VIERNES Ť 23 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Los que han hablado mal ya perdieron, dice Marcos
Gana terreno en el mundo la lucha por derechos indígenas
Ť Sin que los zapatistas den aún un paso, ya andan mal parados el CICR, empresarios y miembros del gobierno
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
La Realidad, Chis., 22 de febrero. La verdadera noticia, La Noticia, si alguna, es que los derechos de los pueblos indígenas de México sean tan importantes para el mundo, y piedra de toque de la nueva modernidad y la transición democrática que todo lo toca. Su debate, realzado por los pasamontañas zapatistas, no está dejando intacto ningún sector de la sociedad mexicana, y los más retardatarios al respecto se desnudan en el más público de los ridículos.
"Los que han hablado mal ya perdieron. Van a ganar los pueblos indígenas", dice el subcomandante Marcos esta mañana ante más de cien periodistas, más de la mitad extranjeros, enviados por los principales diarios, canales de televisión y agencias internacionales de Estados Unidos y Europa, calentando motores para cubrir los 3 mil kilómetros de la marcha zapatista que está a punto de comenzar.
Sin haber dado todavía un paso los comandantes del EZLN, van quedando mal parados la Cruz Roja Internacional, importantes miembros del gobierno federal, las cámaras empresariales y algunos componentes de las otras cámaras, las legislativas, así como los más conspicuos obispos y los más sentenciosos opinadores de la derecha, tanto de medios impresos como electrónicos. Obligados a hablar de los indios, se han puesto en evidencia. Y eso que aún les falta hablar con ellos, algo que parece inevitable. El mundo espera.
"No vamos a firmar la paz en este viaje", advierte Marcos, saliendo al paso de las "encuestas en pastelerías" que piden paz y punto, y a los edulcorados Teletones que venden la palabra "paz" sin interesarse en el contenido. Pero los indios, esos pueblos y culturas que desbordan el México de los espejismos, están ahí con su reclamo. Ya no hay manera de negarlos.
"La movilización en el México de abajo es muy grande. No tiene precedente", anuncia el jefe rebelde, como si dijera váyanse preparando, limpiénse los ojos, sepan ver la manifestación que viene. "Nuestro plan es llegar a la paz. Conseguir un diálogo que no sea simulación."
El vocero del EZLN describe la ruta del próximo sábado en adelante, y confía: "Vamos a ir, vamos a llegar a esos lugares, vamos a hablar con todos. Vamos a convencer a los diputados," Los zapatistas cuentan con que "la misma gente que botó al PRI" acompañará la marcha y apoyará a los pueblos indios en su demanda de justicia y libre determinación.
Los invisibles revelados
Pareciera que no están, que las cámaras y los micrófonos desplegados como enjambre no se enteran de su existencia, pendientes de las palabras y la figura del subcomandante Marcos en vivo desde La Realidad, que hoy parece la Feria Internacional de la Telefonía Satelital.
Mujeres y hombres, niños y ancianos, los rostros cubiertos y los ojos subrayados por paliacates y pasamontañas, tienden una valla a los lados de la mesa donde el subcomandante Marcos habla con la prensa, flanqueado por el mayor tzeltal Moisés y el comandante tojolabal Tacho, quienes son, de momento, los que salen en la foto.
Se quedan en La Realidad, pero serán relevados a lo largo del camino por gente como ellos, hombres y mujeres tzotziles, tzeltales, choles, tojolabales, zoques, mam, chinantecos, mixes, zapotecos, mazatecos, huicholes, yaquis, tarahumaras, seris, "entre otros", dice Marcos. A la pregunta de un reportero, precisa: "No hay un sólo pueblo indígena que no apoye nuestra demanda de reconocimiento de sus derechos". Toca al Congreso Nacional Indígena, "nuestra organización, a la que pertenecemos como indígenas", conseguir que estos derechos sean ley.
La niña Rosaura, cargando a su hermanito de un año en un rebozo, expresa preocupación "porque salen los compañeros y no les vaya a pasar algo". El subcomandante dice entre tanto a pocos pasos de ella: "Pensamos que no va a haber agresiones. Todo va a salir bien. Los perdedores son los que quieren que salga mal. Y si sale mal, habrán enseñado la cara los grupos empresariales, el PAN, el gobierno. Si sale mal la marcha ellos se convertirán en el enemigo público de los cinco continentes."
Según Marcos, la delegación del EZLN, en su viaje de 14 días hacia el Distrito Federal, se encontrará con grupos y organizaciones de las 57 etnias del país (cuenta en la cual los zapatistas suelen incluir a la mayoría mestiza). No obstante, interrogado sobre los vínculos con otros movimientos indígenas del continente, el subcomandante menciona que mantienen relaciones informales, "intercambio de saludos", con los mapuches de Chile y los movimientos indígenas de Ecuador, Canadá y Estados Unidos. De momento la cosa es en, con y para México.
