Ť Médicos tradicionalistas y mayordomos encabezaron el ritual en la zona
Efectúan ceremonia "de permiso" en El Tajín para la fiesta de equinoccio de primavera
Ť Posible indicio de que el INAH podría autorizar la "magna clausura", dicen organizadores
GUADALUPE LOPEZ ESPINOSA CORRESPONSAL
Papantla, Ver., 22 de febrero. Médicos tradicionales y mayordomos encabezaron, frente a la pirámide de Los Nichos, el ritual de li tlan, o petición de permiso a los dueños y dioses de El Tajín, para celebrar la fiesta del equinoccio de primavera en esta zona arqueológica.
La ceremonia inició después de las 12:00 horas del jueves y debió de concluir a las 6 de la mañana de este viernes, con el espectáculo de los voladores de Papantla, realizado fuera del centro ceremonial.
Ante una ofrenda con frutas, tamales y veladoras, los curanderos bailaron, rezaron, cantaron y quemaron incienso, pidiendo "permiso" a los dioses de El Tajín para llevar a cabo en esa ciudad sagrada la fiesta del equinoccio.
Pasadas las 3 de la tarde, la ceremonia continuó en la Plaza del Arroyo con la danza de los San Miguelitos de Jopala, interpretada por niños totonacas, durante la cual "se muestra la fe y la esperanza en el futuro y se mata al diablo o al mal, personificado por uno de los danzantes, previniendo con esto que suceda alguna calamidad".
Con esta danza se valora también al Santo Patrón de El Tajín: el Arcángel Gabriel, representado por otro pequeño. Más entrada la tarde vendría la ceremonia de "contentación" o de "pedida de perdón a los dioses", en la que médicos tradicionales lavan cara, manos y pies de los asistentes, simbolizando la purificación.
Estuvieron en la ceremonia Carlos Mora Gómez y Ernesto Antmann Aguilar, integrantes del Comité Organizador de la Cumbre Tajín 2001, quienes indicaron que esto es un indicio de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia, que autorizó la ceremonia indígena, les podría dar permiso para realizar la magna clausura en el centro ceremonial, aunque reconocen que tienen ya el tiempo encima y aún no reciben respuesta.
Mora Gómez dijo que han cumplido todos los requisitos que les pidió el INAH para que les autorice llevar a cabo la clausura en el centro ceremonial, y apuntó que "parece ser que las cosas van tomando su curso; sin embargo, necesitamos una respuesta, porque la postura del gobierno es muy clara. Vamos a hacer el festival y lo vamos a hacer donde tengamos que hacerlo, pero hasta ahorita les hemos entregado todo", e indicó que este espacio arqueológico pertenece a la gente del Totonacapan, no a una institución, y de esa gente ?mencionó? ya tienen los permisos.
Comentó que los organizadores tienen que empezar a montar las estructuras a más tardar el primero de marzo, por lo que "estamos con el tiempo encima". Agregó que el INAH y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) han querido conocer a fondo el proyecto, el guión y a todo el gobierno del estado les han ido respondiendo.
Ernesto Antmann, director general de Cumbre Tajín, expuso que el montaje del parque temático tiene 48 por ciento de avance en general y está a la espera de que les entreguen el permiso para el magno evento de clausura en la Plaza del Arroyo, "y no podemos esperar más allá del lunes o martes, y en tal caso tendríamos que tomar una decisión alterna".
Por su parte, el arqueólogo Luis Vieitez Martínez, asignado a la zona arqueológica El Tajín para que esté al tanto de que los organizadores cumplan la normatividad establecida por el Consejo de Arqueología del INAH, dijo que se lleva a cabo un control estricto con la finalidad de disminuir los riesgos en esos terrenos, donde también hay algunos vestigios arqueológicos.
Mencionó que si bien han aparecido algunos vestigios arqueológicos, como es un conjunto habitacional, se está viendo la manera de que quede bien protegido.
Por último, Juan Zimbrón, presidente del Consejo Supremo Totonaco, demandó ante los organizadores que el pueblo de México se interese más por las comunidades indígenas y que se tome en cuenta el aprendizaje de los abuelos, no necesariamente lo que viene en los libros y lo que nos dicen los antropólogos y los historiadores.
A su vez, el poeta totonaco Juan Tiburcio Pérez explicó que con esos rituales los indígenas reclaman al gobierno y al pueblo mestizo que se acabe con la discriminación y el maltrato hacia ellos.