de haber participado en tales actos".

El asunto de fondo es que, salvo honrosas excepciones, las comisiones públicas de derechos humanos, que dicen carecer de recursos para llevar a cabo funciones preventivas, en el fondo evidencian un problema de falta de voluntad política al sentirse débiles frente a las interferencias de los poderes ejecutivos. Es decir, la falta de liderazgo en temas de derechos humanos es resultado de un cálculo de las "debilidades y fortalezas políticas" de la institución del ombudsman frente al resto de las instituciones del Estado, en donde los diagnósticos y las evidencias de violaciones quedan en riesgo de pasar a segundo plano.

ƑQué ha pasado después del reconocimiento de la autonomía constitucional de la CNDH? Salvo contadas excepciones, desde hace un par de años la agenda nacional de derechos humanos llega retrasada al edificio de Periférico y Luis Cabrera. La expectativa ciudadana de que el ombudsman federal se librará del sometimiento a la sombra del Ejecutivo, aún no se ha cumplido en parte, porque difícilmente se pasa del nivel de las denuncias por casos específicos al del diseño de políticas integrales de derechos humanos por tema o sector. Y mientras eso sucede a nivel federal, en el resto del país muchas comisiones estatales oscilan entre amenazas de la restricción al presupuesto y sus propias limitaciones técnicas y políticas.

Por ello uno se pregunta si después de diez años de existencia la CNDH realmente tiene la vocación de conducir los procesos de cambio institucional para la protección y mejoramiento de los derechos humanos de la ciudadanía. Desde la perspectiva de un organismo de la sociedad civil, preferiríamos ya no ver a la CNDH del otro lado de la mesa, como defendiendo el punto de vista oficial, sino coincidiendo en algunos nuevos frentes de batalla en materia de seguridad, justicia, militarización y derechos colectivos. La autonomía real pasa también por la consulta, contacto y rendición de cuentas respecto de la ciudadanía y sus representantes. En la transición de regímenes políticos el ombudsman debe justificar su existencia y presupuesto actuando de manera alternativa respecto de las condiciones anteriores impuestas por el "viejo régimen". Requerimos de un "embajador" en el nivel de las políticas federales (internas) de derechos humanos.

Ť Miembro del equipo coordinador de la red nacional Todos los Derechos para Todos

[email protected]