Ť Bazar de asombros reúne sus ensayos periodísticos
Gutiérrez Vega es un escritor ''habitado por el mundo''
Ť Recibirá honoris causa por la Universidad de Querétaro
ARTURO JIMENEZ
La importancia de una balsa para el náufrago y ''la catarsis de una existencia memoriosa y apasionada por la conversación" es lo que ha representado para el poeta Hugo Gutiérrez Vega su columna de ensayos periodísticos Bazar de asombros, que la noche del miércoles fue presentada en forma de libro por Augusto Isla, Francisco Torres Córdova y el autor, en Casa Lamm.
El volumen reúne los textos elaborados por Gutiérrez Vega (Guadalajara, Jalisco, 1934) para esa columna a lo largo de los años, que han aparecido en diversos medios impresos y ahora se hospedan en el suplemento cultural La Jornada Semanal, dirigido por el escritor y actor.
Soñador y utopista
Marcado de manera venturosa por el signo de la diversidad, Bazar de asombros (Editorial Aldus) posee además, a decir de Isla, una ''arquitectura estricta y graciosa". Agregó el sociólogo y ensayista:
''Todo lo que Hugo Gutiérrez Vega es, como una fiel estampa de sí mismo ?aunque él, de hecho, no sea el protagonista?, aparece en este bazar: humor, sensualidad, independencia moral, avidez cultural, alerta conciencia ciudadana."
Y enlistó algunos de los elementos de todo lo factible de acomodar en este ''bazar de sus amores": paisajes, poetas, glorias gastronómicas, gestas políticas, sus muertos y sus amigos. Caben también, abundó, recelos, burlas e ironías. Luego, Isla regresó al asombrado autor y consignador de los asombros:
''Hugo es algo más que un liberalón, un errático metiche en los asuntos públicos; es un soñador, un utopista. Mínima utopía la suya: respeto a los derechos humanos, tolerancia, justicia social y cachondería; en fin, una utopía democrática que va más allá de sus triviales significaciones electorales, tan mezquinamente cercanas al juego del libre mercado."
''Un animal anecdótico"
Por su parte, Francisco Torres Córdova, poeta y traductor de autores griegos como Elytis y Seferis, hizo lo propio: un repaso por la obra poética de Gutiérrez Vega en busca del espíritu con que la teje. Completó: ''Y es que la voz en prosa de su tenaz asombro, que ciertamente no es fácil de conservar, es este libro que ahora tenemos en las manos".
Es el compendio, y aquí Torres Córdova citó al mismo Gutiérrez Vega, de ''un animal anecdótico" que se limita ''a contar cosas y a buscar interlocutores" y que todavía desconoce qué será cuando sea grande.
Enlistó la larga y entrecruzada trama de la vida y los temas de Hugo Gutiérrez Vega y comentó que más que una variedad de facetas, lo es de oficios. Oficios, dijo, cuyo eje es ''el asombro de vivir con los demás".
Y tras citar a Elytis (''el Yo del poeta no es el poeta como se forma en el mundo; sino es el mundo como se forma en el poeta"), Torres Córdova concluyó que Bazar de asombros ''es el testimonio en prosa de un autor habitado por el mundo".
Al final, Gutiérrez Vega leyó dos asombros de su bazar, uno sobre Carlos Pellicer y otro acerca de Tijuana. Este nuevo libro suyo reúne poco más de 200 ensayos en nueve capítulos y casi 700 páginas. En un breve prólogo, apunta acerca del volumen:
''En él se reúnen los frutos de una labor periodística de muchos años y varios intentos ensayísticos dictados por un entusiasmo bastante candoroso, y por la admiración que todavía me deja gozar la variedad del mundo y el milagro de las artes."
Este sábado, Hugo Gutiérrez Vega recibirá el doctorado honoris causa por la Universidad de Querétaro, de la cual fue rector y con la que lo une una larga y azarosa historia.