VIERNES Ť 23 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Con el decreto de 1996 se registraba más ahorro: Manuel Martínez

Experto de la UNAM afirma que era mejor el horario de verano pasado que el de Fox

Ť El director del Centro de Investigación de Energía dice que el cambio debería ajustarse al solsticio estival Ť José Antonio del Río pide a la población que en la consulta del DF tome en cuenta el buen manejo de los recursos naturales del país, y no sobreponga el interés personal

MATILDE PEREZ U.

El director del Centro de Investigación de Energía de la UNAM, Manuel Martínez, dijo que la mejor opción del horario de verano es el decreto de 1996, ya que el ahorro de energía es mayor a la determinación propuesta por el presidente Vicente Fox, aunque los efectos negativos de aquél para ciertas actividades humanas son mayores. "Es lo más realista aunque no es la mejor solución", comentó.

Destacó que es necesario tener mayor información de calidad tanto de los efectos sociales como del ahorro de energía eléctrica. "Esto no es sólo una cuestión de carácter técnico, necesitamos mayor información porque se juega entre el ahorro de energía y las incomodidades".

La gente prefiere la luz solar

En la exposición de los pros y contras del horario de verano en el país, el director del Centro de Investigación de Energía de la UNAM explicó que dentro de los supuestos generales, el ahorro de electricidad es mayor en el sector doméstico, aunque no se refleje en los cobros. Insistió en que no se pueden tener datos exactos, porque la información que existe es preliminar.

Sin embargo, es claro que la gente prefiere la luz solar al entrar a su trabajo o a las escuelas que por las tardes; la inconformidad radica en que perdemos dos horas de sol por la mañana. "Hasta el momento no tenemos la metodología exacta para optimizar la relación ahorro de energía y efectos negativos; además, el cambio de horario debería estar centrado en el solsticio de verano, lo cual no existe".

El investigador Fabio Manzini Luigi comentó que el ahorro de energía con el decreto de 1996 es poco apreciable a nivel de los hogares; el efecto es a escala macro y se calcula en un ahorro de mil megavatios con un valor aproximado de mil millones de dólares. Con ese horario, el amanecer sería a las 7:30 de la mañana.

En el caso del decreto propuesto por el presidente Fox, abundó Manuel Martínez, se reducen las molestias sociales, pero también el ahorro de energía.

José Antonio del Río, también investigador de dicho centro, pidió a la población que tome en cuenta el ahorro de energía y el buen manejo de los recursos naturales del país, y no sobreponga a esto el interés personal. Pero, reiteró, "falta información para que la sociedad responda con conocimiento de causa a la consulta en torno al horario de verano a la que convocó el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador".