SABADO Ť 24 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť La universidad autónoma de la entidad impone hoy esa distinción al escritor

Hace más de 30 años salí de Querétaro y ahora regreso por el honoris causa: Gutiérrez Vega

Ť Las reformas que impulsé durante mi rectorado provocaron escándalo, recuerda

Ť Conmemoran 50 años de esa casa de estudios Ť Ceremonia en el Teatro de la República

ANGEL VARGAS

Además de la natural satisfacción que representa siempre cualquier reconocimiento, Hugo Gutiérrez Vega encuentra cierto aspecto gracioso en el honoris causa que este sábado le impone la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), como parte de la ceremonia conmemorativa del cincuentenario de la institución.

Explica el ex rector y poeta: ''Esta distinción es un gran honor y además un asunto bastante chistoso, que es lo que más me gusta, porque lo solemne me resulta insoportable. ¿Por qué chistoso? Porque hace más de tres décadas salí tendido de Querétaro en mi Volkswagen, con familia y maletas y sin que gutierrez-vega-hugo-2-jpgnadie me viera, porque nuestros proyectos, reformas e intenciones de crear una universidad moderna habían provocado un gran escándalo en la ciudad.

''No diría que el doctorado es una compensación ni nada por el estilo, si no que es chistoso y hermoso, por otro lado, que la universidad a la que tanto quise y la sociedad queretana, que en aquel entonces no llegó a entender las razones de ese entusiasmo, ahora, con este reconocimiento, hagan que regrese en mi Volkswagen, con mi familia y maletas, otra vez. Agradezco mucho eso, siempre es bueno retornar a un lugar que uno quiere y por el que se ha hecho un esfuerzo considerable y en el que, también, se metió muchas veces la pata''.

Especie de sublevación cristera

El proyecto de reforma que Hugo Gutiérrez Vega emprendió en la UAQ durante su inconcluso rectorado de dos años (1967-1968), según explica, consistía en poner al tanto a la institución de los grandes movimientos humanísticos y científicos que se habían dado y ocurrían en el mundo.

Así, comenzaron a impartirse seminarios sobre Freud, Jung, Marx y Hegel, entre otros personajes, y se adentró en el estudio y la enseñanza de la educación sexual. También se intentó crear una atmósfera cultural moderna, con un programa diverso de actividades en el que se equilibraba las expresiones clásicas con las contemporáneas.

''Se hizo gran hincapié en los estudios humanísticos, entre otras cosas insistimos en los antecedentes de la universidad. Se pensó una institución en donde cupieran todas las formas y las corrientes de pensamiento, así como las diversas ideologías y formas de expresión. La defensa de las libertades, la justicia social y la democracia eran temas siempre presentes'', señala el también actor y ex diplomático.

''Esto provocó, en una sociedad tan cerrada como lo era Querétaro, escándalo y desasosiego. Había quienes pensaban que estábamos corrompiendo a la juventud. Recuerdo que en un periódico se decía que promovíamos el marxismo y la masturbación. Ni lo uno ni lo otro, además de que lo segundo no necesita promoverse. El proyecto de reforma universitaria inquietó mucho a las fuerzas del poder político y económico queretanas, así como a la Iglesia, y provocó una reacción social violenta, incluso se tomó por asalto a la universidad. Fue una especie de sublevación cristera que me hizo tomar las maletas e irme".

El doctorado que se le confiere ?también posee uno de la Universidad de Salamanca, España?, da pie a Gutiérrez Vega para renovar una serie de reflexiones acerca de la función y la misión de la educación superior pública para el desarrollo del país:

''El carácter público, laico y privado de la universidad es algo en lo que debemos insistir. Entre el neoliberalismo y los senderoluminosistas del CGH nos han estropeado este proyecto. Son varias las críticas y las campañas que se hacen en contra de la universidad pública, entre ellas que no es rentable, obviamente no lo es a corto plazo, pues no se trata de una taquería, hay que esperar un tiempo para que egresen los profesionistas y den resultado las investigaciones; o que por el cúmulo de estudiantes que tiene han decrecido la calidad y la seriedad; se le considera algo que no funciona en nuestro tiempo. La universidad pública está en peligro, si no inmediato, sí en un futuro próximo."

Discurso dedicado a Diego José Abad

Si bien jalisciense de nacimiento, Gutiérrez Vega llegó a la rectoría de la UAQ tras concluir allí la licenciatura en derecho y haberse encargado de Difusión Cultural, desde donde fundó la compañía de teatro Cómicos de la Legua. Fue el rector más joven del México de entonces, pues tenía 33 años.

Su legado en la institución, considera, fue promover la inquietud por el pensamiento libre, la preocupación por los estudios humanísticos y por los grandes temas de la justicia social; y en la calidad académica, la búsqueda de la actualización y la creación de una verdadera sociedad entre profesores y estudiantes.

''Mi proyecto partió de lo que fue la universidad en la Edad Media, no era que estuviéramos descubriendo la pólvora", enfatiza, y comenta que el discurso de agradecimiento que pronunciará en el Teatro de la República de la capital queretana estará dedicado a Diego José Abad, rector del Colegio de San Francisco Javier cuando, en 1767, Carlos III expulsó a los jesuitas ilustrados por su pro indigenismo.