VIERNES Ť 23 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť D'Andrea Mohr reveló las zonas en que el terrorismo de Estado tenía dividido al país

Murió ex militar que investigó a responsables de secuestros durante la dictadura en Argentina

Ť Sus trabajos, de vital importancia para que en Europa pudieran actuar contra represores

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 22 de febrero. El ex capitán del ejército José Luis D'Andrea Mohr, quien fue dado de baja durante la última dictadura militar argentina (1976-1983) y quien realizó una de las más importantes investigaciones sobre los responsables castrenses de secuestros, asesinatos y desapariciones bajo aquel régimen, murió esta tarde a los 62 años, víctima del cáncer.

D'Andrea Mohr -quien también realizó trabajos sobre los centros clandestinos de detención y sobre la desaparición de soldados que cumplían el servicio militar obligatorio en ese trágico periodo- fue considerado un luchador ejemplar, que continuaba asombrándose ante las miserias humanas y estaba dispuesto a brindar todos sus conocimientos para ayudar en la investigación de los crímenes del terrorismo de Estado.

Hijo y nieto de militares, D'AndreaMohr escribió, entre otros libros, El Batallón Perdido, donde cuenta al mundo la historia de los jóvenes soldados, sospechosos de "subversivos", secuestrados cuando cumplían con su servicio militar obligatorio. Se han contabilizado 129 muchachos así desparecidos.

Asimismo publicó, con ayuda de algunos amigos, una investigación sobre las zonas en que los militares de la dictadura dividieron el país, las ciudades y las administraciones, para reprimir mejor y más selectivamente, en un plan enmarcado en la siniestra Doctrina de Seguridad Nacional. Eran zonas marcadas para matar y desaparecer, zonas de una guerra donde centenares de niños formaron parte del botín.

Ese libro salió a la luz en 1999, acompañado por un CD, y resultó de vital importancia para las investigaciones en los juicios que se llevan adelante en varios países europeos contra los represores argentinos, que aquí se vieron beneficiados por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final de 1987, mientras que los jerarcas militares fueron indultados en 1990.

Estas leyes habían sido criticadas con dureza por el militar que había sido pasado a retiro tras negarse a declarar en un sumario ordenado por el entonces dictador Jorte Videla. Estas críticas, ya en democracia, le valieron nuevas sanciones y comparecer ante un tribunal militar que lo destituyó.

Durante los últimos tiempos, D'Andrea Mohr trató de vencer al cáncer en una lucha en la que no perdió su sentido del humor, su ironía, su sonrisa o su capacidad solidaria.

Muy pocos podían creer que sólo él realizaba sus exhaustivas investigaciones sin recibir apoyo ninguno, excepto el de una persona que le entregó sus ahorros en un generoso gesto. Sin embargo, muchos le exigían ejemplares de su libros sin dar un centavo a cambio.

El también testigo ante el juez español Baltasar Garzón por la causa del genocidio argentino, que dejó 30 mil desaparecidos, brindó a esta corresponsal no sólo material informativo, sino también su amistad y su aliento en las propias investigaciones sobre la Operación Cóndor, dejando de lado mezquindades y egoísmos, valores que parecen afianzarse en el sistema en estos últimos tiempos.