DOMINGO Ť 25 Ť FEBRERO Ť 2001

Ť Arremete Rosa Icela Rodríguez contra la Presidencia

Se pretende volver logotipo corporativo al escudo nacional

LAURA GOMEZ FLORES

La ceremonia cívica del Día de la Bandera sirvió de marco para que el gobierno capitalino expresara su inconformidad contra aquellos que presentan un escudo cercenado, con la intención de convertir al águila y la serpiente en el logotipo de un corporativo --en alusión a la Presidencia de la República--, a quienes les advirtió que aun cuando se ha tratado de desdibujar a la bandera por modas económicas o temporales de tipo político, nadie ha podido disminuir su grandeza.

Asimismo, recordó que ningún gobierno que se vanaglorie de ser democrático puede estar en contra de los designios de la mayoría. Si la ciudadanía vota por un cambio, no se puede, a riesgo de ser insensible, darle la espalda a los que dicen tener una opinión distinta sobre horarios y tiempos de paz, aseveró.

La palabra empeñada debe cumplirse, porque si no es moneda que se desgasta; y si hace unos meses el Ejecutivo se comprometió públicamente a revisar el horario de verano, ahora que no se piense que los capitalinos perdimos la memoria, afirmó la directora de Atención Política, Social y Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez.

Oradora única en la ceremonia cívica del Día de la Bandera, argumentó que si nos regimos por principios, la congruencia es una consigna que hombres y mujeres aprecian con alto valor, mientras el tiempo nuevo de la política impone el ejercicio de una verdadera democracia que no impone, consulta; que no presiona, consensa, y no excluye, sino completa.

Ante el jefe de Gobierno del DF, Andrés Manuel López Obrador, y representantes de los poderes Legislativo y Judicial, fustigó a quienes han cercenado el escudo patrio, aun cuando no podrán cambiar su esencia, la historia del origen de la gran Tenochtitlán, pues "no hay marca o producto que pueda estar por encima del rojo de nuestros mártires, del blanco de nuestros ideales y del verde de la esperanza".

Por ello, no debe olvidarse que la congruencia está en manos de quien trabaja en los ideales y libertad de los que nos dieron patria, construyeron una civilización y lucharon por la libertad plasmándola en la bandera, la cual también cobija a los más desprotegidos, como son los indígenas, a quienes se trata de integrar al desarrollo mediante una política que ataque de fondo las causas de la pobreza.