Repercusiones globales
La notable presencia mediática internacional es sólo comparable a la que recibió el levantamiento zapatista las primeras semanas de 1994. Sólo que ahora además estarán presentes grupos solidarios y personajes distinguidos del Estado español, Francia, Italia, Alemania, Japón, Suiza, Grecia, Estados Unidos, Argentina, respaldados por movilizaciones en sus respectivos países.
El escándalo generado por la negativa de la Cruz Roja Internacional para acompañar la marcha zapatista ha tocado las altas esferas gubernamentales, en particular la muy activa en la materia Secretaría de Relaciones Exteriores. En la que suena nueva versión de la vieja "doctrina Iruegas", el canciller Jorge Castañeda dijo, según el jefe rebelde, que si los zapatistas "quieren una guerra de mentiras, tendrán una paz de mentiras".
Nada tiene de raro esta resurrección ideológica, que caracterizó al embajador Gustavo Iruegas cuando estuvo al frente de las negociaciones por parte del gobierno zedillista en 1995, siendo él ahora subsecretario de la SRE. En aquel entonces, Iruegas imprimió a las negociaciones de San Andrés la interpretación de que había que relativizar las demandas zapatistas, siendo que no eran una verdadera amenaza militar, pues no habían ganado, ni ganarían la guerra al Ejército federal.
Son tantos los fantasmas que sacan de clósets y armarios las declaraciones de Marcos y la marcha de la caravana zapatista e indígena al Congreso de la Unión, que la escena política nacional parece película de horror a la George Romero. Durante la noche de los muertos vivientes que se despliega en el país de las declaraciones, no faltan las amenazas de muerte proferidas por el gobernador queretano y un nuevo clásico instantáneo, el diputado morelense Salomón Salgado, ex panista (y ex miembro del Partido de los Pobres, o sea otro arrepentido). Un cierto pánico invade las cúpulas empresariales mientras la marcha pacífica de los indígenas mexicanos toma la forma de lo inevitable.
Hay nerviosismo en las posiciones del Ejército federal, manifestada en los retenes (que oficialmente no existen), en el trasiego de vehículos y tropas en las cercanías de los Aguascalientes zapatistas y en los municipios autónomos. También en la policía migratoria, que ha extremado sus controles para detectar a los extranjeros que están llegando, en gran número, para acompañar la marcha de la delegación del EZLN.
Pero "es la hora del Congreso de la Unión", dice Marcos. No puede menos que aceptar la "Ley Cocopa", que está "por debajo de los acuerdos de San Andrés".
De la selva Lacandona al espacio
De momento los reflectores y las noticias que viajan desde la selva Lacandona a los satélites en el espacio y de allí rebotan al mundo civilizado, están concentrados en el subcomandante Marcos. Sobre ese personaje, que unos quieren ver más flaco, otros cansado, que habla con tranquilidad y severidad para inquietud del sistema político y la efusión mediática.
Su imagen falsificada ya vende muebles por televisión, mientras sus palabras reales ocupan los titulares. Pero lo que verdaderamente se mueve aquí, y en las estaciones del trayecto anunciado, es la voluntad indígena de existir. No hay barullo mediático ni propaganda trivializadora que acalle la voz de los pueblos indios, sujeto de todo esto, la mano que retira los velos de la simulación y la guerra de exterminio que no se ha detenido en estas tierras.
En referencia a las campañas de los empresarios, la Iglesia y los medios electrónicos que "pretende obligar al EZLN a una rendición", según el subcomandante Marcos, sólo "aseguran la continuación de la guerra y el estallido de otras rebeliones armadas en otras partes del país".
Los insurgentes del EZLN que vigilan la conferencia de prensa, armados y encapuchados, lucen un tanto apacibles en las esquinas y los accesos del Aguascalientes. Por momentos parece increíble que tan poco (Ƒtan poco?) desafíe al poder y ponga a la nación de cara a sus pueblos más antiguos y pobres. Son sólo la punta de un hilo que recorre el México profundo y hoy sale a la superficie como nunca antes en estas tierras dejadas de la mano de Dios para ocupar el primer plano.
En pocas horas, la caravana zapatista hará visible el México que durante siglos la sociedad nacional se negó a ver. ƑCuánto ruido sería necesario para evitar que sean escuchados? José Saramago, uno de los personajes que acompañará la marcha indígena, ha dicho que esta movilización pone a México en el centro del mundo.