DOMINGO Ť 25 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Es la hora de la paz y la democracia, expresa en el acto por el Día de la Bandera

Creel: México será realmente grande cuando haya avances en contra de la desigualdad social

Ť El gobierno de Fox es de responsabilidad compartida, señala el secretario de Gobernación

Ť La unidad no implica uniformidad, sino tolerancia, pluralidad y respeto a la diversidad, postula

JUAN MANUEL VENEGAS

El gobierno de Vicente Fox Quesada es ''de responsabilidad compartida'' con los poderes Legislativo y Judicial, y con todas las fuerzas políticas, definió el secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda. De ahí en adelante, siguió una amplia explicación del momento que vive el país y el rumbo que, dijo, se le quiere dar: estamos en una transición ''netamente mexicana'', que no surgió de un pacto entre políticos, sino de la voluntad popular, por lo que la convocatoria a la unidad no implica uniformidad, sino ''tolerancia, pluralidad y respeto a la diversidad''.

Así, no dejó de advertir: ''Es la hora de la paz y la democracia'', y el momento de empezar a construir la fortaleza del país, ''que será realmente grande cuando tengamos avances sustantivos en contra de la desigualdad social''.

Orador único en la ceremonia por el Día de la Bandera, Creel Miranda insistió en que el camino trazado deberá llevarnos a la reforma del Estado que ''acerque a los ciudadanos al poder, ponga coto definitivo a la corrupción y al uso discrecional de la fuerza del Estado y nos comprometa a privilegiar el camino del derecho para resolver controversias y a la defensa decidida de los derechos humanos''.

En el Campo Marte -donde se llevaron a cabo los honores al lábaro patrio-, ante el presidente Vicente Fox, el ministro Genaro David Góngora Pimentel, presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; la diputada federal María Elena Alvarez de Vicencio, que asistió con la representación del Congreso de la Unión, y prácticamente todos los integrantes del gabinete legal y ampliado, el secretario de Gobernación fue tajante: la tolerancia y el respeto a la pluralidad ''deben ser sinónimos de fortaleza, no ocasión para divisiones o enconos''.

Exhorto al diálogo democrático

La cita en las instalaciones militares, la bandera de por medio... y un movimiento indígena que a esa hora salía de las montañas de Chiapas e iniciaba su trayecto hacia la ciudad de México, quedaron marcados en el inicio mismo del discurso del representante del gobierno federal:

''Que la bandera sea el símbolo que nos incite a la concordia, a la unidad y a la tolerancia para asumir nuestra pluralidad y diversidad... nuestra bandera šnos cubre a todos! Y pensando en los valores que representa, sabremos resolver nuestras diferencias por la vía del entendimiento y de la política''.

Es el momento, ''šes hora de la paz y la democracia!'', apuntó Creel Miranda, para enseguida argumentar que la transición que vive el país ''no ha sido labor de un solo día'', sino que ''se ha gestado por muchos años y se ha desarrollado con civilidad. Debe seguir por ese camino, el del diálogo democrático, y el de los pactos sociales y políticos''.

Ese camino debe ser también la vía para empezar a construir una nación estable y democrática, basada en la legalidad. ''No puede haber estabilidad política sin democracia; tampoco puede la democracia fl fox-bandera-ceremonia-1 orecer sin estabilidad. Son dos valores que se implican recíprocamente'', explicó.

La estabilidad sin democracia ''es ilusoria'' y se sostiene malamente ''sobre pies de barro, se soporta en la simulación y en la desconfianza entre gobernantes y gobernados... oponerse a la democracia llevaría irremediablemente al fracaso''.

Hoy esa cultura se quiere dejar atrás, pues ''la moderna unidad nacional pasa por la construcción de convergencias entre actores políticos y sociales de nuestro país'', sin que ello implique el abandono de convicciones y principios.

En el mismo orden -contando en todo momento con la especial atención y el asentimiento del Presidente de la República-, el titular de Gobernación subrayó: ''Atrás quedó el tiempo de la imposición; estamos en la era de las decisiones que involucran a todos... el 2 de julio surgió un gobierno de responsabilidad compartida (y) ahora cualquier decisión sobre el rumbo del país debe ser producto de la negociación y el acuerdo entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, y también entre los representantes de más de una fuerza política''.

La gobernabilidad democrática, a la que se aspira, entraña una relación respetuosa y productiva entre los tres poderes de la Unión, a fin de que la transición pueda avanzar de una manera concertada. Según Creel, ''en los tres poderes hay conocimiento pleno de la necesidad de cooperación para que podamos fortalecernos mutuamente; hay también un deseo compartido de avanzar en la construcción de una democracia firme y legítima''.

Aquella unidad nacional a la que se está convocando obliga a asegurar, de igual manera, la vigencia plena del estado de derecho ''y obliga a que la aplicación de la ley no sea distorsionada por complicidades''.

La apuesta, pues, expuso el funcionario, es por ''la democratización profunda de las relaciones políticas''.

Y Fox... con el corazón ''latiendo más aprisa''

Ondeaba ya la monumental bandera y Creel había fijado la ''voluntad democrática'' del gobierno del presidente Fox...

Y llegó el momento para que el mandatario tomara protesta y abanderara al personal -militar y civil- que con esta fecha asume el compromiso de custodiar la enseña nacional:

''Vengo en nombre de la nación a encomendar a su civismo, patriotismo y estricta responsabilidad esta bandera, que simboliza la Independencia, el honor, las instituciones de nuestra patria y la integridad de nuestro territorio. ƑProtestan seguirla con lealtad y constancia, defenderla hasta alcanzar la victoria o perder la vida?'', enunció el jefe del Ejecutivo federal y comandante supremo de las fuerzas armadas.

-šSí, protesto! -regresaron las voces a coro de los comandantes, jefes y oficiales de las diferentes unidades del Ejército Mexicano, así como alumnos y profesores de las escuelas abanderadas.

La emotividad de ese momento la definiría más tarde el presidente Vicente Fox Quesada: ''šQué hermosísima ceremonia de la bandera! La verdad es que... šse enchina un poquito la piel y el corazón late más aprisa! šSon cosas hermosas, la verdad!''