Ť No durará el efecto en Latinoamérica, según analistas
Crack en la Bolsa de Turquía y fuga de divisas afectan a mercados de AL
REUTERS Y AFP
Estambul, 21 de febrero. La bolsa turca sufrió la peor caída de su historia y el país perdió casi un tercio de sus reservas internacionales, en medio de una aguda crisis política que impactó a otros mercados emergentes.
El índice ISE National-100 de la Bolsa de Estambul cerró con pérdidas de 18.11 por ciento, y se situó en 7 mil 180.6 puntos, su nivel más bajo desde el 8 de noviembre de 1999, con lo que en tres días perdió 29.4 por ciento de su valor.
El pánico que se desató en el mercado cambiario tras una disputa entre el presidente y el primer ministro también provocó el retiro de 7 mil 600 millones de dólares de las reservas internacionales del país, que al inicio de este mes se anunció ascendían a 25 mil 928 millones.
El banco central cortó el martes el financiamiento a los bancos, en un intento por detener la fuga de dólares, lo que tuvo como resultado ventas por unos 4 mil millones de divisas y elevó la tasa interbancaria de préstamos a niveles de 4 mil por ciento.
Adopta sistema de libre flotación y deja la tasa cambiaria fija
El primer ministro turco, Bulent Ecevit, convóco a sus asesores de más alto rango a una sesión de emergencia que duró seis horas, sin embargo no se emitió ninguna declaración inmediata.
Posteriormente, el gobierno turco informó que el país abandona el sistema de tasa cambiaria fija que aplicaba desde fines de 1999, en el marco de un acuerdo con el El Fondo Monetario Internacional (FMI). El banco central anunció que mantendrá su política antinflacionaria a través de un tipo de cambio de libre flotación.
La problemática turca estalló esta semana cuando Bulent Ecevit salió de una reunión con líderes políticos y altos mandos militares, diciendo que el presidente, Ahmet Necdet Sezer, lo había insultado y cuestionado la voluntad de su gobierno para erradicar la corrupción.
El FMI informó que sostiene "conversaciones continuas" con las autoridades turcas, mientras el país trata de resolver una crisis financiera. Turquía está aplicando un programa antinflacionario apoyado por un préstamo de contingencia de 4 mil millones de dólares del FMI y un paquete adicional de emergencia de 7 mil 500 millones de dólares, tras la crisis financiera de finales de 2000.
La crisis ha provocado temores entre los mercados emergentes, que prevén que el efecto negativo de Turquía se pueda extender y lleve a una pérdida de confianza de los inversionistas en este tipo de deuda. Esto afecta a toda América Latina, particularmente a Argentina y Brasil.
La firma financiera Salomon Smith Barney pronosticó que el mercado de la deuda latinoamericana se recuperará del efecto turco cuando los inversionistas internacionales "se den cuenta de que las economías de la región no son sensibles a Turquía".