VIERNES Ť 23 Ť FEBRERO Ť 2001

Neil Harvey

La lucha por el sur: derechos indígenas y globalización

La negativa del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) de acompañar a la marcha zapatista pone en duda la voluntad del gobierno de Vicente Fox Quesada para asegurar que el incipiente proceso de paz y la aprobación de la Ley de Derechos y Cultura Indígenas no sean saboteados por diversos grupos e individuos que en las últimas fechas se han destacado por su agresiva intolerancia hacia los rebeldes indígenas.

Resulta difícil creer que el CICR haya rechazado la petición zapatista porque ésta no cumplía con sus normas y procedimientos formales.

ƑCómo es posible que el mismo Comité Internacional de la Cruz Roja haya acompañado a las delegaciones zapatistas en las pláticas de paz en San Cristóbal de las Casas y en San Andrés Larráinzar, además de brindar apoyos a los desplazados del municipio indígena de Chenalhó, pero ahora argumente que las condiciones no están dadas para brindar protección a la dirigencia del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) cuando ésta va en busca del diálogo con el Congreso de la Unión?

ƑAcaso no persiste en el estado de Chiapas la misma guerra no declarada, de hostigamiento y militarización en contra de las comunidades que simpatizan con el zapatismo y las luchas de los pueblos indígenas?

Como ejemplo están las recientes amenazas de violencia vertidas por el grupo paramilitar Paz y Justicia.

De esta nueva situación surge la siguiente pregunta: Ƒqué es más importante para el gobierno de Vicente Fox Quesada: la aprobación de la ley de derechos indígenas, o la integración económica del sur mexicano a través del nuevo Plan Puebla-Panamá?

Seguramente el gobierno federal dirá que no hay incompatibilidad entre uno y otro, pero ahí reside una profunda diferencia entre la visión empresarial de "integrar a los indígenas al desarrollo" (sin cuestionar este "desarrollo") y las múltiples visiones de lo que podría ser el desarrollo si los campesinos e indígenas tuvieran la posibilidad (es decir, el derecho) de decidirlas libremente.

La marcha de los zapatistas rumbo al Distrito Federal empieza recorriendo el mundo indígena del sur-sureste. Es en este sur marginado, y ahora codiciado por los globalizadores, donde los indígenas cuentan con una larga historia de resistencia, la cual se converge cada vez más en la defensa de los recursos naturales como sustento de las culturas mesoamericanas.

Nos referimos, por ejemplo, a las luchas en contra de la biopiratería en el mismo estado de Chiapas, la defensa comunitaria de los bosques de la región de los Chimalapas, las protestas en contra del corredor industrial del istmo de Tehuantepec y las denuncias en contra de la expansión de las plantaciones de eucalipto y la entrada de cultivos transgénicos. Marcos y los comandantes zapatistas escucharán estas historias de agravios y resistencias en su camino al Distrito Federal.

Por su parte, contribuirán a la mayor comprensión y convergencia de estas luchas, abriendo la posibilidad de que desde este sur se empiecen a discutir y diseñar políticas públicas más incluyentes. ƑSerá por esta razón que los zapatistas tendrán que marchar sin la presencia de la Cruz Roja Internacional, aunque sí con la de los pueblos indígenas?