Ť Mostraría una fuerte baja en el consumo por brusca desaceleración: Bursamétrica
Inflación de -0.13% en la primera quincena de febrero, reporta BdeM
Ť Desde que el indicador comenzó a calcularse en 1988 nunca se había observado una deflación
Ť El resultado no debe ser motivo de ''jactancia'' para la autoridad, advierte Alvarez Icaza
ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Como no había ocurrido antes en el país, la inflación en la primera quincena de febrero tuvo una variación negativa, de 0.13 por ciento, lo que implicó que en ese periodo el nivel promedio de los precios en el país disminuyó en vez de aumentar, reportó el Banco de México.
Añadió que la evolución de los precios fue influida ''de manera determinante'' por la baja en las cotizaciones de productos agropecuarios como jitomate, limón, chile serrano, carne de ave, chile poblano y naranja.
Pablo Alvarez Icaza Longoria, director de análisis de la consultoría Bursamétrica, consideró que el estado de deflación registrado durante la primera quincena del mes puede ser explicado tanto por la caída en los precios de los productos agrícolas, como afirma el banco central, pero también por un descenso en la demanda de productos y bienes de consumo como resultado de una desaceleración económica mayor a la prevista hasta ahora.
''La parte bonita del reporte del Banco de México es que tuvimos deflación en la primera quincena de febrero, pero el informe puede ser también indicio de una fuerte reducción de la actividad económica, que probablemente nos esté metiendo en desaceleración brusca de la economía'', señaló.
En el comunicado, el Banco de México indicó que la variación negativa de 0.13 por ciento en el nivel del Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que mide la evolución de la inflación, en la primera quincena de este mes constituye la primera situación de deflación desde que el indicador comenzó a ser calculado en 1988.
El banco central añadió que ''en caso de que los productos perecederos como jitomate, limón, carne de ave y chile serrano, no hubieran disminuido de precio, la inflación en el periodo hubiera resultado de 0.35 por ciento''.
Por otra parte, los bienes y servicios cuyos precios registraron un mayor aumento en el lapso reportado fueron tortilla de maíz, gas doméstico, vivienda, servicios médicos, gasolinas, servicio doméstico y autobús urbano.
En contraste con la evolución negativa del índice general, el precio promedio de los productos de la canasta básica de consumo mostró en la primera quincena del mes un incremento de 0.50 por ciento, el más bajo para un periodo similar desde 1993.
Alvarez Icaza explicó que el índice general de precios al consumidor fue negativo porque el subíndice de alimentos, bebidas y tabacos se desplomó. Aunque haya incrementos en ocho rubros generales, el peso de la caída de alimentos, bebidas y tabaco determina el comportamiento deflacionario, señaló.
''El boletín del Banco de México destaca que son los productos agrícolas los que bajan. Caen 4.64, pero sobre todo el retroceso está concentrado en frutas y verduras, que disminuyen 10.65 su precio en la primera quincena del mes''.
Según el especialista, las razones que explican la disminución en el precio promedio de frutas y verduras son tres: puede haber excelentes cosechas que provoquen caída de precio; segundo, porque el tipo de cambio ayuda a que productos agrícolas importados bajen de valor y, tercera, por la reducción de la demanda, que si se desacelera, provoca que los precios tiendan a decrecer''.
Estableció que el resultado de la primera mitad de este mes no debe ser motivo de ''jactancia'' para la autoridad. Es cierto que en enero y lo que va de febrero la inflación fue menor a la prevista, pero los meses anteriores el crecimiento de los precios fue mayor, apuntó. Advirtió que de continuar una política monetaria muy agresiva, como sucede hasta ahora, existe el riesgo de que la restricción monetaria arrastre a la economía a una recesión.
Opiniones divididas entre analistas privados
Las cifras dadas a conocer por el Banco de México, según las cuales la inflación se redujo 0.13 por ciento en la primera quincena de febrero, dividieron opiniones entre analistas del sector privado: mientras unos lo consideran un avance y señal de que la política monetaria restrictiva ha empezado a dar resultados, otros opinan que no reflejan la realidad y es urgente cambiar la forma en que se calcula el comportamiento de los precios.
Mario Rodarte, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), explicó que este resultado se debe a diversos factores: la restricción monetaria, la percepción de que la economía puede desacelerarse, lo que ha motivado que la gente gaste menos, y el comportamiento estacional de algunos productos.
Según sus pronósticos, la meta oficial de inflación (6.5 por ciento) se alcanzará antes de lo previsto, en septiembre u octubre. Lo importante es que se recuperó la tendencia descendente.
?¿En cuánto tiempo empezará a reflejarse esta baja en otros indicadores como tasas de interés?
?Muy pronto. Creo que en la próxima subasta podrían ubicarse en alrededor de 15 por ciento.
Gerardo Mancilla, de Consultores Internacionales, aseveró que las cifras oficiales no reflejan la realidad de la economía nacional y son ''una clara muestra'' de que es necesario replantear la medición de los precios para que se ajuste a la realidad cotidiana. El resultado reportado por el BdeM, explicó, se debe al precio estacional de algunos productos, sobre todo agropecuarios. Si, según el banco, la inflación en la primera quincena de este mes bajó 0.13 por ciento, en el mes será de 0.08 por ciento, ''una cifra considerablemente más baja que los cálculos más optimistas''. Consultores Internacionales pronostica que la inflación de este mes será de entre 0.2 y 0.3 por ciento.
Según Mancilla es necesario elaborar un índice diferenciado para determinar el nivel de inflación para cada estrato social o de ingreso. ''La clase media en México ni de lejos está viviendo una deflación como la que muestra el Banco de México, menos cuando vemos los aumentos al gas doméstico, las rentas o algunos servicios''.
Por último, el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), José Valles Luévanos, descartó que el banco central manipule las cifras de inflación y consideró riesgoso modificar la canasta de bienes y servicios con la cual se calcula el comportamiento de los precios en México, pues ello implicaría modificar la metodología para medir otros indicadores. Asimismo, ratificó que el IMEF pronostica una inflación de entre 7.5 y 7.8 por ciento para este año, pero aún falta conocer las características y los efectos de la reforma fiscal. DAVID ZUÑIGA