DOMINGO Ť 25 Ť FEBRERO Ť 2001
Ť Se amenaza el patrimonio y la cultura de los pueblos indios: especialista
Indispensable, incluir en la ley sobre derechos indígenas la protección a la biodiversidad
Ť Países desarrollados ganan 30 mil mdd al año por la biopiratería que realizan en AL, dice
JOSE GALAN
En la iniciativa de ley sobre derechos indígenas y en los acuerdos de San Andrés debe quedar claramente establecida la protección de los conocimientos tradicionales de plantas y animales de los pueblos indígenas, sujetos a acciones de biopiratería por parte de compañías trasnacionales, que aprovechan las lagunas legales y la falta de derechos de propiedad y patentes en la medicina de las etnias del país.
Para darse cuenta de la magnitud del problema es necesario saber que las plantas medicinales y los microorganismos provenientes del sur del río Bravo hasta la Patagonia contribuyen por lo menos con 30 mil millones de dólares al año a la industria farmacéutica de países desarrollados. Se calcula que el mercado para los especímenes de productos naturales para investigación -muestras o extractos de materiales biológicos- es, tan sólo en la industria farmacéutica de Estados Unidos de entre 30 y 60 millones de dólares anualmente.
Especialistas e investigadores expresaron su preocupación por el hecho de que no exista protección legal a favor de los bienes y conocimientos tradicionales de los pueblos indios. México está considerado en el décimo lugar en riqueza biológica en el mundo, y por el Banco Mundial como uno de los hotspots o zonas de mayor concentración de biodiversidad en el mundo, pero las herramientas legales no están acordes con esta realidad.
Para Jorge Larson, miembro del Consejo Nacional de Biología y experto en propiedad intelectual y recursos biológicos, resulta "fundamental" que los acuerdos de San Andrés especifiquen la protección al conocimiento tradicional y a la diversidad biológica en que éste se funda, por considerar que se trata de "el derecho de los pueblos indígenas no sólo a preservar su propio patrimonio sino también su cultura y sus costumbres".
El saqueo de los recursos biológicos
María Luisa Sevilla Hernández, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional, considera que en México la biopiratería "no es nueva. Apareció con la Conquista, y a partir de allí el saqueo de los recursos biológicos".
Informó que en los últimos siete años se han realizado en el país por lo menos cuatro contratos de bioprospección o búsqueda de recursos biológicos potenciales.
Hasta diciembre de 1999 se habían recolectado casi 6 mil muestras en Chenalhó, Oxchuc, Tenejapa y Las Margaritas -territorios donde permanece el EZLN-, y se habían registrado además 200 fórmulas medicinales tradicionales de tres de esos municipios.
"Las comunidades indígenas deben tener protección legal para la preservación de su riqueza biológica y de su conocimiento tradicional. Y esto, sin duda, debe contemplarse en los acuerdos de San Andrés", insiste Jorge Larson. "Debe haber asesoría e instrumentos legales para que los indígenas registren sus conocimientos y patenten sus productos, a fin de evitar la biopiratería y el saqueo de sus recursos. Y no parece que para los legisladores resulte importante otorgar un marco legal de protección. Pero, de no hacerlo, el saqueo continuará y los indígenas terminarán pagando regalías por sus conocimientos y productos tradicionales".
En 1980, el presupuesto de investigación de la industria farmacéutica estadunidense no tenía ninguna cantidad asignada. En la actualidad se estima que más de 200 compañías de investigación en todo el mundo evalúan compuestos de origen animal y vegetal en busca de propiedades medicinales. Y en ello recurren, incluso mediante engaños, a las fuentes del conocimiento tradicional indígena.
A mediados de los 80, análisis de la industria farmacéutica transnacional advirtieron que cada planta medicinal de las selvas tropicales que se extinga podría representar pérdidas en ventas de más de 200 millones de dólares.
"La única forma de parar la biopiratería es que el gobierno federal se comprometa a emprender acciones legales para la protección de nuestra biodiversidad. De otra forma, el saqueo continuará y no habrá manera de defender a las comunidades indígenas. Por ello, debe ser tema en los acuerdos de San Andrés", insistió Jorge Larson.