CHIAPAS: MODERACION NECESARIA
El
rechazo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) a la solicitud
formulada por el EZLN para que ese organismo internacional contribuyera
a garantizar el inminente tránsito de los comandantes rebeldes por
varias entidades del país ha generado, en los últimos días,
una perceptible crispación declarativa, tanto por parte de altos
funcionarios del gobierno federal como de la directiva de la organización
indígena, y el cruce de acusaciones y contraacusaciones entre ambos
bandos ha adquirido un tono de hostilidad por demás preocupante.
Cuando parecía configurarse un ambiente de comprensión
y convergencia en torno a la marcha zapatista, y cuando importantes sectores
políticos, económicos y sociales se adherían a los
exhortos a la tolerancia emitidos por el presidente Vicente Fox, el tema
de la participación de la Cruz Roja Internacional adquirió
súbitamente una carga polémica excesiva y sobredimensionada.
A ello contribuyeron los evidentes y desafortunados desencuentros entre
altos funcionarios del gobierno federal y la desconfianza de los rebeldes
hacia las instituciones del Estado, desconfianza que tiene un fundamento
histórico innegable.
Más allá de las confrontaciones declarativas,
y sin ignorar la justificada preocupación de los dirigentes zapatistas
por su seguridad, es necesario señalar que la presencia del CICR
en la movilización zapatista, si bien habría significado
una importante contribución al buen desarrollo de la marcha, no
es, de ninguna manera, uno de los asuntos centrales del conflicto chiapaneco.
La propia institución internacional se encargó
de oscurecer las razones por las cuales decidió, en definitiva,
no hacer tal contribución; sería lamentable que, en el afán
de esclarecer y desentrañar tales razones, se disipara lo logrado
en lo que va del presente gobierno en materia de distensión y construcción
de un clima favorable para la reactivación del proceso de paz.
A nadie conviene poner en primer plano agrias discusiones
para dilucidar si los integrantes del Comité Internacional de la
Cruz Roja fallaron o no al mandato y a los principios de ese organismo,
o si se desarrolló o no una intriga en las altas esferas del gobierno
para obstaculizar su participación en el viaje de los rebeldes a
la capital. Lo realmente importante para el país es avanzar en las
vías de solución al alzamiento de enero de 1994 y construir
fórmulas de integración, respeto y dignificación de
sus pueblos indígenas.
En estas circunstancias sería deseable que las
partes se expresaran con moderación y contención, tanto para
asegurar que la marcha zapatista se desarrolle en un ambiente propicio,
como para construir la confianza entre ambas partes que requiere el proceso
de paz.
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